Hyundai apuesta por la deportividad y amplía su gama N

La electrificación de sus productos es uno de los compromisos firmes de Hyundai. Sin embargo, la marca coreana considera que tal estrategia es compatible con continuar ofreciendo a determinados clientes versiones deportivas de algunos de sus modelos más populares. Así lo había venido haciendo con el i30, tanto en carrocería de cinco puertas como la Fastback, una oferta que ahora amplia con las variantes N del utilitario i20 e incluso del Kona, su SUV compacto.

Todos ellos han sido creados en su centro de desarrollo en Namyang (Corea) y puestos a punto en el exigente circuito alemán de Nurburgring, recurriendo además a su experiencia en los certámenes mundiales de rallies y turismos. Y resultado es muy apreciable, desde el diseño de los vehículos al rendimiento de sus motores y especialmente en el comportamiento dinámico ante elevadas exigencias, incluso en circuito.

Los recién llegados i20 y Kona, así como los conocidos i30, dejan bien a las claras su planteamiento desde el primer golpe de vista. Todas las carrocerías presentan detalles distintivos que refuerzan su personalidad deportiva, con parrillas contundentes, tomas de refrigeración más generosas, molduras laterales específicas, alerones traseros, paragolpes posteriores con difusor, generosas salidas de escape y llantas de 18 o 19 pulgadas de diámetro.

Hyundai i30 N.

Esa inspiración en las carreras se traslada a los interiores, siempre con asientos envolventes, pantallas centrales de 10,2 pulgadas que ofrecen información precisa de los parámetros de utilización del vehículo, volantes y palancas de cambio en cuero, pedales de aluminio… Aparecen matices entre cada uno de los modelos, aunque lo invariables es la apuesta por la calidad combinada con ese ambiente racing que entusiasmará a los clientes de estas variantes tan especiales.

Altas prestaciones

Los motores son otro de los rasgos identificativos de los N de Hyundai, llegando su potencia a valores de referencia en cada uno de sus segmentos. Así, el i20 entrega 204 CV, en Kona llega hasta nada menos que los 280 CV, mientras que el i30 se ofrece tanto en 250 como 280 CV. Los dos turismos están disponibles de serie con caja de cambios manual de seis velocidades, mientras que para el i30 existe la opción de una transmisión automática de doble embrague y ocho relaciones, que es la única presente con el Kona. En todos la tracción es delantera, aunque el SUV dispone (además de los habituales programas de conducción) posibilidad de seleccionar cuatro modos específicos para arena, nieve, nieve profunda y barro.

Del mismo modo, cuentan con diferencial autoblocante electrónico (mecánico en el i20), tarados específicos de las suspensiones, refuerzos en el chasis para minimizar torsiones que puedan afectar a la estabilidad del conjunto, una dirección muy directa, neumáticos Pirelli P-Zero desarrollados exclusivamente para Hyundai y frenos dimensionados para las exigencias que se prevén en versiones de su talante.

El conductor puede elegir directamente el modo de conducción deportiva N, pero también personalizar otros dos según sus preferencias y modificando un gran número de parámetros. Una opción que, sin duda, valorarán en su justa medida aquellos usuarios que aspiren a exprimir todo el potencial de estas versiones.

Hyundai i20 N

Las versiones N ya se encuentran disponibles con las condiciones habituales de venta de Hyundai, los compromisos que la marca asume con sus clientes en toda la gama y los habituales cinco años de garantía. El i20 tiene un precio de 29.900 euros, mientras que el Kona llega a los 44.900 euros. Entre ambos extremos, aparecen cuatro opciones del i30: 33.900 euros para el 250 CV manual, 40.500 euros del 280 CV manual, 43.500 euros del 280 CV con cambio automático, precio que comparte la carrocería Fastback.

En cada versión existen descuentos aplicables, fijos como promoción de lanzamiento (desde 1.700 a 2.500 euros), como otros variables dependiendo de si contrata la financiación de la marca o se entrega un coche de más de siete años en la operación.

Toma de contacto

Durante la presentación de la nueva gama Hyundai N, una de las más completas de su estilo en el marcado nacional, hubo oportunidad de probar todas las versiones en un escenario especialmente indicado para ello como el circuito del Jarama. Y unas pocas vueltas al trazado madrileño bastan para refrendar que las pretensiones de la marca coreana se ven satisfechas plenamente.

Tanto el i20, como los i30 y el Kona (el primer SUV compacto con esta filosofía prestacional) son coches sencillos de conducir de forma cotidiana o tranquila, pero que sacan a relucir todo su carácter a la más mínima insinuación del conductor. La potencia de los motores es más que sobrada en cualquiera de los casos, mientras que el comportamiento dinámico se antoja intachable, incluso cuando se buscan sus límites en una pista de carreras.

Hyundai Kona N.

La capacidad de tracción resulta sorprendente, con un funcionamiento exquisito del autoblocante, mientras que la firmeza de las suspensiones mantiene el conjunto plano y estable en las curvas más enrevesadas, tanto las lentas como las de mayor velocidad. La dirección es directa y reactiva, mientras que los frenos cumplen con su tarea sin quejas, soportando hasta más allá de lo presumible las enormes solicitudes de un circuito.

Se trata, por tanto, de versiones que encantarán a los amantes de la conducción deportiva. Cualquiera de las propuestas de Hyundai goza de la polivalencia, calidad y seguridad propia de sus gamas, son absolutamente utilizables como utilitarios cotidianos, pero a la hora de disfrutar sus virtudes llegan a entusiasmar, tanto en carreteras de curvas como, sobre todo, en trazados cerrados que permitan exprimir a fondo todas sus posibilidades.