El Parlamento Europeo ha sido inflexible al respecto y ha fijado 2035 como fecha de caducidad para los motores tradicionales. Las marcas de automóviles tendrán entonces que electrificar todos sus nuevos modelos, abandonado así para siempre la gasolina y el resto de combustibles fósiles, incluyéndose en el veto a las mecánicas híbridas.
Sin embargo, a pesar de ser general y taxativa, la normativa aprobada contempla una prórroga específica para algunos fabricantes. Se trata de los constructores de superdeportivos y también de algunas marcas especiales de producción artesanal, que se verán excluidas de la prohibición.
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En concreto, la medida favorece a firmas que producen menos de 10.000 unidades anuales. Una cifra que no se considera determinante en el resultado global de la descarbonización, pero que asegura la supervivencia comercial de estas marcas tan exclusivas.
Los motores de Ferrari
Ante la resolución parlamentaria votada el pasado 8 de junio para asegurar la drástica reducción de emisiones en el transporte, un grupo de diputados italianos ha conseguido sacar adelante la enmienda 121, ya bautizada como la “enmienda Ferrari”.
Una excepción a la ley que busca proteger a mecánicas emblemáticas como los motores V12 italianos, considerados casi un monumento nacional. Esta enmienda concede a un reducido número de fabricantes una prórroga más allá de 2035 para poder seguir utilizando los motores térmicos en sus modelos. En concreto, aplaza en esos casos hasta el 31 de diciembre de 2035 el plazo de alegaciones a las autoridades para derogar el cupo de CO2 emitido por sus automóviles.
Modelos exclusivos y muy caros
Sin embargo, estos coches estarán obligados a cumplir la próxima norma de emisiones Euro 7, aún más estricta que la actual, por lo que con toda seguridad se verán obligados a electrificar en mayor o menor medida sus motores para la Unión Europea los homologue.
¿Y qué marcas serán tan excepcionales en 2035? Entre las más prestigiosas se encuentra Ferrari, que para ello tendría que revisar a la baja su producción actual, porque excede el límite de impuesto en la enmienda por la UE.
Y en el grupo estarían la también italiana Lamborghini y las británicas Aston Martin, McLaren y Rolls-Royce. Todas ellas con ventas muy moderadas por su exclusividad en comparación a otras más generalistas, y con una presencia casi testimonial en el cómputo global del sector.
Por matriculaciones, también podrían entrar en este grupo Alpine o Lotus, pero ambos fabricantes ya han anunciado dar voluntariamente el paso a la tecnología 100% eléctrica.
Marcas artesanales
Caso aparte es el de otras marcas de nicho, que, por su producción artesanal y por registrar ventas casi testimoniales, siempre por debajo de las 1.000 unidades al año, no se ven afectadas directamente por la normativa europea. Es el caso de firmas como Ariel, Bugatti, Caterham, Donkervoort, Morgan, Pagani o Koenigsegg, que ya gozan de una cierta excepcionalidad en la normativa general debido a su inapreciable impacto en el cómputo general de emisiones.
Con la «enmienda Ferrari», un reducidísimo grupo de coches se salvará de la gran prohibición del 1 de enero de 2035. Aunque serán modelos tan caros y exclusivos que solo unos pocos y muy afortunados conductores podrán comprarse a partir de esa fecha un deportivo con motor de combustión.
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