El gas licuado del petróleo (GLP) es un subproducto derivado del refinado del petróleo y se distingue por ser menos contaminante que otros combustibles de origen fósil, como la gasolina o el gasóleo. Además, en comparación, cuesta la mitad y, según los responsables de Dacia, llega a ofrecer un rendimiento incluso superior en cuanto a las respuestas y la potencia del motor.
Actualmente, en todo el mundo, circulan más de 28 millones de vehículos con este tipo de tecnología. Y, en España, las ventas de automóviles que funcionan con GLP se han incrementado un 250% en cinco años hasta superar las 150.000 unidades en circulación.
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Unas cifras que no son de extrañar, porque, aunque todos los combustibles se han encarecido, el GLP sigue manteniéndose como la opción más barata. Y con bastante diferencia: el litro de gasolina 95 cuesta en promedio 2,004 euros, mientras que el de GLP se reduce a casi la mitad: 1,055 euros.
1.700 euros al año
Dacia cuantifica el ahorro anual en combustible en 1.732 euros en una versión de GLP frente a su homóloga de gasolina. Esta economía en el gasto de combustible permite amortizar en pocos meses el sobreprecio de las versiones de GLP (de 300 a 600 euros, según el modelo).
Por comparación entre diferentes fuentes de energía, en los últimos meses la gasolina ha subido un 30% y la electricidad, un 45%. El GLP, en cambio, lo ha hecho de forma más contenida, un 15%, por lo que refuerza su posición como el más asequible de los combustibles convencionales.
Etiqueta ECO y hasta el doble de autonomía
El precio no es el único argumento a favor del GLP. En primer lugar, se trata de una tecnología híbrida que recibe la etiqueta ECO de la DGT, con todas las ventajas que ello conlleva en cuanto al acceso y el aparcamiento en las zonas restringidas de las grandes ciudades.
Respecto a los vehículos de gasolina con una potencia similar, los híbridos de GLP disponen del doble de autonomía. Sumando las capacidades de ambos depósitos (gasolina y gas), consiguen completar hasta 1.300 kilómetros antes de volver a repostar en la gasolinera.
Una operación que, en el caso de del GLP, resulta muy fácil, ya que en España existe una red de abastecimiento con más de 800 surtidores. De ellos, 450 pertenecen a Repsol, que comercializa su GLP bajo el nombre de AutoGas.
Cinco euros de ahorro cada cien kilómetros
En cuanto al repostaje en la gasolinera, la tecnología del GLP no se diferencia de la de otros combustibles, y en el surtidor se realiza siguiendo el mismo procedimiento. Y en el caso de Dacia, el montaje del depósito especial de GLP (que ocupa el espacio de la rueda de repuesto, sin restar sitio al maletero) se realiza en la propia fábrica, con los mismos estándares de calidad y seguridad.
La conducción de un vehículo híbrido de GLP tampoco cambia respecto a los convencionales y la transición de una a otra energía se realiza de forma automática, según la disponibilidad de cada carburante. Aunque el conductor también puede elegir a voluntad entre uno u otro con solo pulsar un botón.
Actualmente, Dacia es la única marca que ofrece la opción de GLP en toda su gama de motores convencionales (Sandero, Duster y Jogger).
Según los estudios propios de la compañía, y al contrario de lo ocurre en el caso de los híbridos enchufables (que no recargan su batería con frecuencia), la gran mayoría de los clientes de Dacia con versiones de GLP (86%) utilizan siempre el gas. Este resulta más limpio que la gasolina y entre cuatro y cinco euros más barato cada 100 kilómetros recorridos.
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.