Porsche avanza a paso redoblado hacia la electrificación de sus vehículos, pero como si fuese un buen cuerpo de marines estadounidenses, no quiere dejar a nadie atrás. Es decir, a los centenares de miles de usuarios que quieren seguir oyendo rugir sus tubos de escape a medida que se estrecha el cerco sobre los combustibles fósiles por su perjudicial efecto en la salud medioambiental del planeta. Este es un posible escenario que afecta tanto a la firma de Stuttgart como a otras grandes marcas de deportivos.
Tal vez por esto, en la reciente presentación de resultados de la marca alemana, tanto el presidente del Consejo de Dirección Oliver Blume como el vicepresidente y director financiero y tecnológico, Lutz Meschke, enfatizaron la apuesta de Porsche en el proceso de electrificación e innovación de los modelos.
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Para 2030, el objetivo de la compañía es que más del 80% de sus vehículos sean eléctricos. Y encaminados van: el año pasado un tercio de los coches entregados en Europa estaba electrificado total o parcialmente, una cifra considerablemente superior al nivel mundial, que fue del 17%.
Si se pone la lupa sobre el Porsche Taycan, que es totalmente eléctrico, las cifras acompañan a Porsche. En 2020 vendieron un total de 20.015 unidades a pesar de que la producción estuvo parada durante seis semanas en primavera, justo cuando empezaba la fabricación y se presentaba en numerosos países.
La siguiente apuesta eléctrica la protagonizará su modelo más popular, el Porsche Macan. Este SUV mediano abandonará las motorizaciones de combustión a partir de 2022 para convertirse en una alternativa exclusivamente eléctrica. El Macan eléctrico se basará en la nueva plataforma modular PPE, y contará con la nueva arquitectura de 800 voltios. Gracias a esta, el todocamino también podrá acceder a recargas ultrarrápidas, que según los responsables de la marca permitirán a este modelo recuperar 400 kilómetros de autonomía en menos de 20 minutos. Según Blume, la transición no será abrupta: el Macan convencional seguirá produciéndose en paralelo al convencional hasta por lo menos 2025.
Porsche parece decidida a crear una especie de ecosistema para sus clientes que esté muy por encima de lo que pueda ofrecer cualquier rival, incluso una marca del mismo Grupo Volkswagen al que pertenece. El fabricante alemán desarrolla y comparte sus plataformas con Bentley y Audi, y nadie en la compañía ha dicho que no lo seguirá haciendo en el futuro.
Pero claramente la enseña fundada por Ferdinand Porsche en 1931 tiene unos objetivos bien marcados y avanza hacia ellos sin complejos. En cada presentación de resultados, año tras año, la firma da pasos hacia tecnologías y servicios altamente individualizados para sus clientes actuales y potenciales.
La experiencia Porsche es cada vez más única, al margen de su posición dentro de un grupo tan potente como Volkswagen con otras marcas deportivas premium como Bugatti. Un ejemplo de ello es el anuncio de que la marca está investigando baterías de alto rendimiento con ánodos de silicio en lugar de grafito, con el objetivo de conseguir una densidad energética aún mayor y una mejor capacidad de carga rápida. Las nuevas baterías se fabricarán en Europa y se utilizarán inicialmente en vehículos de altas prestaciones de producción limitada y para los clientes de competición de Porsche.
En el proceso de conseguir el deportivo electrificado por excelencia es también relevante la asociación de Porsche con el fabricante croata Rimac Automobili, firma muy reconocida por el desarrollo del deportivo eléctrico C Two. La empresa alemana viene invirtiendo en Rimac desde 2018 y el año pasado aumentó su participación hasta el 24% del capital con una inversión de 70 millones de dólares.
Durante la presentación de resultados, Meschke avanzó que Porsche ya había realizado sus primeros pedidos a Rimac para el desarrollo de componentes de serie innovadores. “Mate Rimac (fundador de la marca) nos inspira con sus ideas innovadoras y del mismo modo se beneficia de nuestra conocimiento en producción y experiencia metodológica en desarrollo”, declaró el directivo alemán. La ampliación de la participación de Porsche en Rimac ha disparado las especulaciones sobre la posibilidad de que Volkswagen venda o ceda el control de Bugatti a la empresa croata.
Recarga gratuita para el Taycan
Añadido al imparable desarrollo de modelos electrificados, Porsche ha pisado el acelerador en las infraestructuras de carga con puntos propios a lo largo de las principales autopistas y autovías europeas, complementarios a la red Ionity que comparte con otros fabricantes. El Porsche Charging Service ofrece el kilovatio más barato para los usuarios del Taycan y ya cuenta con más de 135.000 puntos de carga en 20 países de Europa.
A esto se añade el servicio de la red de más de 300 Centros Porsche equipados con estaciones de carga rápida de 350 kW y el programa Porsche Destination Charging, mediante el cual los conductores de un Taycan o de un modelo híbrido enchufable pueden cargar gratis su Porsche en los 1.800 puntos de corriente alterna repartidos a lo largo de más de 50 países.
Sin duda, el futuro de la automoción es eléctrico. Pero marcas como Porsche también viven de su pasado y tienen modelos deportivos sublimes como el 911, del que se han vendido más de 300.000 unidades desde hace 56 años, y muchos de ellos aún recorren las calles y carreteras del mundo. Es más, en la última presentación de resultados también se exhibió el nuevo GT3, una de las variantes más deportivas del 911, que genera 510 CV de potencia.
¿Qué va a suceder con modelos como este ante una eventual eliminación de los combustibles fósiles? ¿Y qué pasará con el mercado de coches clásicos que para marcas como Porsche es muy importante? Como reconoció Blume, el 911, por sus características, no puede ser totalmente eléctrico, como mucho híbrido. Así que la firma alemana tiene un plan alternativo: combustibles sintéticos.
La idea está algo verde, pero Porsche confía en comenzar a probar un e-fuel el próximo año en asociación con Siemens Energy. El combustible sintético es un carburante líquido, muy similar al que conocemos en la actualidad, pero no procede de fuentes de energía fósiles, sino que se fabrica combinando hidrógeno y carbono capturado del aire para producir metanol. Blume ha dicho que hasta el 70% de los coches que la compañía ha construido podrían funcionar con e-fuel, lo que permitiría a los propietarios de modelos con motores atmosféricos seguir disfrutando de sus vehículos en el futuro sin necesidad de hacer modificaciones.
El vicepresidente de Porsche Motorsport y de los GT de la marca, Frank-Stefen Walliser, declaró en varias entrevistas que los motores de combustión interna que usan combustible sintético harán que los coches convencionales sean tan limpios como una alternativa eléctrica. Walliser explicó que con “el e-fuel tendremos el mismo nivel de emisiones de CO₂ producido que en la fabricación y uso de un vehículo eléctrico”. En la fase piloto, la previsión es producir unos de 130.000 litros de e-fuel a partir de 2022 y aumentar esa capacidad a 550 millones de litros para 2026. Porsche será el principal cliente de este combustible ecológico.
Las inversiones que toda esta transformación suponen han disparado los rumores de que en torno a un 25% del capital de Porsche podría salir a bolsa. Blume dice que este tema no es un debate urgente dentro del grupo Volkswagen, pero que, dado los buenos resultados financieros de la marca (el resultado operativo fue de 4.200 millones de euros en 2020 frente a los 4.400 millones del año precedente, con un margen sobre las ventas del 14,6%), no es descabellado pensar en una operación de este tipo para reforzar la financiación de la marca ante los retos del desarrollo de la electrificación y los combustibles alternativos.
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