En China existe una poderosísima industria del automóvil que, hasta hace poco, destinaba la mayor parte de su producción al gigantesco mercado interno. Tan importante sector de la automoción está conformado por 12 grandes fabricantes, algunos de los cuales ya están presentes en el mercado español y progresan a ojos vista por la avanzada electrificación de sus modelos.
Entre ellos destaca BYD, una marca que ha experimentado un impresionante crecimiento a nivel global. En concreto sus ventas de modelos electrificados han crecido un 75% respecto al año pasado, matriculando 1,5 millones de unidades en el primer semestre.
Derribar a las viejas leyendas
Durante la publicación de tan brillantes resultados, el fundador de la marca, Wang Chuanfu, ha tomado la palabra para llamar al resto de fabricantes chinos a acometer juntos una auténtica revolución automovilística de magnitud mundial.
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El objetivo sería “derribar las viejas leyendas” (léanse las marcas de prestigio tradicionales) y crear en el mundo del automóvil una nueva serie de firmas chinas de prestigio con un carácter mundial que las sustituyan.
El ambicioso proyecto se propone asaltar los dominios de los grandes fabricantes tradicionales europeos, americanos y japoneses. Y aprovechando el proceso de la electrificación, en cuya ejecución van por delante, imponer un nuevo orden mundial ya que, como proclamaba en público el propio Chuanfu “el momento de las marcas chinas ha llegado”.
El tono de las contundentes declaraciones del máximo responsable de BYD resulta cuanto menos amenazante y van dirigidas sin rodeos a los más importantes fabricantes internacionales que en el último siglo han protagonizado el desarrollo tecnológico, industrial y comercial del automóvil.
Al asalto del ‘top ten’ de fabricantes
Ahora está por ver si el resto de los dirigentes del sector automovilístico chino se suman a los agresivos planes de expansión de BYD. Sin duda, formarían un conglomerado formidable con un potencial industrial nunca visto en el mundo de la automoción.
De momento, BYD, Li Auto y XPeng ya son tres marcas chinas que en 2023 han entrado en el top ten de los mayores fabricantes a nivel mundial. Mientras BYD ya se sitúa en segunda posición, por detrás de Tesla y por delante de Volkswagen, la industria china sigue marcando el paso en cuanto a tecnologías avanzadas y estratégicas para la urgente electrificación, como son las baterías, la inteligencia artificial y los semiconductores.
A la espera de este asalto masivo al mercado mundial, en el país asiático se deberían otros importantes actores llamados Changan, Geely, Great Wall, Saic, Cherry, FAW, Dong Feng o GAC, otros gigantes industriales, propietarios de infinidad de marcas y con la capacidad necesaria para desarrollar y producir millones de vehículos en un tiempo récord.
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