El primero de los coches eléctricos de la era moderna cubría con holgura las necesidades básicas de un usuario urbano, pero no se le podía pedir nada más. Aquel Nissan Leaf de 2010 (convertido desde entonces en el vehículo a pilas más vendido del mundo) homologaba una autonomía de 160 kilómetros, que se quedaban en realidad en unos 120.
Con una conducción muy cuidadosa y una meteorología favorable quizá el rango de uso se podía estirar hasta 140 kilómetros, pero ya. Aun con todo, el modelo japonés removió los esquemas tradicionales de la automoción.
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Muy pocos expertos se atrevieron a vaticinar que ocho años después la industria presentaría modelos con autonomías de hasta 600 kilómetros. Casi nadie, desde luego, esperaba una evolución tan rápida de los coches eléctricos.
Pero en muy poco tiempo los modelos han dado un salto sobresaliente, como demuestran los datos de bastantes de ellos: el Tesla Model S, referencia tanto para el sector como para el público en general, promete esa autonomía de 600 kilómetros (al menos en teoría, y circulando despacio y sin aire acondicionado) y otros cuantos coches ofrecen cifras ya muy respetables.
Es el caso de los recientes Hyundai Kona (482 kilómetros), Jaguar i-Pace (480 kilómetros) y Kia Niro (455 kilómetros), todos examinados según el ciclo de homologación WLTP, más exigente que el anterior NEDC.
Estos números hacen pensar que los eléctricos podrán ser los coches familiares únicos a medio plazo, una vez superados, eso sí, obstáculos tan importantes como los elevados precios de los modelos y la escasez de puntos de recarga en las carreteras.
Lo que parece evidente es que la tecnología de las baterías aún tiene muchas posibilidades de mejora. Las investigaciones se centran en evolucionar aún más los acumuladores actuales de iones de litio y en desarrollar otras alternativas, como las baterías de litio-azufre, litio-oxígeno o polímeros de grafeno, con las que podrían superarse con facilidad los 1.000 kilómetros de autonomía. Basta ver la rápida evolución de los coches eléctricos más veteranos (todos ellos han casi duplicado su capacidad) para comprender que en poco tiempo el salto hacia delante puede ser sorprendente.
Nissan Leaf
2010
• Batería: 24 kWh
• Potencia: 109 CV
• Autonomía según el ciclo NEDC: 160 km (unos 120 kilómetros en uso real).
• Velocidad máxima: 140 km/h
Versión actual
• Batería: 40 kWh
• Potencia: desde 150 CV
• Autonomía según el ciclo WLTP: 285 km (unos 260 kilómetros en uso real).
• Precio: desde 33.750 €
• Velocidad máxima: 144 km/h
Renault Zoe
2013
• Batería: 22 kWh.
• Potencia: 88 CV
• Autonomía según el ciclo NEDC: 210 km (entre 100 y 150 kilómetros en uso real)
• Velocidad máxima: 135 km/h
Versión actual
• Batería: 41 kWh.
• Potencia: 88 CV
• Autonomía según el ciclo WLTP: 300 km (entre 280 y 300 km de uso real)
• Precio: desde 25.330 €
• Velocidad máxima: 135 km/h
Volkswagen e-Golf
2014
• Batería: 24,2 kWh
• Potencia: 116 CV
• Autonomía según el ciclo NEDC: 190 km (entre 130 y 155 km en uso real)
• Velocidad máxima: 140 km/h
Versión actual
• Batería: 35,8 kWh
• Potencia: 136 CV
• Autonomía según el ciclo WLTP: 231 km (entre 210 y 250 km en uso real)
• Precio: desde 38.020 €.
• Velocidad máxima: 150 km/h
BMW i3
2013
• Batería: 22 kWh
• Potencia: 170 CV
• Autonomía según el ciclo NEDC: 190 km (entre 130 y 160 km en uso real).
• Velocidad máxima: 150 km/h
Versión actual
• Batería: 42,2 kWh
• Potencia: 170 CV
• Autonomía según el ciclo WLTP: 310 km (unos 285 km en uso real)
• Precio: desde 39.500 €
• Velocidad máxima: 150 km/h.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).