El tipo de robo que amenaza a los coches eléctricos: así se puede evitar

Se trata de una moda que comenzó en Estados Unidos, se ha expandido por el resto del mundo y ya está en Europa.

robo cable coche eléctrico
Cable de carga saboteado en una estación de Tesla.

Los coches eléctricos se enfrentan a varias dificultades que retrasan el crecimiento de su cuota de mercado. Aunque cada vez hay más oferta, los conductores no se fían del todo de la movilidad eléctrica. 

Algunas de las trabas para el despegue de los coches sin emisiones están la escasez de puntos de recarga y los precios de venta, entre otros. A esta lista se suma una nueva dificultad.

El robo de cables, un nuevo dolor de cabeza

La sustracción de cables eléctricos para venderlos al peso como chatarra no es nada nuevo. Instalaciones municipales, tendidos ferroviarios y edificios en construcción han sido desde hace tiempo objetivos de este tipo de delincuencia. 

Ahora, el despliegue de redes de recarga eléctrica para los coches a batería ha abierto un nuevo campo de acción para los amigos de lo ajeno, que ven en los cargadores públicos otra oportunidad para la sustracción de metal.  

Los postes de carga permanecen en la vía pública a merced de estos delincuentes que, como ya han demostrado en otros países, no dudan en seccionar los cables de conexión, incluso con los vehículos enchufados. Un nuevo tipo de robo para obtener metales valiosos que se suma al creciente robo de catalizadores en los vehículos.

La alarma ya cundió el año pasado en Estados Unidos, cuando una ola de actos vandálicos asoló la red de supercargadores que Tesla tiene desplegada en aquel país. Los ladrones cortaban de raíz los cables de carga para hacerse con el cobre que contienen y revenderlo como chatarra.  

Lamborghini Aventador SVJ
Las plazas de los cargadores están reservadas, exclusivamente, para coches eléctricos.

La moda ha llegado a Europa

Y como era previsible, el mal ejemplo ha llegado al Viejo Continente, donde ya se han denunciado casos similares en países como Holanda o Francia. Con un precio de unos ocho euros el kilo, el cobre es un metal con una gran demanda y es muy codiciado por los delincuentes, que encuentran así una forma de ganar un dinero fácil revendiéndolo al peso. 

En 2020 en Ámsterdam se registró el robo en una sola noche de 21 cables de carga de Tesla Model 3.

Vigilancia electrónica

Al principio, se detectaron puntuales sustracciones de los cables que llevan estos vehículos eléctricos para conectarlos a los enchufes domésticos. Un accesorio que ya se vende en el mercado por un precio de entre 100 y 200 euros. 

Pero en el caso de los cargadores públicos y los supercargadores de alta capacidad, son instalaciones más potentes que disponen de cables largos para poder llegar a las tomas de corriente de los coches eléctricos estacionados y tienen una sección mayor para trasvasar mejor la electricidad.

avería coche eléctrico

Esto implica un contenido de cobre más elevado que, aunque muy bien protegido por una gruesa funda aislante, es sustraído por los ladrones cortándolo con unas cizallas para posteriormente venderlo como chatarra para su reprocesamiento.  

La solución al problema ya está en marcha y la videovigilancia o la protección electrónica en las estaciones de carga públicas no tardarán en reforzarse para evitar esta nueva moda delictiva que amenaza al coche eléctrico.

¿Cómo evitar el robo de cables?

Hay algunos consejos que pueden ayudar a evitarlo. En el caso de ser uno particular, se debe instalar los cargadores en un lugar seguro. Para ello se puede recurrir a una ubicación estratégica. Si no es posible tener un lugar cerrado, buscar una ubicación que no sea visible desde la calle o áreas públicas y evitar colocar el cargador en un lugar fácilmente accesible.

También se puede recurrir a otros sistemas de defensa:

  1. Candados y cerraduras: si se tiene un armario o caja para el cargador, asegurarlo con candados o cerraduras. Esto dificultará el acceso no autorizado.
  2. Cámaras de seguridad: instalar cámaras de seguridad cerca del cargador. Esto disuadirá a posibles ladrones y proporcionará evidencia en caso de robo.
  3. Cable retráctil: considerar el uso de un cable retráctil. Estos se enrollan automáticamente después de cargar el vehículo, lo que reduce la exposición y el riesgo de robo.

Si el coche se está cargando, algunos modelos incluyen un sistema de alarma sonora que se activa cuando deja de haber continuidad eléctrica. Además, se pueden activar notificaciones en el móvil para que avisen cuando el vehículo deje de cargar de forma inesperada.

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