La DGT pone a la Guardia Civil como ejemplo para los motoristas: los agentes reciben sus primeros airbags electrónicos

“La idea es muy sencilla. Los motoristas son vulnerables y el equipamiento es fundamental. El casco, los guantes, las botas… Nos faltaba proteger el tronco y el airbag es una buena solución, nos gustaría que su uso se fuera normalizando como un elemento más. Nos jugamos la vida”, ha subrayado esta mañana en la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT) el máximo responsable del organismo, Pere Navarro, que ha presentado junto con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, los nuevos airbags que protegerán a los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Ahora la DGT espera que, poco a poco, cunda el ejemplo entre los millones de usuarios de moto en España.

Después de un largo proceso iniciado en 2019 con las primeras pruebas piloto, el cuerpo ha recibido 495 airbags y a lo largo de este año llegará el resto de los 4.661 chalecos que Tráfico ha comprado con un coste unitario de 443 euros, tras concurso público. 

A lo largo de 2025 se entregarán otros 3.595 para cumplir el compromiso de Interior, según ha afirmado Marlaska: “Conseguiremos que cada agente disponga de un airbag. Para que cumplan la responsabilidad de protegernos, es nuestra obligación dotarlos de las condiciones de seguridad óptimas”, ha señalado.

“¿Preparado?”, ha preguntado el ministro a un agente para demostrar en vivo el funcionamiento del accesorio. Con un ruido potente y seco, el dispositivo se ha activado en 100 milisegundos: la bolsa inflada protege zonas vitales como el tórax, el abdomen, el cuello, la espalda, las caderas y el sacro. El airbag absorbe las fuerzas del impacto y limita el riesgo de hiperflexión de la columna vertebral. 

Airbag de activación electrónica

Según los desarrolladores del producto, el chaleco ofrece dos características fundamentales para los agentes: cuenta con un sistema de activación electrónica (sin necesidad de cableado de acción mecánica) y pesa muy poco, por lo que no supone una carga para el motorista.

Además, puede colocarse sobre la cazadora del motorista, de modo que apenas altera la estética de las prendas oficiales de la Agrupación de Tráfico.

La DGT ve en el estreno de este elemento una doble ventaja: además de la protección de los agentes, su uso puede servir como acicate para que se generalice el uso de esta prenda entre los motoristas, uno de los colectivos más castigados por la mortalidad vial en la última década.

“Queremos que esta acción sirva para fomentar el uso entre los motoristas; que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil abra el camino”, ha deseado Marlaska. “Nos preocupa mucho la seguridad de los motoristas. La moto es un vehículo de presente y de futuro, en el que muchas personas encontramos ventajas que no vemos en otros vehículos”, ha añadido.

Más motoristas fallecidos que nunca 

Su mayor desventaja es la vulnerabilidad. El año pasado murieron en las carreteras urbanas e interurbanas 455 usuarios de motocicletas, frente a los 301 de 2013. Desde entonces, el número de fallecidos ha aumentado un 37%: es el tipo de vehículo con peor tendencia en la última década, y la situación resulta más grave si se pone en perspectiva.

Las motos representan el 15% del parque automovilístico y menos del 3% de los desplazamientos, pero uno de cada cuatro fallecidos en siniestro vial en 2023 viajaba en moto. El riesgo de morir sobre dos ruedas “es 18 veces superior” en comparación con los coches, ha recordado Marlaska. “Estas cifras son inadmisibles”, ha reconocido.

Para revertir las cifras, la DGT ha tomado medidas específicas para los motoristas, como la vigilancia durante los fines de semana de junio a octubre en las carreteras con alta presencia de estos usuarios (con radares y motos camufladas)  y, a medio plazo, varias reformas normativas enfocadas en este sector. Así, una próxima reforma del reglamento de circulación obligará a los motoristas a usar guantes, calzado cerrado y casco integral en las vías interurbanas, al tiempo que permitirá usar el arcén (a un máximo de 30 km/h) durante las retenciones.

Otro de los pasos esperados es la modificación del sistema de obtención del permiso A, que da acceso a las motocicletas de mayor cilindrada y potencia. La DGT dará más peso a las pruebas prácticas (lo que exigirá una formación más intensa) y obligará al uso del airbag en los exámenes, de manera que los motoristas se familiaricen con el accesorio. 

“Me gustaría que el uso del airbag se consolide como algo normal en el equipamiento de los motoristas. Nos jugamos la vida, y vestir un chaleco-airbag es un gesto que puede prevenir lesiones irreparables. Una ayuda para disminuir el índice de mortalidad de los motoristas”, ha zanjado Grande-Marlaska.