Con más de 50 millones de unidades vendidas a lo largo de 12 generaciones, la marca japonesa tiene muy claro hacia dónde quiere ir con el Toyota Corolla. Su fórmula funciona y, por eso, la firma ha escuchado a los conductores y ha mejorado las áreas en las que se demandaban cambios, dejando intactas aquellas que ya resultaban solventes. Su imagen es una de ellas, porque apenas recibe modificaciones.
El compacto estrena retoques en los faros, las llantas (de 16 a 18 pulgadas según versión), colores exteriores disponibles (uno para cada una de las carrocerías: compacta, sedán y Touring Sports) y tapicerías. Sin embargo, es completamente reconocible y familiar.
Más tecnológico
Las dos áreas en las que se ha puesto especial hincapié es en la tecnología y en la oferta mecánica.
En el primer apartado, el elemento que más destaca es la nueva pantalla central de 10,5 pulgadas, de serie desde el acabado Style Plus, que es el que concentra el mayor número de ventas.
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Esta pantalla se combina con el cuadro digital de 12,3 pulgadas. En las versiones inferiores, las medidas de ambos elementos son, respectivamente, de ocho y siete pulgadas.
También se ha ampliado de manera notable la cantidad de asistentes de conducción, con incorporaciones como el control de aceleración errónea a baja velocidad o el sistema de parada de emergencia, que detiene el coche y pone las luces de emergencia si detecta falta de respuesta por parte del conductor.
Además, Toyota ha optimizado el sistema precolisión, que ahora asiste ante impactos laterales o en intersecciones.
Más potencia y la misma eficiencia
La marca ha escuchado los comentarios de sus clientes, que se quejaban de la falta de respuesta de su motor de acceso. La compañía ha solventado el problema incorporando la quinta generación de su sistema híbrido. Con esto, ha mejorado en su parte eléctrica, dándole un extra de pegada, pero sin sacrificar su eficiencia.
Así, la mecánica de acceso aumenta de 122 a 140 CV, mejorando su aceleración de 0 a 100 km/h a 9,2 segundos (1,7 más rápido que antes). La superior hace lo propio de 180 a 196 CV, recortando cuatro décimas su tiempo en el sprint para fijarlo en 7,5 segundos.
A pesar del aumento (y todavía a falta de homologación final), la marca anuncia que tanto el consumo como las emisiones se han mantenido intactos en la versión inferior y se han rebajado ligeramente en la superior.
Tres carrocerías
Dejando al lado el Corolla Cross, que es un modelo aparte, el Corolla 2023 mantiene su oferta de tres carrocerías. La de cinco puertas es la versión central, pues supone el 42% de las ventas. La acompañan el Corolla Touring Sports, variante familiar para quienes necesiten más espacio y versatilidad, y la carrocería sedán. Esta cuenta es menos popular entre los particulares, pero triunfa en el sector del taxi.
La firma ha actualizado la gama de acabados, en general mejorando la dotación que trae consigo cada nivel de equipamiento. Y varían en función de cada carrocería.
Así, el cinco puertas de 196 CV solo puede elegirse con distintas variantes del GR Sport, el familiar presenta la mayor variedad y el sedán cuenta con un acabado exclusivo denominado ECO, con elementos pensados para los profesionales que pasan muchas horas al volante (como el apoyo lumbar eléctrico o el volante y asientos calefactados).
La marca ha adelantado la presentación del modelo, pero sus pedidos no se abrirán hasta el 5 de octubre (cuando se detallará la gama y precios al completo), y ya ha anunciado que las primeras entregas no tendrán lugar hasta febrero.
Por el momento, se ha anunciado el precio de partida de cada una de las tres carrocerías: 24.200 euros para el cinco puertas, 25.650 euros para el sedán y 25.800 euros para el Touring Sports. Son las mismas tarifas que el actual, pero mejoran tanto el rendimiento como la dotación de equipamiento.
Al volante del Toyota Corolla 2023
Durante la breve toma de contacto, se ha podido probar el Corolla sedán de acceso, con 140 CV, porque la marca todavía no dispone de ejemplares con la motorización más potente.
Lo cierto es que la mejora mecánica es evidente. A la mecánica previa de 122 CV se le achacaba una falta de respuesta al pisar el acelerador que ahora se ha solventado. Con la más leve presión, se nota el empuje de la parte eléctrica del sistema híbrido, lo que le confiere un vivo reprís a la hora de salir desde parado, pero también al apretar el pedal a fondo para llevar a cabo una recuperación.
Con 140 CV, se presenta como una copión bastante equilibrada, que permite ir a un ritmo vivo (pero no de carácter deportivo, algo que corresponderá a la variante superior) sin gastar mucho por el camino.
A falta de cifras oficiales, el ordenador de a bordo registró un consumo de 4,7 litros cada 100 kilómetros, apenas 0,2 l/km sobre lo que el actual sedán de 122 CV homologa sobre el papel, lo que es muy buen indicativo.
Destaca, por otra parte, lo silencioso que es al acometer maniobras lentas y al circular a ritmo tranquilo. Sin embargo, en aceleraciones más agresivas, la rumorosidad es ahora bastante mayor.
En cuanto al otro punto destacado de la actualización, la pantalla central, su mayor tamaño mejora la visibilidad. Y, aunque ha perdido la mayoría de los botones analógicos, la superficie táctil es bastante reactiva y funciona de manera fluida.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.