Dentro del compromiso a largo plazo de Mazda de dar respuesta a las demandas de sus clientes y del mercado, la marca ha decidido implementar una mecánica que ya lleva tiempo montando en el Mazda CX-5 y que tiene algunas características más que interesantes, como la desactivación de cilindros o el sistema Mazda M-Hybrid.
Esta mecánica ofrece una reducción de la rumorosidad y unos consumos muy ajustados con un incremento del par útil a bajas y medias revoluciones.
Desarrolla 140 CV a 5.000 rpm y un par máximo de 238 Nm a 3.300 rpm, con unos consumos de entre 5,9-6,2 l/100 km para el Mazda3 y de 6,0-6,6 l/100 km para el CX-30.
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Con cambio manual o automático
Esta mecánica, que sustituye a las anteriores de 122 y de 150 CV, se puede asociar a una transmisión manual de seis velocidades Skyactiv-MT o a la automática Skyactive-Drive también con seis relaciones.
En cuanto a su sistema de desactivación de cilindros, puede funcionar con dos o con cuatro cilndros, cambiando de una a otra configuración de forma muy suave y prácticamente imperceptible para el conductor. Por ejemplo, cuando se circula con cargas bajas y en llano a velocidad constante, el sistema desconecta automáticamente los cilindros uno y cuatro para reducir combustible.
Hibridación ligera de 24 voltios
El sistema híbrido ligero de 24 V contribuye a reducir el consumo, además de permitir lucir la etiqueta ECO de la DGT. Y lo hace reciclando la energía que se produce durante las deceleraciones, para alimentar el motor eléctrico que asiste al de combustión.
Con esto también facilita unas transiciones más suaves al arrancar, acelerar o detener el coche. Y, por supuesto, mejora las cifras de consumo y emisiones nocivas.
En el Mazda3 y en el Mazda CX-30
Ambos modelos se ven favorecidos por la llegada de este nuevo motor a sus respectivos portfolios mecánicos. Nada cambia a nivel estético y a nivel de equipamiento sí es cierto que se mejora, con la inclusión de, entre otros sistemas, Alexa.
Y es que los dos suponen la mitad de las ventas de todos los modelos de la marca en España. Además, en ellos, el 80% ya se vendían con el anterior 2.0 Skyactiv-G.
Con un precio que parte de los 27.350 euros en el caso del Mazda3 y de 30.790 en el caso del Mazda CX-30, los dos se benefician de ciertos descuentos promocionales y por financiación que son, en el primero de los supuestos, de 2.000 euros para el 3 y de 3.200 para el CX-30.
En marcha, la suavidad y la ausencia de rumorosidad hasta las 3.000 rpm es superlativa. Pero claro, la ausencia de un turbo obliga a subir un poco de revoluciones el motor si se quiere algo más, aunque el ruido que llega al habitáculo está bien contenido.
En cualquier caso se nota una leve mejoría en su entrega de par y hace este motor más redondo y equilibrado para una conducción tranquila. Además, este motor promete una reducción en consumo respecto al anterior 2.0 de 150 CV de en torno al 2%, cifra que se corroborará en pruebas ulteriores más extensas.
Ya están en los concesionarios con la garantía habitual de Mazda, es decir, seis años o 150.000 kilómetros.
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