Xpeng. A muchos no les sonará de nada. Y es que esta marca de automóviles se fundo en 2014 en Guangzhou (China), de la mano de un grupo de emprendedores que compartían el objetivo de transformar la movilidad gracias a la tecnología.
A finales de 2024 llegaban a España de la mano del importador luso Salvador Caetano Auto. Su gama de modelos está formada por dos carrocerías SUV (el pequeño G6 y el grande G9) y una berlina deportiva (P7). Todos 100% eléctricos.
Más información
Xpeng G9
Ahora ha pasado por la redacción su buque insignia, el Xpeng G9. Un SUV de casi 4,90 metros de longitud, 1,94 de ancho y 1,68 de alto. Es decir: grande, muy grande. Estas medidas, de hecho, le encuadran dentro del segmento E, una zona repleta de coches de lujo y con un equipamiento muy importante.
Pero antes de ver su impresionante interior, no menos lo es su exterior, con un frontal con una tira de luz led bastante fina y de lado a lado que ya vista por el retrovisor hacen preguntarse qué vehículo es ese que se acerca. Bajo esa línea luminosa, se ubican dos grandes grupos ópticos en los extremos y una rejilla de aireación en la parte baja.
El lateral define las líneas típicas de un SUV familiar, con unas llantas de 19 pulgadas que, dado el gran tamaño general del coche, no desentonan ni parecen demasiado exageradas.

La zaga también se presenta recorrida por una gran tira de luz led y por las letras ‘XPENG’ situadas entre la luz y la luneta trasera.
En el interior está lo mejor
Abrir las puertas del Xpeng es acceder a un interior tecnológico y lujoso a partes iguales. Tan tecnológico que, a veces, supera la practicidad de mandos más convencionales. Como por ejemplo el ajuste eléctrico del volante y de los espejos retrovisores exteriores, que se hacen a través de la gran pantalla central.

Una pantalla de 15 pulgadas a través de la cual se maneja casi la totalidad de las funciones del vehículo. Su software es bastante rápido, pero a veces las pulsaciones en la pantalla tienen que ser un poco más fuertes de lo normal.
Tras el volante, una de instrumentación de 10 pulgadas y otra tercera, para el pasajero y de serie, también táctil como la central y dedicada a entretenimiento para el copiloto, también de otras 15 pulgadas.
Asimismo cuenta con una ‘app‘ que, a través del móvil permite múltiples funciones como ver la autonomía restante, abrir o cerrar el coche o las ventanillas o, lo más interesante e impresionante: aparcar el coche con el móvil.

Y ahora viene lo mejor. Además del espacio disponible, los asientos. Delante, el del copiloto con una posición denominada ‘siesta’, que se reclina y levanta un soporte inferior para las piernas. Pero ambos (delanteros) cuentan con ajuste eléctrico, masaje, ventilación y tapizado en cuero Nappa. Y, por cierto, con cinturón de seguridad de color marrón a juego con el color de la tapicería.

La segunda fila tiene mucho espacio en todos los sentidos, incluso sensorialmente, debido al efecto de luminosidad que provoca el techo solar. Es muy grande, pero también es verdad que no le vendría mal una cortinilla.
El maletero cubica va desde los 660 hasta los 1.576 litros. Se añade bajo el capó un frunk de 71 litros para guardar cables y alguna cosa más.
Motor y dinámica
El modelo de esta prueba era el Xpeng G9 RWD Long Range, es decir, el que tiene tracción trasera y una autonomía de hasta 570 kilómetros gracias a una batería de 93,1 kWh. Su consumo homologado es de 19,4 kWh/100 km; algo bastante realista y que en condiciones reales puede subir hasta 22 o 23 kWh/100 km y que solo supera esa cifra si se pisa el acelerador con más alegría o se circula en modo Sport más habitualmente. La autonomía real con una conducción más al uso, se queda en unos 420-430 kilómetros, que tampoco están nada mal.

Además, permite una carga rápida de hasta 300 kW en estaciones de corriente continua, recargando del 10 al 80% en solo 20 minutos. El problema será encontrar esos cargadores. Pero ya en uno de 150 kW, mientras se desayuna, por ejemplo, se puede cargar un par de cientos de kilómetros extras.
Este mastodonte y sus baterías superan con creces las dos toneladas de peso holgadamente, y más concretamente alcanza los 2.210 kilos. Pues bien, a pesar de ello, sus 230 kW (313 CV) de potencia le permite cubrir el 0 a 100 km/h en 6,4 segundos o alcanzar los 200 km/h de velocidad punta.
Así que esa aceleración se nota a bordo muy instantánea y contundente, de sobra para el día a día e incluso para algunos días en los que el conductor se sienta más ‘piloto’ o si se activa el modo Sport.
Eso sí, el peso traslada sus inercias y aunque la suspensión sujeta bien la carrocería es inevitable detectar ciertos vaivenes en cambios rápidos de dirección. La dirección es correcta, pero pierde algo de precisión y sensibilidad a media que aumenta la velocidad.
Respecto a los frenos, de tacto algo blando y esponjoso no son lo contundentes que deberían y no están a la altura del coche, pero tampoco representan un problema de seguridad.

Precio y equipamiento
Este modelo parte de un precio de 62.990 euros pero a cambio el equipamiento es más que completo. A todo lo comentado en el interior del vehículo se le suma una auténtica batería de ayudas al conductor.
Lo malo es que no todos estos ADAS funcionan como deberían. Y eso que utilizan ondas milimétricas de alta definición, sensores de ultrasonidos, cámaras de conducción y cámaras de alta percepción. Pero todo esto, en algunos momentos, no se deben entender muy bien. Por ejemplo con las luces largas automáticas. Da igual que vayan coches delante. Las enciende de repente, con el consiguiente susto para el conductor y problema para el vehículo precedente. Y da igual que se quite el automatismo. Lo vuelve a poner y las vuelve a encender cuando le parece. Que no suele ser en el momento más apropiado.
Un mal menor que, a buen seguro, se solucionará más pronto que tarde, en el corto tiempo de respuesta habitual de los chinos y que no debe empañar la sorprendente calidad general de un coche que ya puede hablar de tú a tú, no a los premium alemanes, que todavía están por encima en muchos sentidos, si no a otras marcas semi-premium europeas con precios similares.
Y para los que estén dubitativos sobre la calidad de este coche o su posible fiabilidad y durabilidad en el tiempo, hay que decir que Xpeng ofrece en todos sus productos una garantía de cinco años o 120.000 kilómetros, que se extiende a ocho años o 160.000 kilómetros para la batería.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram