Romper con los estereotipos. Ese parece ser el objetivo de la marca china DFSK con su gama en general y con el Seres 3 en particular. El SUV compacto 100% eléctrico se lanza al mercado español como una alternativa a los modelos más conocidos y puede servir para democratizar (con matices) los acabados premium: los precios arrancan en 32.495 euros con descuentos promocionales y financiación, y desde 25.495 euros con las ayudas del Plan Moves III incluidos.
Es el primer vehículo sin emisiones que la firma pone a la venta en España (su gama se completa con los 580 y F5) y se trata de un modelo que nace con grandes expectativas. El fabricante espera que a partir del año que viene represente la mitad de sus ventas en el país.
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Con el Seres 3, sobre el papel, DFSK ofrece un coche eléctrico asequible y con un equipamiento completo, y a la vez pretende desterrar los prejuicios establecidos sobre los coches chinos. Como argumento, la marca reconoce que los motores térmicos del país asiático están por detrás de sus contrincantes occidentales, pero en los propulsores eléctricos el punto de partida para todos es mucho más parejo.
El diseño del DFSK Seres 3 está marcado por la presencia de una ancha parrilla delantera y por detalles que quieren transmitir dinamismo, como las llantas de 18 pulgadas, los esculpidos pasos de rueda o el pilar ‘C’ flotante. La paleta de colores está formada por cuatro opciones, siendo el rojo el tono de serie y ofreciéndose como extras el blanco, el azul y el negro. En conjunto, la imagen del SUV a pilas es solvente.
Con una longitud de 4,35 metros, es de los modelos más grandes de su segmento, solo por detrás de rivales como el Mazda MX-30, y por encima de alternativas como el Kia e-Niro o el Peugeot e-2008. Tiene cinco plazas hábiles y su maletero cubica 310 litros.
El habitáculo confirma el posicionamiento que busca DFSK y sorprende gratamente por sus acabados, con asientos tapizados en cuero, volante deportivo forrado en piel, molduras de aluminio y acabados en piano lacado. Llaman la atención detalles como el diseño de las salidas de aire y la configuración del selector de marchas, que permanece oculto en la consola central y se despliega al encender el motor. Sin embargo, el acabado de los controles del volante multifunción –de un plástico algo endeble– contrasta con la buena sensación general: en ocasiones hubo que pulsar más de una vez para que reconocieran las órdenes.
El DFSK Seres 3 solo se va a vender con un nivel de equipamiento, bastante completo y con elementos como el cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas (que de momento solo está en inglés o en chino) y una pantalla central del mismo tamaño, así como una superficie de carga inalámbrica para dispositivos móviles. El sistema multimedia –que sí está en español– es compatible con Android Auto por cable y con Apple CarPlay de manera inalámbrica. A esto se añaden el techo solar, los asientos delanteros calefactados y el sistema de audio de seis altavoces, entre otros detalles.
También es único el sistema de propulsión del DFSK Seres 3: desarrolla 160 CV y 300 Nm, acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 160 km/h (la mejor de su segmento junto con el Enyaq iV). En la práctica, esto se traduce en unas prestaciones correctas para mover los 1.765 kilos de peso del todocamino en orden de marcha.
Su batería de 53,61 kWh homologa una autonomía 329 kilómetros según el ciclo WLTP, cifra que parece bastante realista. La prueba de conducción se llevó a cabo en una ruta de 53 kilómetros por ciudad y, sobre todo, por carreteras secundarias y autopista. El trayecto comenzó con el 97% de carga y 337 kilómetros de alcance teórico: tras una conducción convencional, a la llegada el DFSK Seres 3 todavía conservaba el 80% de la batería y anunciaba una autonomía restante de 281 kilómetros, por lo que las cifras se ajustan mucho a lo anunciado por el fabricante.
No fue posible resetear el consumo medio del vehículo, que partía de 22 kWh cada 100 kilómetros, pero en el trayecto se consiguió bajar la media a 21 kWh, así que el dato real parece acercarse a los 17 kWh cada 100 kilómetros homologados.
A nivel dinámico, las sensaciones fueron correctas. Se trata de un vehículo más cómodo que preciso, que filtra bien las irregularidades del terreno y tiene una insonorización correcta, pero que balancea algo en giros pronunciados que se toman a una velocidad alegre. Es posible cambiar entre los modos de conducción Eco, Normal y Sport, con una notable diferencia de entrega de potencia entre el primero y el último.
También es reseñable que, al contrario de lo que ocurre en muchos eléctricos actuales, la capacidad de retención del DFSK Seres 3 al soltar al acelerador es realmente baja, lo que hace que su comportamiento sea más parecido al de un coche de gasolina o diésel. Incluso en el modo de regeneración alta, hay que estar atento al freno para detener con anticipación el coche.
La batería del SUV chino es compatible tanto con cargas en corriente alterna (tarda ocho horas en recuperarse al completo) como con sistemas de corriente continua más rápidos: puede pasar del 0 al 80% de su capacidad en 30 minutos.
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