Un utilitario con aires de categoría superior. Al igual que se ve y se siente en los actuales Seat Ibiza y Volkswagen Polo, Ford Fiesta y Renault Clio, el nuevo Peugeot 208 presenta un empaque, calidad y aplomo de marcha casi de familiar compacto, el siguiente escalón en tamaño en el catálogo del automóvil. Y consigue superar al modelo actual en casi todo. Ofrece un diseño con más músculo, un interior más cuidado, mayor equipamiento, especialmente de seguridad, y hasta una triple oferta mecánica que marca la diferencia con la competencia, porque es el único utilitario del mercado que reúne versiones de gasolina, diésel y eléctrica pura.
Todas las variantes están ya a la venta, aunque los Peugeot 208 de combustión llegarán a España a mediados de noviembre, mientras que los eléctricos, denominados Peugeot e-208, aparecerán en enero de 2020.
Más información
Las versiones de gasolina se venderán desde 15.200 euros, que podrán bajar a poco más de 11.000 con todos los descuentos disponibles (se desglosan más abajo). Y el eléctrico tiene una tarifa de salida de 31.350, pero con las promociones se reduciría a 27.250 y, si se suma el Plan MOVES del Gobierno, que otorga 5.500 euros para la compra de vehículos a pilas, se quedaría en 21.750.
A continuación, un análisis detallado con los cinco puntos fuertes del nuevo Peugeot 208 y, también, sus dos apartados menos convincentes. El próximo Opel Corsa, que comparte carrocería, motores y chasis con este 208, debería presentar también cualidades similares. Y saldrá antes de que termine el año.
Diseño
Evoluciona la imagen del modelo actual, pero con mayor músculo y un tamaño algo superior que ayuda también a reforzar su empaque. El nuevo Peugeot 208 recoge el lenguaje estético de los coches más grandes de la casa, como el SUV 3008 y la berlina 508, y destaca por su expresividad. Es de esos coches que exalta el diseño y, aunque puede gustar más o menos, no suele pasar inadvertido ni dejar indiferente.
Ahora mide 4,05 metros de longitud, ocho centímetros más, y es asimismo un poco más ancho y bajo, unas dimensiones que potencian el aplomo de su planta y definen una apariencia más dinámica.
Hay cuatro acabados disponibles, Like, Active, Allure y GT Line (más un GT para el eléctrico), y aunque los tres primeros van sofisticando el aspecto exterior (a base de llantas, molduras decorativas, diferencias en el trenzado de la parrilla), es el último el que introduce mayores cambios: espejos, techo y parrilla en color negro, y salidas de escape más grandes (puede llevar una o dos, según motor, o ninguna, como en el eléctrico).
Interior
Al igual que la carrocería, la cabina recoge también una presentación similar a la de los Peugeot citados. Y gana categoría frente al 208 de ahora. El diseño, los materiales, los equipos y las terminaciones crean una atmósfera moderna, refinada y más vistosa que en la mayoría de utilitarios similares.
La instrumentación digital, con efecto 3D (está formada por dos láminas superpuestas), es uno de los componentes más originales del interior, al igual que el pequeño volante y las formas escalonadas del salpicadero. La pantalla de la consola, en cambio, no resulta tan satisfactoria: es grande, pero el diseño de los menús y los gráficos parecen ya superados, al menos en comparación con los modelos equivalentes.
Incluye cinco plazas y un maletero algo pequeño de 265 litros que, como contrapartida, puede integrar una rueda de recambio normal, igual que las otras cuatro.
Motores
Tres mecánicas 1.2 de gasolina y tres cilindros, con 75, 100 y 130 CV, y una 1.5 turbodiésel de cuatro cilindros y 100 CV. Esta es la paleta de propulsores (de combustión) disponible en el nuevo utilitario de Peugeot, que destaca por su eficiencia.
El chasis es de reciente desarrollo, está preparado para acoger ya tecnologías eléctricas (como la variante e-208, que gracias a este aspecto mantiene la misma habitabilidad que las térmicas) y ahorra 30 kilos frente al modelo saliente, aunque el mayor tamaño y equipamiento hacen que el coche sea finalmente más pesado.
El primer motor es atmosférico, se asocia a un cambio manual de cinco marchas y ofrece prestaciones discretas, con casi 15 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (5,5 litros de consumo medio WLTP). El de 100 CV, en cambio, lleva ya turbo y mueve mucho mejor el peso (1.165 kilos), y permite afrontar viajes por autopista con suficiente desahogo (5,6 litros). Está disponible con una caja manual de seis relaciones o una automática de ocho que funciona con rapidez y suavidad, bastante mejor que en otros modelos compactos del Grupo PSA.
La variante superior, solo combinable con el cambio automático (lleva levas en el volante), rinde 130 CV y aporta un sonido más estimulante y prestaciones casi de mini-GTi, con un paso de 0 a 100 en 8,7 segundos (5,7 litros de gasto medio WLTP).
Al hilo de las prestaciones, el fabricante ha confirmado que la versión GTi ya no se va a fabricar. Pero sí, que este nuevo Peugeot 208 ofrecerá variantes dirigidas a contentar al público deportivo, sin concretar más.
El propulsor diésel, por su parte, ofrece el menor consumo (4,2 litros de media) y, si no se sube mucho de revoluciones, también una sonoridad contenida y buena finura de funcionamiento. Cubre el 0 a 100 en 11,4 segundos.
Comportamiento
Bajo y aplomado. Así se siente el nuevo Peugeot 208 al conducirlo. La suspensión, más firme que suave, contiene los movimientos de carrocería, que son muy limitados porque el modelo apenas balancea. Es de esos coches que divierte al conductor y rueda con viveza, aunque al ser más grande y estar mejor insonorizado que el actual, las sensaciones llegan más filtradas y no transmite tanto. Cede algo de emoción a cambio de ganar empaque y comodidad.
Si el asfalto está liso, logra aunar confort y dinamismo con brillantez; cuando el piso presenta una superficie más rizada, los ocupantes perciben ciertos traqueteos que pueden mermar el refinamiento de marcha.
Su bajo peso (de 1.023 a 1.165 kilos en las versiones térmicas), puesta a punto dinámica y dirección tirando a rápida (aunque poco informativa), permiten enlazar curvas con agilidad en carreteras secundarias, pero, al mismo tiempo, mantiene siempre una pisada estable que se agradece en los desplazamientos por autopista. Se nota, en definitiva, más coche que antes.
Peugeot e-208
Mantiene sensaciones parecidas a las variantes de combustión, aunque con mayor suavidad de funcionamiento y casi sin sonoridad mecánica, como es habitual en los modelos de baterías. Incluye un motor de 136 CV y es la alternativa que mejor acelera, porque realiza el 0 a 100 km/h en 8,1 segundos, superando al gasolina de 130 CV.
El peso sube hasta 1.455 kilos, pero curiosamente, su suspensión parece menos rígida. La batería tiene 50 kWh de capacidad y otorga una autonomía WLTP de 340 kilómetros.
La velocidad máxima se ha autolimitado a 150 km/h, y la respuesta del coche al acelerador depende mucho del modo de conducción seleccionado: en el Eco es algo lenta; en el normal tiene ya buen empuje y en el Sport ofrece los 136 CV citados (en los otros limita la potencia y el par) y acelera con contundencia.
La marca ha anunciado que la batería se comprará con el coche, no se alquilará. Tiene una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros, lo que primero suceda, y se reemplazará si su rendimiento decae del 70%.
La recarga, por su parte, admite hasta 100 kW y permite recuperar, en un poste rápido de esa potencia, el 80% de la pila en 30 minutos. En casa, en un enchufe normal (2,3 kW) tarda 16 horas en recargar el 100%; con un Wallbox monofásico (7,3 kW; Peugeot lo regala como promoción de lanzamiento), 7h 30m y, con otro trifásico (11 kW), baja a 5h.
Lo menos bueno
Pero el nuevo Peugeot 208 presenta también sus inconvenientes. Y uno de ellos es la habitabilidad, porque su diseño condiciona el espacio disponible en el interior, y tanto las plazas traseras como el maletero son de los más pequeños entre los utilitarios de última generación. La zona de carga, por ejemplo, ofrece 265 litros, mientras que un Ibiza llega a 355 litros, un Clio a 340 y un Fiesta a 303.
El puesto de conducción de Peugeot, el i-Cockpit, es otro punto que no convence por igual a todos los conductores. Obliga a colocar el volante muy bajo, casi rozando con las rodillas, para poder ver la instrumentación y, en función de la estatura del piloto, este ajuste definirá una postura a los mandos más o menos ergonómica y natural. En el caso del redactor, con una estatura de 1,87 metros, el resultado no es adecuado, y el diseño le exigía elegir entre ir cómodo o ver la instrumentación. Conviene que cada uno lo pruebe para decidir si le vale o no.
Precios
GASOLINA
- 1.2 75 CV man. 5 vel.: desde 11.200 euros
- 1.2 turbo 100 CV man. 6 vel.: desde 13.400
- 1.2 turbo 100 CV aut. 8 vel.: desde 15.000
- 1.2 turbo 130 CV aut. 8 vel.: desde 18.200
DIÉSEL
- 1.5 BlueHDi 100 CV man. 6 vel.: desde 18.700 euros
ELÉCTRICO
- 136 CV, batería 50 kWh: desde 21.750 euros (27.250 sin MOVES)
Las tarifas incluyen todas las promociones disponibles: 2.000 euros de descuento directo; 1.200 por entregar un usado; 900 por financiar la compra con la marca, y otros 500 si el acabado elegido es uno de los dos superiores, Allure o GT Line. En el caso del Peugeot 208 eléctrico, se otorgan otros 500 euros extra y Peugeot regala un Wallbox. Y el Gobierno bonifica la compra con 5.500 adicionales, la ayuda del Plan MOVES.
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