Se trata de uno de los coches deportivos más famosos de todos los tiempos y fue seleccionado para protagonizar en 2009 la cuarta entrega de Fast & Furious junto con los actores Vin Diesel y el desaparecido Paul Walker.
Nissan fabricó el Skyline R34 GT-R entre los años 1999 y 2002, siendo su última evolución la que apareció en la película. Apodado ‘Godzilla’ por los incontables seguidores de este carismático modelo, dispone de un motor de seis cilindros y se distingue de sus indómitos antecesores R32 y R33 en que se hizo más cómodo en su interior y también en su conducción.
Aunque en las escenas de acción del rodaje se utilizaron diversos Skyline convencionales disfrazados, ahora se va a subastar el coche auténtico que condujo personalmente Paul Walker, para lo cual fue modificado en profundidad siguiendo sus instrucciones directas.
Mejoras personalizadas
Piloto de carreras y gran coleccionista de coches deportivos, Walker indicó entre otras cosas que se eliminaran los vinilos exteriores para así resaltar la pureza de líneas y el clasicismo del Skyline. Además, pidió que en su interior se acoplara la gran pantalla de información que aparece en la película marcando el recorrido de la competición callejera y que le instalaran un volante Momo Sport Alcantara.
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En cuanto a la mecánica, el actor exigió además de otras mejoras un radiador intercooler Turbonetics para mejorar el rendimiento del motor sobrealimentado hasta los 550 CV, un sistema de escape Nismo NE-1, muelles de amortiguación Nismo y un conjunto de frenos Rotora con pinzas de seis pistones.
Considerado ya como un objeto de culto automovilístico y cinematográfico, el Nissan Skyline R34 GT-R azul del año 2000 fue el que que acompañó en la famosa cinta al personaje Brian O’Conner, interpretado por Walker. Y va a ser puesto a la venta del mejor postor próximamente, en concreto la puja comenzará el próximo 28 de abril en la galería de subastas Bonhams.
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