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La exploración espacial en la actualidad se encuentra en un punto álgido. Desde la carrera espacial, en plena Guerra Fría, no había tanto interés por parte de las naciones y las empresas privadas en subirse a la ola de la conquista del espacio.
Hace un año, Hyundai Group firmó un acuerdo de investigación multilateral con seis institutos de investigación coreanos en el sector aeroespacial (desde el Instituto Coreano de Astronomía y Ciencias Espaciales hasta el Instituto Coreano de Tecnología Automotriz) para desarrollar una solución de movilidad que permita la exploración de la superficie lunar.
El grupo de trabajo ya ha decidido la dirección, en cuanto a su desarrollo, que va a seguir este ejemplar de movilidad de exploración lunar. Esperan completar la unidad de prueba inicial antes de la segunda mitad de 2024 y tienen como objetivo suministrar un modelo que tenga capacidad de lanzamiento en 2027.
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Para el desarrollo del róver lunar, se están empleando tecnologías avanzadas de robótica y conducción autónoma de los departamentos del ramo de Hyundai Motor Company y Kia Corporation. Entre otros sistemas, destacan las cámaras lídar, el sistema de conducción (motor, ruedas, suspensión), los elementos para la recarga (paneles solares, baterías) y la ingeniería para la fabricación de robots del departamento Hyundai Rotem.
Muchos de estos avances ya se han probado en diferentes vehículos de las marcas de movilidad del Grupo: Hyundai, Kia y Genesis. La compañía coreana lleva años desarrollando, por ejemplo, el nivel cuatro de conducción autónoma (el coche es completamente autónomo en algunas situaciones de conducción, pero no en todas) en diversas carreteras europeas.
Róver lunar
El vehículo de exploración contará con dos zonas bien diferenciadas. Por un lado, la zona inferior, en la que irán montados todos esos sistemas de conducción automática. En la sección superior, se ubicarán las cargas útiles y los aparatos de medición científicos para la exploración de la superficie lunar.
Por su parte, el róver también contará con un escudo térmico y un blindaje contra la radiación para soportar el clima extremo de la superficie lunar. Tras el periodo de desarrollo, el plan es aterrizar cerca del polo sur de la Luna para llevar a cabo varias misiones científicas. El róver de conducción autónoma alimentado por energía solar pesará alrededor de 70 kilos.
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