Intenta reparar su Lamborghini con algo que encontró en casa y acaba pagando miles de euros a un taller

Convertirse en propietario del coche soñado implica una serie de elevados gastos que van más allá del precio de compra.

lamborghini huracan
El propietario de un Lamborghini Huracán quiso repararlo por su cuenta y salió mal. | YouTube: DC MotorWerks

Comprar un Lamborghini Huracán, aunque sea de segunda mano, es un sueño hecho realidad para muchos conductores. Eso sí, al dar este paso hay que tener en cuenta gastos como el seguro, los neumáticos o el mantenimiento.

Al año, el mantenimiento de un Lamborghini puede suponer una inversión media de 3.000 euros: esta cifra siempre dependerá del modelo y del lugar donde se lleve a cabo la operación (un taller oficial o uno independiente).

Estas abultadas cifras empujaron al propietario de un Lamborghini Huracán a repararlo por su cuenta. Poco después de comprarlo, el deportivo tuvo un problema en las válvulas y el dueño, junto a un amigo, desmontó la culata, la reparó con silicona y volvió a montarla.

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Rumbo a un taller profesional

Al intentar arrancar el Lamborghini Huracán, nada salió como esperaba. Después de su desastroso intento de reparación, tuvo que llevar su coche al taller DC Motorworks (Estados Unidos). Allí, el diagnóstico fue claro.

Debido al uso excesivo de silicona en la junta de la culata, el motor estaba gravemente dañado. A esto hay que añadir que el circuito de lubricación del aceite estaba obstruido, los árboles de levas corroídos y toda la culata dañada.

Por otro lado, la correa de distribución del Lamborghini Huracán estaba desalineada 90 grados, algunos pernos estaban mal apretados y las juntas se instalaron sin seguir las instrucciones del fabricante.

El problema es que, como ocurre con otras marcas de este nivel, las piezas no son reemplazables individualmente. Una vez dañados, es imposible repararlas una por una: hay que cambiar todo el conjunto y para ello, es necesario pedirlo a la fábrica.

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Una factura de 18.500 euros

Entre la sustitución de culatas, árboles de levas, engranajes de distribución y el tiempo dedicado al desmontaje, la inspección, el montaje y las pruebas, la factura ascendió a unos 20.000 dólares (17.235 euros, según el cambio actual).

El propietario, que esperaba ahorrarse unos miles de euros trasteando con el coche él mismo, acabó con una factura mucho mayor de lo previsto. Afortunadamente, el V10 del Lamborghini Huracán ha vuelto a funcionar perfectamente.

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