La frontera está en 2035, y no queda tan lejos. Dentro de 20 años el coche autónomo empezará a generalizarse. Ese el panorama que pintó ayer en Evento Blog España el responsable de Ingeniería de Producto y Validación en Renault, Sergio Díez. A su parecer, “el coche autónomo va a permitir reinventar la experiencia dentro del coche; así, se podrán dedicar las horas muertas que se pasa dentro del coche al entretenimiento o a trabajar, lo que aumentaría la productividad».
Sus palabras corroboran la opinión de otros expertos. Uno de los cofundadores de Uber, Travis Kalanick, marca el mismo límite temporal: dentro de dos décadas los vehículos sin conductor sustituirán los automóviles conducidos por humanos.
Aunque a veces parezca lo contrario, Tesla no está sola. Todas las grandes marcas hacen horas extra para avanzar hacia el vehículo del futuro. La tecnología, de hecho, ya permite que los coches funcionen por su cuenta, pero hay otros frentes por resolver: entre ellos, la interacción con los imprevisibles conductores humanos o cuestiones como la responsabilidad de las aseguradoras o la toma moral de decisiones.
Sobre esto último, un estudio de este año del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) planteaba un curioso (y peliagudo) dilema: ¿qué debería hacer un coche autónomo ante un accidente inminente? ¿Atropellar a un grupo de diez peatones o “sacrificar” a los ocupantes del coche?
Por una mera cuestión de números, el 76% de los sondeados consideraron más «moral» que el vehículo se saliera de la vía y arriesgara la vida de los pasajeros (como máximo cinco) antes que atropellar a diez peatones. Sin embargo, solo un tercio de los encuestados se subiría a un coche autónomo programado de esta manera.
En cualquier caso, lo que no se discute es si la conducción autónoma es posible, sino en qué fecha estará generalizada. Este es, de momento, el trabajo que están desarrollando las marcas, muchas de las cuales han firmado la Declaración Europea de Ámsterdam para promover un marco legislativo favorable al coche autónomo.
TESLA
Es el caso más conocido, pero no el único. La empresa de Elon Musk ya ha anunciado que todos los modelos fabricados a partir de ahora contarán con el sistema Autopilot 2.0, que permite una conducción totalmente autónoma. Ya hemos visto en más de una ocasión cómo funciona en tráfico real el Model S. Solo la legislación impide que pueda desplazarse sin conductor.
MERCEDES
La marca alemana comercializa ya un Mercedes Clase E equipado con conducción semiautónoma, capaz de acelerar, frenar, cambiar de carril y aparcar por su cuenta. No obstante, el conductor debe permanecer atento para tomar los mandos ante cualquier imprevisto.
Mercedes también ha presentado el impresionante prototipo F-015, un espectacular salón con ruedas capaz de manejarse completamente solo (de momento, solo en circuito cerrado). Se trata de una previsión de lo que pueden ser los coches de 2030, cuando cumplan ese papel más de escenario de vida que de medio de transporte.
Entre tanto, el fabricante ya hace pruebas en tráfico real con modelos como el S 500 Intelligent Drive.
FORD
Ford establece un objetivo cercano: cinco años. En 2021 quiere tener listo su coche autónomo, sin volante ni acelerador ni freno. Para ello, la marca ha duplicado su personal dedicado al proyecto en Sillicon Valley y ha triplicado, pasando de 10 a 30, el número de unidades de Fusion Hybrid autónomos que circulan por las carreteras de California, Arizona y Michigan. Otra cosa será que la legislación permita que un vehículo así, que también funciona en la oscuridad, circule en 2021.
RENAULT-NISSAN
Es probable que pronto lleguen frutos del trabajo surgido de la denominada Alianza Renault-Nissan. Así los resumía el año pasado su presidente, Carlos Ghosn: “En 2016 lanzaremos la versión 1.0, con el piloto automático para autopista; en 2018 llegará la 2.0, que sumará la función de adelantamiento y cambio de carril, y en 2020 la 3.0, con el guiado automático en ciudad. El objetivo no es reemplazar al conductor, sino ofrecerle la tecnología necesaria para que la utilice cuando no le apetezca conducir”.
Entre tanto, en efecto, Nissan ha integrado el sistema ProPilot en la nueva versión japonesa de su monovolumen Serena: aunque solo funciona en autovías y autopistas, es capaz de mantener la distancia de seguridad, adecuar la velocidad a las circunstancias y seguir la dirección de la carretera.
Para un planteamiento futuro, Nissan ha presentado su prototipo IDS, con un modo de conducción plenamente autónoma que permite a los pasajeros delanteros girar sus asientos hacia delante.
Renault, por su parte, también avanza por este terreno y está haciendo pruebas con un Renault Espace que no necesita las manos de un conductor.
PEUGEOT-CITROËN
El Grupo PSA Peugeot Citroën también trabaja en este sentido. Hace un año, realizó el primer trayecto en carretera abierta en España para un vehículo autónomo: un viaje de 600 kilómetros entre Vigo y Madrid cubierto por autopista con un Citroën Grand C4 Picasso.
VOLKSWAGEN
Volkswagen pretende dar un golpe de mano cuando llegue al mercado el prototipo de coche eléctrico que ahora se llama Volkswagen I.D. Está previsto que salga a la venta en 2020, y será capaz de recorrer hasta 600 kilómetros con una carga de sus baterías. Después continuará su desarrollo, e incluirá la función de piloto automático completo en 2025. Al activar este modo, el volante se sumergirá en el salpicadero.
BMW
Con motivo de su centenario, en marzo de este año BMW presentó un prototipo que anticipaba el coche del mañana. Un par de meses después, el consejero delegado de la marca, Harald Krueger, anunció que el fabricante pondrá en el mercado su primer coche autónomo en 2021. Se llamará iNext y, probablemente, se parezca mucho al prototipo Vision Next 100
OTRAS MARCAS
El ensayo con vehículos capaces de manejarse por sí mismos se ha generalizado en los últimos años, y muchas marcas caminan por esta senda. Audi ha hecho pruebas con varios modelos diferentes (A4, A7, RS 7), y otros fabricantes buscan alianzas para allanar el trabajo.
Volvo, por ejemplo, fabricará unidades específicas del XC90 para que Uber utilice en ellos su tecnología de coche autónomo. Estarán listas en 2021, cinco años más tarde de lo conseguido por NuTonomy, compañía auspiciada por el MIT que ha creado taxis autónomos en Singapur a partir de modelos como el Renault Zoe o el Mitsubishi i-MiEV.
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