Los prototipos son ejercicios de diseño que realizan las marcas como prueba de lo que son capaces de hacer, como ambición de lo que les gustaría construir o, simplemente, para situarlos como patrón de imagen para sus futuras creaciones. Sin embargo, ha habido ocasiones en que a los diseñadores se les ha ido la mano en sus creaciones, tanto por sus formas como por la mecánica que incorporaban.
1. BMW Gina Light Visionmodel
Presentado en 2008
A simple vista tiene la fisionomía de un BMW Z4, aunque su originalidad va mucho más allá. Contaba con una carrocería de un plástico flexible de manera que se arrugaba una vez se abrían las puertas. Pero no se quedaba aquí, pues también ocultaba los faros delanteros y cuando eran necesarios se abrían unas rendijas como si de un párpado se tratara.
Con el mismo procedimiento enseñaba el motor, a través de una abertura en el centro de lo que debería ser el capó del vehículo que descubría su mecánica. Fue un concepto de carrocería curioso de ver que tendría muy difícil sobrevivir en las calles actuales.
Y nos queda la duda de saber cómo se limpiaría, si en un túnel de lavado como el resto de los vehículos o en la lavadora de casa.
2. Ford GT90 Concept
Presentado en 1995
Es habitual que las marcas generalistas gusten de mostrar qué son capaces de hacer más allá de su ámbito comercial habitual. Sin embargo, pocas veces se adentran en el mundo de los superdeportivos con la capacidad de hacer sombra a la inmensa mayoría de abanderados del segmento.
Fue el caso de Ford y su GT90, que quería revivir el mito de los GT40 de la década de los sesenta. Con un diseño originado en el Ford Ka, tenía una línea similar a la de un caza, con chasis monocasco y una cúpula de cristal laminado, mientras que el motor era un V12 de 720 CV con cuatro turbos que, según se decía en la época, podía alcanzar los 408 km/h.
Una cifra similar a la que hoy muestra el Bugatti Veyron y que en aquellos tiempos dejaba en insignificantes los 372 km/h del McLaren F1 que había establecido el récord para un vehículo de calle. Se decía que la temperatura que salía de su escape derretía la pintura, por lo que hubo que recurrir a paneles revestidos de fibra de carbono. Y, así, mil anécdotas más.
3. Jaguar C-X75
Presentado año 2013
La firma británica desde sus inicios fue sinónimo de velocidad y autora de auténticos superdeportivos que han pasado a la historia, algunos de ellos, siendo a día de hoy muy demandados en las subastas de clásicos alcanzando precios de varios millones de euros.
En aquella añoranza surgió en 2013 un prototipo que construyó de la mano del equipo Williams de Fórmula 1. De hecho, su propulsor procede del Gran Circo con un conjunto mecánico híbrido con un bloque térmico de solo 1,6 litros, pero que entrega 502 CV o, lo que es lo mismo, 313 CV por litro.
La combinación con los motores eléctricos hace que el conjunto goce de unos 850 CV y un par motor de 1.000 Nm. Y a esto se añade una aerodinámica activa, un perfil creado para surcar el viento… No llegó a construirse en serie, aunque sí fue coche Bond en la entrega Spectre de la saga.
4. Renault DeZir
Presentado 2010
Esta creación dio lugar al lenguaje de diseño que hoy día abanderan los vehículos de Renault, con ese enorme rombo en el frontal. Solo era un prototipo, aunque en el mismo Salón de París de 2010 en el que se presentó, hubo un millonario ruso que se encaprichó de él y lo quiso comprar por un millón de euros. No le sirvió de nada. Solo obtuvo el rechazo por respuesta.
Es un deportivo eléctrico de 4,2 metros con un motor que entrega 150 CV al eje trasero. Cuando se descubrió parecía futurista, por su imagen exterior y la concepción del interior, con una tableta en el centro del tablero y con todo tipo de controles táctiles. Hoy, la mayoría de los vehículos de la casa francesa ya la han incorporado a sus vehículos, dando un paso adelante en la concepción de la conducción.
5. Ferrari 512 S Modulo
Presentado en 1970
Siempre resulta interesante echar una mirada atrás y ver cómo se entendía el futuro, y cuán distante resultan hoy día. El Ferrari 512 S Modulo es un ejemplo de ello. Hay que reconocer que acertaba en el concepto de la mínima resistencia aerodinámica, pero las formas afiladas, rectas y angulosas no han llegado a imponerse.
Su origen estaba en el Ferrari 512 de competición y sus ópticas inspiraron las que solo unos años después utilizarían el Ferrari 365 GT4/BB, pero poco rasgos más de este vehículo llegaron a la calle. Y es que bien se puede hablar de que se trata de un avión terrestre.
Solo se podía acceder levantando la cristalera que hacía las veces de carlinga y era propulsado por un motor V12 de 5 litros y 550 CV que se enfriaba mediante unos agujeros situados en la carrocería que dejaban a la vista al conjunto mecánico.
6. Saab Aero-x
Presentado en 2006
La desaparición de Saab como fabricante de coches nos impidió ver los vehículos que se habrían inspirado en esta preciosidad, que contaba con una llamativa manera de acceder: las puertas se levantaban al estilo Lamborghini mientras el techo y la luna frontal se elevaban hacia delante. Pero, aquí la novedad también estaba oculta: Su motor era un V6 Biopower de 400 CV que se alimentaba de bietanol, muy ecológico como concepto, que garantizaba una aceleración en el 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos. Además, contaba con tracción total, luces led, suspensión electrónica… lo dicho, una lástima la desaparición de Saab como fabricante.
7. GT by Citroën
Presentado en 2008
Hoy día son varios los coches que se están dando a conocer en los videojuegos. Sin embargo, hace casi una década llegaba al Salón de París un modelo que parecía había sido concebido para jugar con la videoconsola. De hecho era así, pues fue diseñado para protagonizar largas partidas al videojuego Gran Turismo.
Los del doble chevron se animaron a construir al menos una unidad, y no dejaron indiferente a nadie. Pisó la calle y se pudo ver en Madrid para sorpresa de los viandantes. Un perfil aeroespacial se combinaba con una carrocería de fibra de vidrio y novedosas soluciones aerodinámicas, y todo con poco más de cinco metros de largo, unos dos metros de ancho y sólo 1,09 de alto.
En su interior todo era minimalista mientras el volante tenía reminiscencias de la Fórmula 1. Hubo leyendas que decían que se iban a fabricar varias unidades para su venta. Aún estamos esperando que se confirmen.
8. Buick Y-Job
Presentado en 1938
No podía dejar de estar aquí. Considerado por muchos como el primer prototipo de la historia, el primero fabricado para no ser enviado a la línea de producción. Disponía de una figura que acentuaba los rasgos de los coches de la época, con grandes y redondeados pasos de rueda y cúpulas para el motor, y sirvió de base para algunas de las creaciones de General Motors que de aquí tomaron la forma del morro, los pasos de rueda o el listón situado sobre el capó. También incorporaba faros retráctiles.
9. Ford Gyron
Presentado en 1961
No se trata de un vehículo de cuatro ruedas, sino de dos, aunque tampoco se le puede considerar motocicleta pues cuenta habitáculo cerrado y asientos en paralelo. No fue el primer vehículo que mantenía su equilibrio mediante giroscopio, aunque sí el primero en ser construido por una marca importante.
Sin embargo, si está aquí es porque así imaginaba Ford el futuro en los sesenta. Afortunadamente desecharon la idea pronto y se concentraron en el desarrollo del Mustang. El Gyron se mantenía en equilibrio sobre dos ruedas gracias a un giroscopio y un sistema de poleas, aunque este sistema quedó en los planos y no se llegó a instalar.
En su interior sustituía el volante y los pedales por una rueda y unos botones. El proyecto, como parece lógico visto con la perspectiva del tiempo transcurrido, quedó en un simple intento de asombrar al mundo. Y guardado en un cajón, aunque sí se fabricó alguna unidad a tamaño real.
10. Mercedes C111-III
Presentado en 1969
En realidad el C111 son cuatro prototipos diferentes que formaron parte de una serie de trabajos y ensayos de Mercedes-Benz en la búsqueda de nuevas plataformas, mecánicas, aerodinámicas y tecnologías de seguridad.
Si nos decantamos por esta unidad es porque buscaba la potencia pura y dura, aunque sería la cuarta versión de este prototipo la que conseguiría un nuevo récord de velocidad. En esta ocasión la carrocería se cuidó al máximo para ofrecer la mínima resistencia al paso del viento, incluso se carenaron las ruedas (lo que limitaba su capacidad de giro) y se eliminó el puesto de copiloto para situar un conducto de refrigeración del motor.
11. Lamborghini Genesis
Presentado en 1988
Son muchos los aficionados al motor se quedaron de piedra cuando BMW presentó su primer vehículo con tracción delantera, cuando Subaru añadió el diésel a su oferta mecánica o cuando Porsche lanzó su primer todoterreno. Sin embargo, la primera afrenta a la tradición la realizó Lamborghini con un proyecto de monovolumen.
Eso sí, estaba a la altura de lo que se esperaba de la marca italiana. Contaba con el mismo motor V12 de 5,2 litros que montaba el Countach y un diseño futurista imposible: sus puertas se abrían en forma de alas de gaviota, aunque no desde el techo sino desde la luna delantera que estaba partida. Ahora, mirándolo con perspectiva, extraña que Lamborghini no se atreviera a producirlo si ya tenía a la venta el todoterreno LM002.
12. Alfa Romeo Caimano
Presentado en 1971
Surgió de un encargo que Alfa Romeo realizó al estudio de diseño de Giugiaro, Italdesign. Debía asentarse sobre la plataforma del Alfasud y a partir de aquí tenía toda la libertad para pensar en formas imposibles. Y estas llegaron.
El resultado es un coche muy fino en su perfil, que lo podía haber sido más pues la altura del capó lo ponía la suspensión, y el habitáculo quedaba muy retrasado, con los asientos de los dos posibles ocupantes prácticamente sobre el eje trasero. Y para ser aún más imposible de llevar a la práctica, para entrar había que levantar todo el habitáculo como si fuera una cúpula.
13. Ford Nucleon
Presentado en 1958
Este coche no fue nunca un concept a tamaño real, sino que quedó en una simple maqueta a escala. Y es posible que tras leer esto te alegres de que no llegara a la producción.
En la década de los cincuenta fueron muchos científicos los que buscaron nuevas aplicaciones para la energía nuclear, y Ford presentó una maqueta de lo que podría ser un vehículo de movilidad alternativa, concretamente nuclear, alimentado por unas cápsulas de uranio que garantizaban 8.000 kilómetros de autonomía cada una.
Además, aseguraban que no habría riesgos ni posibles fugas. La lógica se impuso y pronto se desechó el proyecto. Sin embargo, la duda sigue ahí: ¿cómo habría resultado un vehículo movido por energía nuclear, más allá de las necesidades de mantener la seguridad para que no cayera en las manos equivocadas?
14. Mazda Taiki
Presentado 2007
Posiblemente uno de los prototipos de mayor belleza presentados nunca, y el diseño del que los Mazda actuales toman su imagen. A unas líneas futuristas y deportivas que pretenden resaltar la fluidez del aire por su carrocería, se suma un nuevo diseño muy novedoso del eje trasero.
Si uno se fija bien, el lateral de la carrocería se pierde en la parte trasera hacia el interior de la mecánica, mientras que las ruedas posteriores parecen unos apéndices acoplados en los laterales del voladizo trasero. Y eso que es un coche con tracción trasera.
También fue uno de los últimos modelos que la japonesa presentó con motor rotativo, un concepto mecánico que tuvo que abandonar por la normativas de emisiones.
15. Lancia Bertone Stratos Zero
Presentado en 1970
Uno de esos prototipos que parecen surgidos de una mente algo intranquila, pero que tuvo una gran importancia en la historia de la automoción. Nació en la mesa de diseño de Marcello Gandini, para algunos el mejor diseñador de la historia, enrolado en el estudio de diseño de Bertone.
Más allá de sus formas innovadoras se entraba por delante, por la luna delantera que se levantaba como si de una tapa se tratara. Es cierto que éste era un concept, pero dio lugar al Lancia Stratos, un vehículo de gran éxito en los albores del mundial de rallys, y muy apreciado en su versión de calle.
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