Los relojes no marcan, todavía, las 7:30 de la mañana cuando arranco el coche. Un fuerte sonido rompe el silencio que impera en la calle: por el susto, lo apago. Vuelvo a encenderlo: se repite el mismo patrón. El ruido revela lo que ha pasado: a mí también me han robado el catalizador.
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En una situación así, en la que cuesta mantener la calma, salió la parte más práctica que una aprende cuando escribe artículos e historia que, inocentemente, cree que nunca necesitará o protagonizará.
Si te roban el catalizador del coche, ¿qué es lo primero que hay que hacer? Ir a una comisaría de la Policía Nacional y presentar una denuncia: no está de más hacer fotos al coche para aportarlas y dar el mayor número de detalles como, por ejemplo, cuándo aparcaste el coche o a qué hora te diste cuenta de lo sucedido. Este paso es clave porque la compañía de seguros te pedirá una copia para llevar a cabo todos los trámites.

¿El seguro cubre el robo del catalizador?
A continuación, hay que echar un vistazo al seguro del coche para saber si la póliza contempla este tipo de siniestro. Los que son a todo riesgo suelen cubrir el robo del catalizador, pero no siempre; los que son a terceros se harán cargo si es uno ampliado o si el conductor contrató, en su momento, la cobertura de robo.
Con esta información, llega el momento de llamar a la aseguradora para que gestione el traslado en grúa del vehículo hasta el taller porque así no puedes circular: será uno con el que la compañía de seguros mantenga un acuerdo o el que indique el conductor, si tiene la cobertura de libre elección de taller, como fue mi caso.

Todo, una parte o nada
El siguiente paso será la valoración del perito. Esta persona será quien evalúe los daños sufridos en el robo del catalizador y el valor. Su informe pericial será la base con la que la aseguradora decidirá cómo cubre el siniestro.
Aquí todo dependerá de la compañía y del seguro: algunas cubren todo (catalizador y mano de obra), otras el 80% del valor o una parte, en ocasiones sólo el valor venal y hay compañías que excluyen esta pieza porque, como es sabido, es una de las preferidas de los ladrones.
En mi caso, tengo un seguro a terceros ampliado para mi Toyota Auris. Incluye la cobertura de robo, pero únicamente cubre el valor venal del catalizador. El coche es de mayo de 2017, así que la compañía corrió con todos los gastos: la pieza y la mano de obra.

Protección extra para el catalizador
El robo del catalizador se ha extendido: probablemente alguien de tu entorno lo ha vivido en primera persona. Sustraerlo es relativamente sencillo y uno nuevo cuesta entre 500 y 1.000 euros de media, según modelos y marcas: el de mi coche tuvo un precio de 700-800 euros sin IVA.
Los ladrones suelen robar los catalizadores por los componentes que contienen: sus metales preciosos (rodio, paladio y platino) son extremadamente valiosos. Uno de los modelos preferidos por los delincuentes es el Toyota Prius, ya que es un modelo muy popular y tiene más cantidad de esos materiales que la mayoría de los vehículos. Con el Toyota Auris, quizás, ocurre lo mismo.

A los consejos habituales para intentar no ser una víctima más, podemos añadir otra medida más: un escudo protector. La proliferación de robos de este tipo ha propiciado la aparición de empresas especializadas en este componente: elegí ‘Scut Protection’ por sus valoraciones y porque vende a particulares y lo compré a través de un intermediario.
La placa viene con instrucciones y con todos los complementos: tornillos normales, arandelas, tuercas y placas metálicas. Con esto es posible montarla sin problemas, pero para incrementar el nivel de protección compré unos tornillos de seguridad en ‘Tornillos Express’.

Instalar un protector: puedes hacerlo tú mismo
Para instalar el escudo protector puedes recurrir a tu taller de confianza, pero es tan sencillo que también puedes hacerlo tú mismo: yo alquilé un box porque es necesario un elevador. Una hora tiene un precio de 18 euros.
Colocar la placa es tan sencillo como subir el coche al elevador, cuadrar la protección con los agujeros que el chasis ya tienen hechos (algunos pueden estar protegidos por un tapón de goma que es fácil quitar) y apretar los tornillos. Es cierto que necesitarás un gato hidráulico de los que se usan para instalar y desmontar cajas de cambios, ejes y sistemas de escape… o la ayuda de una segunda persona.
Este protector se fabrica a partir de placas de acero de dos milímetros de espesor y está pintado individualmente para tener una mayor protección anticorrosiva. La parte exterior está reforzada con nervaduras metálicas: esto genera una mayor resistencia al impacto de los objetos que hay en la carretera y a los roces que pueden darse en resaltos, badenes y algunas cuestas.
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