El rey de Inglaterra podría tener todos los coches que quisiera. Por eso en su garaje no faltan marcas locales como Jaguar, Aston Martin, Bentley y Rolls-Royce, pero también hay modelos de otros constructores.
Aunque hay que dividir entre los modelos pertenecientes a la Corona, que son los que ha heredado de su madre, la reina Isabel II, y los suyos propios. Estos últimos son los que se pueden contemplar a continuación. Un garaje digno de todo un rey.
Más información
Los exclusivos Rolls-Royce
Antes de repasar los coches del rey Carlos de Inglaterra, solo un pequeño vistazo a los coches reales con más solera.
El primer coche real a destacar es un Rolls-Royce Phantom IV de 1950 adquirido por la difunta reina Isabel poco antes de ascender al trono. Se trata de un modelo superexclusivo, del que sólo se fabricaron 18 ejemplares y que se pintó en el color Royal Claret, un burdeos oscuro que, como su nombre indica, se fabricó para coincidir con la subida al trono de la Reina.
Los Rolls-Royce no se detienen ahí. Carlos III también posee un Phantom V de 1962 comprado por su madre y un Phantom V de 1961 que se encuentra en Sandringham, la finca privada de los Windsor. Este último Rolls forma parte de una colección de coches clásicos aparcados en la finca real que se han visto en numerosas películas y series de televisión.
El Aston que anda con vino y queso
El famoso y longevo Aston Martin DB6 Volante data de 1970 y se lo regaló Isabel II al entonces príncipe de Gales con motivo de su 21 cumpleaños. El coche, descapotable y valorado en unos dos millones de euros, luce una impresionante pintura azul Seychelles Blue. Es el mismo que utilizaron el príncipe Guillermo y Catalina Middleton el día de su boda, el 29 de abril de 2011, para recorrer los pocos kilómetros que separan el Palacio de Buckingham de Clarence House.
El coche también es famoso porque el rey Carlos hizo modificar el sistema de combustible y, de hecho, este Aston Martin funciona con biocombustibles seleccionados a partir de residuos de vino blanco y queso inglés. Una elección dictada por el deseo de reafirmar el compromiso de la familia real en la lucha contra el cambio climático.
Y otro Aston, regalo de un Emir
Otra joya presente en este garaje real es el Aston Martin V8 Vantage Volante de 1987, que fue un regalo del Emir de Bahrein al Palacio de Buckingham con motivo de una visita de Estado.
Bajo el capó de este vehículo había un motor V8 de 5,3 litros, responsable de sus impresionantes prestaciones. Como había tanta demanda del Vantage V8, Aston Martin fabricó y comercializó otras 20 unidades con la misma especificación Príncipe de Gales o PoW (Prince of Wales).
El tercero, relleno de terrones de azúcar
El Aston Martin Virage Volante fue el tercer modelo descapotable de la exclusiva marca británica que utilizó el rey Carlos III. Y es muy rápido, ya que cuenta con una velocidad máxima de 280 km/h gracias al motor V8 mejorado de 6,3 litros con el que estaba equipado. El modelo base venía equipado con un V8 de 5,2 litros de cilindrada.
Tras añadirle una caja forrada de cuero en la guantera para llenarla de terrones de azúcar para sus caballos de polo, el coche se subastó en 1995 y los beneficios se destinaron a obras benéficas.
Que no falte un eléctrico
El interés de Carlos III por la movilidad sin emisiones también queda patente en el Jaguar eléctrico que guarda en su garaje. Este Jaguar I-Pace tiene una potencia de 400 CV (200 a cada eje) y una autonomía de 470 kilómetros.
Este vehículo alcanza los 200 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. Su precio ronda los 100.000 euros.
Varios Audi A6
Este es uno de los modelos predilectos de Carlos, ya que ha tenido varias generaciones. Quizá la suspensión neumática del Audi A6 allroad y su posibilidad de aumentar la distancia libre al suelo, además de su gran espacio de carga, lo hace especialmente idóneo para circular por los caminos de la campiña inglesa y para asistir a sus jornadas de caza.
El allroad combina lujo, sofisticación y capacidad todoterreno, lo que le permite desplazarse con facilidad por sus fincas. Había varias opciones de motor disponibles, siendo el V6 biturbo de 3,0 litros el más popular. El vehículo podía acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 5,6 segundos, mientras que su velocidad máxima estaba limitada a 250 km/h.
Un pionero de Audi
Desde hace mucho tiempo, el rey Carlos III es un firme defensor de la protección del medio ambiente. La decisión de pasarse a los vehículos eléctricos tiene mucho sentido, dadas sus credenciales ecologistas.
El Audi e-tron fue el primer vehículo totalmente eléctrico que Audi fabricó en serie. El vehículo está propulsado por un par de motores eléctricos y es capaz de generar 402 CV y una autonomía estimada de 364 kilómetros.
Mascotas en el capó
Los coches de Carlos de Inglaterra también tienen algunas curiosidades, entre ellas, las mascotas que coronan el capó, sobre todo de algunos de sus Range Rover.
Para empezar, alguno cuenta con una rana saltarina que procede de la década de 1980. Se cree que es una referencia a la frase del cuento de hadas “besa a una rana y cásate con un príncipe”.
Otra figura, esta vez de un perro perdiguero, se ubicó en el Range Rover de Carlos también en los años ochenta.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram