Por decimocuarto año consecutivo, los coches que circulan por España son más viejos que nunca: la edad media del parque de turismos alcanza ya los 13,5 años de antigüedad. El informe anual de la patronal de fabricantes ANFAC –de donde proceden la cifra, recién publicada, con datos de 2021– pone la realidad española frente a la europea: el promedio en el continente es de 11,5 años.
ANFAC achaca la lenta recuperación del mercado a la crisis de los microchips y la incertidumbre económica y social derivada de la pandemia. Y, así, según la patronal, la renovación del parque resulta imposible.
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Los coches actuales, más seguros y limpios, se quedan en los concesionarios, en las campas de las marcas o atascados en las líneas de producción.
Según los datos del informe, en el ejercicio anterior se vendieron 1,4 turismos de más de 10 años por cada coche nuevo matriculado. En lugar de acabar en la chatarra, los modelos antiguos llegan a las carreteras “lastrando el cumplimiento de los objetivos de descarbonización marcados en el PNIEC [Plan Nacional Integrado de Energía y Clima]”, se lamenta ANFAC en un comunicado.
Etiquetas Cero y ECO
La pausada electrificación del parque, por otra parte, no parece la solución inmediata. Aunque las ventas de modelos con etiqueta Cero (eléctricos e híbridos enchufables) crecieron un 71,7% en el último curso, solo representan un 0,54% del parque actual. Y los coches con distintivo ECO tampoco son tantos. Sus matriculaciones aumentaron algo más del 40% en comparación con 2020, pero su presencia es también testimonial (2,7%).
ANFAC apunta en una dirección concreta: 6 de cada 10 turismos y vehículos comerciales que circulan por España (y muchos de ellos son muy viejos) no cuentan con distintivo ambiental o llevan la etiqueta B. Estos vehículos causan el 91,4% de las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno (NOx) y el 92,7% de las emisiones de partículas.
La necesidad de coches nuevos
El director general de ANFAC, José López-Tafall, apoya el impulso a la electrificación, pero pide “medidas que ayuden a progresar en el rejuvenecimiento del parque”. La patronal fabricantes argumenta, en definitiva, que en las carreteras hacen falta no solo vehículos sin emisiones, sino simplemente coches nuevos.
“Si no trabajamos en ello, los avances conseguidos en materia de electrificación se verán minimizados por las emisiones del envejecimiento del parque”, vaticina López-Tafall. Aun así, y a pesar del avance discreto, la dirección parece la correcta. Las emisiones medias de los coches matriculados en 2003 eran de 191 gramos de CO2 por cada 100 kilómetros; en 2021 la cifra bajó hasta 124. Lejos, de cualquier modo, de los 95 gramos que Europa exige a las marcas.
La pujanza del mercado de segunda mano, encarecido por una demanda superior a la habitual, perjudica los resultados. En 2021, se vendieron 1.257.787 turismos de más de 10 años, frente a los 859.476 coches nuevos. De aquellos, uno de cada cuatro sumaba más de 20 años de vida: modelos matriculados antes de 2002, con tecnologías del fin de siglo pasado y, por tanto, menos seguros y más contaminantes.
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