La ambición, sin maldad, es buena: este es el urbano que en su nueva generación ya casi se ha transformado en un compacto

Renault ha dado un paso claro en una dirección ascendente y evolutiva. En esta sexta generación ha dejado de ser solo un utilitario y aspira a ofrecer sensaciones y presencia propias de modelos de categoría superior, más cercanas a las del segmento de los compactos.

Su tamaño aumenta, sobre todo en longitud, donde ha crecido siete centímetros (pasa de 4,05 a 4,12 metros) y su presencia se muestra más musculosa gracias a vías ensanchadas y un capó más largo; detalles que, según la marca, se traducen en un carácter más atlético sin perder la compactación urbana que define al modelo.

El interior también ha sido rediseñado con dos pantallas de más de diez pulgadas cada una, un volante más deportivo, mejores materiales y acabados, además del espacio interior, también ya más cercano al que se observa en el segmento superior.

Mucha tecnología

Aunque todos los datos del nuevo Renault Clio ya se desvelaban en este artículo, la tecnología es otro de los platos fuertes: el nuevo sistema OpenR Link con Google integrado eleva la conectividad (incluye plan de datos y acceso a aplicaciones), y Renault anuncia la llegada de Gemini, el asistente de IA de Google, mediante una actualización remota.

En paralelo, el Clio incorpora hasta 29 ayudas a la conducción (ADAS) entre las que sobresale un Active Driver Assist avanzado capaz de ajustar la velocidad según la geometría de la vía y el tráfico lateral; además existe un botón My Safety Switch para personalizar qué sistemas se mantienen activos al arrancar.

Probamos el motor más grande

La apuesta por la electrificación se materializa en el nuevo full hybrid E-Tech de 160 CV, un conjunto que combina un motor térmico de 1,8 l con dos motores eléctricos y una caja multimodo que permite circular en modo eléctrico hasta el 80% del tiempo en uso urbano según la marca.

Renault promete 8,3 segundos en el 0-100 km/h y un consumo medio homologado de 3,9 l/100 km, cifras que sitúan al Clio entre los compactos más eficientes de su categoría. En la gama básica aparece además un nuevo 1.2 TCe de 115 CV y, más adelante, una variante Eco-G 120 GLP que amplía la oferta para quien busca ahorro de uso.

Pero el objeto de nuestra prueba en los alrededores de Lisboa (Portugal), se ha ceñido al único motor disponible, el híbrido de 160 CV. Y la sensación no puede ser mejor. Es cierto que la amortiguación es un poco dura, pero precisamente eso le permite actuar con más aplomo y eficacia cuando se sale del entorno urbano, donde, como en todo lo demás, pisa el asfalto como un buen compacto.

Su dirección también refleja bastante bien lo que pasa bajo las ruedas delanteras, mientras que los frenos tienen un tacto muy bueno, mucho mejor que en otros vehículos con este tipo de mecánicas en el que aprovechan la deceleración para regenerar energía.

Pero sobresale mucho más a la hora de ganar velocidad, aunque es cierto que tarda algo en reaccionar al acelerador si se le exige mucho y de repente. También es verdad que este motor híbrido a veces, cuando detecta que la energía eléctrica de la batería de 1,4 kWh está próxima a terminarse, pone en marcha el motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.8 litros y se nota bastante a nivel sonoro si se está parado.

Y a nivel de consumo, los prometidos y sorprendentemente bajos 3,9 l/100 km son difíciles de conseguir en una conducción real, pero no sube mucho más y andará rondando los cinco litros, algo más o algo menos, dependiendo de las circunstancias de la via y de la propia conducción.

Por lo demás, este coche exhibe un equilibrio sobresaliente en todos los elementos comentados del chasis, lo que permite una conducción muy agradable, a cualquier ritmo y en los diversos entornos que se afronten.

En conjunto, la sexta generación del Clio pretende seguir siendo un superventas (en sus 35 años en el mercado ha vendido más de 17 millones de unidades). Con un precio de partida de 18.900 euros para el motor de 115 CV y de 23.269 para este de 160, a buen seguro que sus ventas siguen siendo muy importantes. Desde luego, el coche, lo merece.