Los coches son, cada vez, más seguros y más respetuosos con el medio ambiente. En consecuencia, también son más grandes, más pesados y más caros. ¿Por qué? El sector responde a esta pregunta.
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Coches más pesados
Hace poco, John Elkann, presidente de Stellantis hacía el siguiente comentario: “Parece que hubieran pasado semanas en el gimnasio”. Con estas palabras definió el incremento de peso y tamaño que han vivido (y están viviendo) los coches en los últimos tiempos.
Kearney, una consultora que trabaja con la industria automotriz, ha dado una explicación en BFMTV. El aumento de peso se explica, principalmente, por el incremento de la seguridad, la demanda de modelos con suficiente espacio interior y los esfuerzos para combatir la contaminación.

En este sentido, las sucesivas normativas para mejorar la seguridad han añadido mucho peso extra: se ha generalizado el uso de airbags frontales y laterales, el refuerzo de largueros y diversos elementos de carrocería, etc.
Y todo esto teniendo en cuenta que las marcas están poniendo especial cuidado en aligerar sus vehículos. Sin este trabajo, el Volkswagen Golf no habría sumado 200 kilos en 20 años: estaríamos hablando de 500 o 600 más. Por su parte, el Renault 5 original pesaba unos 730 kilos, mientras que la versión moderna (y eléctrica) pesa, como mínimo, 1.425 kilos.

Coches más grandes
Los coches también han ganado tamaño y según Luca De Meo, director general de Renault, “es atribuible en un 92,5% a la normativa”. Un buen ejemplo de ello es la norma europea 808 EU, que llegó en 2018 y que exige mayor seguridad en los impactos con peatones. Y es que para absorber la energía de ese choque, se requiere una superficie mayor: esto explica el agrandamiento general de los capós en muchos modelos.
El Volkswagen Golf ha ganado casi 15 centímetros en 20 años y el nuevo Renault 5 es casi 40 centímetros más largo que su predecesor. Y es que las dos versiones del modelo francés no tienen nada en común en cuanto a tamaño.
Coches más caros
Los nuevos vehículos son, al mismo tiempo, más caros. El propio Luca De Meo señalaba, en Le Figaro, que “entre 2015 y 2030, el coste de un Renault Clio habrá aumentado un 40%”.

La cuarta (2005) y la octava generación (2025) del Volkswagen Golf están separadas por 20 años. En este tiempo y si se analiza su valor nominal, según Kearney, su precio ha crecido 20.000 euros. Esta subida responde a sueldos, costes de materias primas… y, una vez más, a todo el nuevo equipamiento obligatorio.
En los últimos 20 años se han aprobado 11 textos reglamentarios importantes a nivel europeo que abarcan temas tan diversos como la reducción de las emisiones de CO2, la consideración de los contaminantes o la mejora de la seguridad.
Muchos de estos textos han dado lugar a nuevos equipamientos que deben encontrar un lugar en el limitado espacio de un coche. Por ejemplo, la normativa GSR2 que añade una decena de ayudas a la conducción y equipamientos de seguridad, incrementó los costes de fabricación en casi 1.500 euros.
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