Las agencias espaciales internacionales ya han decidido que próximamente sus astronautas vuelvan a la Luna y, más adelante, está previsto que viajen hasta Marte con el objetivo de establecer en el planeta rojo una colonia.
Tan ambiciosos proyectos requerirán nuevas y avanzadas naves espaciales, pero también de vehículos de superficie que puedan realizar las exploraciones necesarias y llevar a cabo con garantías los proyectos extraterrestres.
Más información
Desde que el Neil Armstrong pisara el suelo selenita del Mar de la Tranquilidad, los ingenieros han estado trabajando en diversos vehículos capaces de viajar sobre la superficie de otros planetas. Hasta ahora lo venían llevando a cabo con los denominados róveres, tripulados o autónomos, que son una especie de buggys eléctricos con los que se han conseguido realizar asombrosos desplazamientos de exploración científica tanto por la Luna como en Marte.
Baby Lunar Cruiser
Unos planes muy ambiciosos que seguramente requerirán de vehículos más capaces. Y para ello, Calty Design Research, la filial estadounidense del departamento mundial de diseño de Toyota, acaba de presentar el sorprendente Baby Lunar Cruiser.
A la hora de diseñar este vehículo de exploración, la inspiración de los ingenieros ha bebido de las propias fuentes de la marca, que se ha destacado especialmente durante los últimos 60 años por el Land Cruiser, su legendario modelo todoterreno.
En esta ocasión, y con motivo del cincuentenario de Calty, el Baby Lunar Cruiser (BLC) ha traspasado las fronteras terrestres y se presenta como un vehículo de exploración interplanetario ligero. Y es que lo hace siguiendo los pasos de su hermano mayor, el Lunar Cruiser, un enorme motorhome que también ha desarrollado la propia Toyota en colaboración con la agencia espacial japonesa de exploración aeroespacial (JAXA).
Motores eléctricos
Volviendo al BLC, es un avanzado todoterreno cuyo estilo combina detalles del Land Cruiser FJ40 terrestre con las líneas futuristas del Lunar Cruiser, que anticipa cómo podría ser la automoción sobre la superficie de otros planetas.
En cuanto a su mecánica, el BLC dispone de motores eléctricos en cada una de sus ruedas, que disponen de innovadoras cubiertas sin aire, imposibles de pinchar. Y gracias a tener un tamaño muy compacto y conducirse mediante palancas del tipo joystick, en lugar de volante, anuncia una maniobrabilidad inigualable para moverse por cualquier tipo de terrenos.
Otra de las virtudes del BLC radica en una visibilidad excepcional para poder observar el exterior, gracias a su gran superficie acristalada y a una pantalla panorámica con función de realidad aumentada y que ocupa todo lo ancho del salpicadero. Y para mejorar aún más la orientación de los astronautas sobre terrenos tan inhóspitos, el BLC incorpora en su carrocería una serie de cámaras y sensores lidar/radar.
Un interior configurable según las necesidades de la misión, asientos ajustables y un portón trasero dividido en dos hojas para tener una mayor accesibilidad al maletero terminan de aportar la faceta práctica a este vehículo del futuro.
Se trata de la última creación del gabinete de diseño Calty, ubicado en la localidad de El Segundo (California) y que fue inaugurado por Toyota hace ya medio siglo para desarrollar modelos específicos para el mercado norteamericano y otros también destinados al resto del mundo. De sus instalaciones han salido modelos icónicos de la marca como, por ejemplo, los MX-1 (1983), Celica (1978), Tacoma (1995), Prius (1997), Avalon (2000) o Camry (2015).
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram