El nuevo Macan Turbo es eléctrico, pero también un auténtico Porsche

El SUV compacto de la marca de Stuttgart ya no tendrá más motores de combustión, pero por lo probado en la nueva generación sin emisiones, no se echarán de menos.

Porsche

Su tecnología de vanguardia vuelve a proporcionar una dinámica envidiable.

EL MOTOR ya ha podido probar la tercera y nueva generación del nuevo Porsche Macan, que ahora es 100% eléctrica. Y el segundo modelo de la marca que adopta esta tecnología (después del Taycan) no defrauda.

La prueba, desarrollada en las estrechas y congestionadas calles y carreteras cercanas a Niza (Francia), ha arrojado algo de luz sobre las cualidades dinámicas del nuevo Macan (10 centímetros más largo y dos centímetros más ancho, para alcanzar 4,78 metros y 1,94 metros, respectivamente) a pesar de que las condiciones no fueron idóneas para probar un SUV deportivo como este.

Dinámica Porsche

A pesar de esa mecánica 100% eléctrica, le ocurre como al Porsche Taycan, y no deja de sorprender lo bien que va y lo bien que se mueve. Es un Porsche y de eso no hay duda. Su dinámica es más deportiva que confortable, aunque no les falta al respeto a sus ocupantes.

A los mandos del Macan 4 y ya con sus 300 KW (408 CV) hay más que suficiente para divertirse de lo lindo en carreteras reviradas. Las cifras de ventas ya lo atestiguan, porque a esta versión corresponde el 70% de las 600 unidades del Macan que se venderán este año en España y que prácticamente ya están reservadas.

La versión Turbo tiene algunos aditamentos estéticos diferentes al 4.

Su dinámica es ligeramente inferior a la del Porsche Macan Turbo, básicamente porque, primero, el Turbo tiene más potencia (470 kW equivalentes a 639 CV) y segundo, la unidad probada contaba con dirección a las cuatro ruedas y la amortiguación de doble válvula que ya monta el nuevo Porsche Cayenne. Y esto incrementa la confianza que otorga al conductor cuando se aumenta el ritmo.

Un buen equilibrado de pesos y los motores tanto delantero como trasero colaboran con una dirección que transmite fehacientemente lo que pasa bajo las ruedas delanteras y que redondea las curvas como si fuera un tiralíneas, ayudado, eso sí, por la dirección trasera. Solo gira hasta cinco grados, pero se nota un menor esfuerzo al conducir entre curvas.

El interior del Macan cuenta con tres pantallas digitales, la del copiloto opcional.

El sistema Porsche Traction Management (ePTM), controlado electrónicamente, funciona unas cinco veces más rápido que una tracción integral convencional y puede responder al deslizamiento en 10 milisegundos, otra ayuda más para ir rápido de verdad.

A esto se le suma, en el Porsche Turbo, el bloqueo de diferencial controlado electrónicamente en el eje trasero (PTV Plus, Porsche Torque Vectoring Plus), que contribuye a mejorar la tracción, mantener la estabilidad y que el dinamismo lateral del Macan desafíe las leyes más básicas de la física.

Con cuatro diferentes modos de conducción (Offroad, Normal, Sport y Sport Plus), los más deportivos añaden en el habitáculo un sonido de auténtica nave espacial, además de modificar la sensibilidad del pedal derecho. Vale, no será como el V6 turbo del antiguo Macan, pero la verdad es que también emociona.

Su tecnología de vanguardia vuelve a proporcionar una dinámica envidiable.

Consumo y regeneración

Se echan de menos unas levas tras el volante para gestionar la regeneración de energía, pero la verdad es que lo compensa positivamente con su dinámica, aunque ya se esperan estas aptitudes de un Porsche. Y casi sorprende más su consumo: en estos recorridos la media se quedó en poco más de 18 kWh/100 km. Porque el gasto de energía tuvo picos de más de 30 kWh en zonas rápidas.

El ‘head-up display’ tiene realidad aumentada y proyecta la imagen como a unos 10 metros del coche.

Y es que Porsche ha prescindido de levas porque ya dice que su SUV compacto puede recuperar hasta 240 kW en condiciones ideales. Esto es mucho recuperar y quizá le vale al Macan para acercarse a la autonomía que promete: 591 kilómetros en el caso del Turbo y 613 en el 4.

A propósito de esa regeneración, en otros eléctricos, el tacto del freno es algo raro, con poca presión y fuerza al principio y mucha más potencia pasado un tercio del recorrido. Aquí el tacto es muy lineal y con potencia ya desde el inicio. Y sin tirones ni escalones como por desgracia ocurre en no pocos coches electrificados. Además, la carga del Macan 2024 puede ser muy rápida.

El Macan 4 es más sencillo a nivel estético, pero al 70% de los compradores les ha valido.

La marca ha desvelado sus precios exactos a pesar de que el cupo para 2024 está ya cubierto con esas 600 unidades. Pero si se piensa en adquirir uno, el Turbo está en 116.914 euros y el 4, en 85.382 euros.

En resumen, el Porsche Macan eléctrico combina el rendimiento y la tecnología de vanguardia, propia de la marca de Stuttgart, que vuelve a no defraudar; con su espíritu deportivo, que sale a relucir de nuevo a pesar de abandonar sus mecánicas de combustión.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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