El exceso de velocidad no es la única infracción asociada a un radar: romper este tipo de dispositivos puede salir muy caro. Y es que el conductor puede enfrentarse a una sanción por vandalismo y a la reparación del cinemómetro: ¿a cuánto puede ascender la multa?
En la carretera SC-20 está ubicado uno de los cinemómetros que más multan de Santiago de Compostela: concretamente, en la salida sur de la ciudad gallega, después del paso inferior de Conxo, en dirección a O Milladoiro. En esta zona, la velocidad está limitada a 50 km/h.
Al ser fijo, su presencia está anunciada. No obstante, cuando fue instalado en 2020, registró más de 17.000 multas en sus tres primeros meses de actividad. Esto supuso una recaudación de dos millones de euros. Desde entonces, es uno de los más activos.
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Así lo comprobó un conductor cuando contempló el fogonazo de este radar, que acababa de interceptar su infracción por exceso de velocidad. Fue entonces cuando decidió detener la marcha, bajarse de su vehículo y asestar varios martillazos a la cabina del cinemómetro. Pocas horas después, se personó en la comisaría para confesar los hechos.
Tal y como ha publicado La Voz de Galicia, todavía hay que revisar el radar para llevar a cabo un balance de los daños. Sea como sea, el coste económico de la reparación correrá a cargo del autor de los hechos: destrozar un dispositivo de este tipo no es barato.
¿Cuánto cuesta sustituir un radar?
En uno de sus números, la revista de la Tráfico y Seguridad Vial, de la Dirección General de Tráfico (DGT) informa sobre las consecuencias de estos actos vandálicos. La sanción puede ser de miles de euros y a esta cifra hay que añadir el coste de la reparación.
En el caso concreto de un radar fijo, la multa por vandalismo puede ascender hasta los 3.000 euros. Sustituir la cabina puede costar hasta 15.000 euros y hacer lo propio con el dispositivo puede irse hasta los 40.000 euros. Estos castigos son aplicables tanto si el daño ha sido causado por un golpe con un vehículo (en cuyo caso se hará cargo el seguro a terceros) como si se ha realizado de forma intencionada.
Sanciones por destrozar elementos de la carretera
No es la conducta con la pena más severa: romper un panel de señalización variable, dependiendo del tipo, puede costar al conductor hasta 43.000 euros. Si la víctima es un semáforo, la cifra oscilará entre los 1.500 de los que funcionan con lámparas y los 4.000 euros de los que tienen tecnología led.
Si un conductor estropea una farola, tendrá que hacer frente a un gasto de 1.200 euros: si el accidente se centra sólo en la luz, estará entre los 500 y los 1.500 euros. Los carteles que indican los kilómetros, por su parte, son más baratos: entre 10 y 60 euros.
En el caso de las vallas metálicas de las urbanas e interurbanas, el coste oscilará entre los 300 y los 600 euros. Los conos que separan los carriles pueden suponer más de 30 euros por unidad y los bolardos (los elementos que más incidentes acumulan) suponen entre 60 y 180 euros.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.