La DGT pone en marcha hoy la Operación Especial de Tráfico Todos los Santos 2021. Y anuncia grandes retenciones en la salida de las grandes ciudades durante la franja horaria de las 15:00 hasta las 23:00.
El tráfico intenso continuará durante la mañana del sábado (de 9 a 15 horas) y en los días siguientes persistirán los desplazamientos generalizados, tanto por las carreteras principales como las secundarias, hasta el primer lunes de noviembre cuando se inicie la Operación Retorno, que será especialmente intensa en los accesos a las grandes poblaciones desde las 15:00 horas hasta la media noche.
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Además, la previsión del tiempo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) no ayudará por la llegada de un importante frente atlántico que traerá lluvias generalizadas en todo el país y que se prevén especialmente fuertes en zonas del Sistema Central, Extremadura, Andalucía, Galicia, Castilla La Mancha y Madrid.
Los radares de la DGT
Como es habitual, la DGT pone a disposición del operativo todos los medios de los que dispone, entre los que se incluyen tanto los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil como los dispositivos de control.
Durante el puente de Todos los Santos, estarán en funcionamiento 780 radares fijos (92 de ellos de tramo) y 545 móviles de control de velocidad, además de los 13 helicópteros, 39 drones, 216 cámaras y 15 furgonetas camufladas para controlar el uso de móvil y del cinturón de seguridad.
Visibilidad y otros consejos
Ante la alerta por lluvia y si se va a viajar por carretera durante el puente, será muy recomendable seguir los siguientes consejos para rodar más seguros y evitar accidentes durante el trayecto.
La lluvia al volante es peligrosa y no solo por el menor agarre del firme, sino también porque afecta de manera muy negativa a la visibilidad de los conductores: el riesgo de sufrir un accidente cuando está lloviendo es un 70% mayor. Las precipitaciones afectan de tres maneras principales a la visibilidad en la conducción.
La primera es la reducción de la luz ambiental y la visibilidad horizontal, que es “la distancia máxima a la que un observador puede distinguir un objeto”. La segunda es el cambio del entorno visual, puesto que el agua filtra la luz de los faros, crea reflejos, cambia la percepción visual de ciertas superficies y rebaja el contraste entre los objetos y el fondo sobre el que se encuentran.
La tercera es la propia presencia de las gotas de lluvia en el parabrisas, algo que distorsiona la luz, crea una película que no es uniforme sobre el cristal y hace que el conductor, ante la imposibilidad de fijar su mirada en puntos más lejanos, mire a lugares más cercanos a su posición, por lo que se reduce su capacidad de anticipación ante imprevistos.
Las precauciones imprescindibles
- Mantener el parabrisas en buen estado, limpio y sin daños.
- Cambiar las escobillas en cuanto se observen los primeros síntomas de mal funcionamiento. Si no evacuan el agua correctamente, la visibilidad se verá perjudicada.
- Utilizar un repelente de lluvia en el parabrisas, ya que evita que el agua se quede en el cristal. Resbala más rápido y de este modo será más fácil que las escobillas desalojen la superficie acristalada.
- Limpiar el cristal por dentro para evitar que se empañe con facilidad y, cuando lo haga, utilizar la ventilación enfocada al parabrisas.
- Llevar las luces de carretera encendidas (no las largas) para ver mejor y para que los otros vehículos se percaten de nuestra presencia. En condiciones extremas, encender los antiniebla traseros.
- Estar atentos al asfalto para ver aquellas zonas en las que la acumulación de agua sea mayor, puesto que podría causar aquaplaning.
- Dado que el agarre del asfalto es menor, las distancias de frenado crecen, por lo que aumentar la distancia de seguridad nos dará un mayor tiempo de reacción en caso de imprevistos.
- Utilizar las luces de los coches que van por delante como guía que nos indique el trazado que sigue la carretera y como aviso si llegamos a una zona en la que es necesario frenar.
- Si la visibilidad llega a ser tan escasa que no se puede ni conducir, reducir la velocidad e intentar parar en un lugar seguro en el que no ser embestidos por otros vehículos.
- Si otro vehículo levanta agua de un charco y la lanza contra nuestro parabrisas, no perder la calma, mantener la trayectoria y no dar un frenazo de manera brusca.
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