Las líneas de las carreteras ya no se restringen únicamente al color blanco, que separa los carriles y delimita los laterales de la calzada. Ahora es posible cruzarse con otros tonos como rojo, verde o rosa: cada uno tiene su propio significado y es fundamental conocerlo para no tener problemas.
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La A-355, a su paso por Coín (Málaga) hacia Marbella, es conocida como ‘la carretera de la muerte’. Este se debe a que 10 personas murieron en 2023 debido a los adelantamientos y los excesos de velocidad.
A la elevada siniestralidad de la zona hay que añadir el tráfico que soporta esta carretera. La vía se abrió en 2014 con una previsión de 7.000 vehículos diarios y ronda los 20.000 al día.
Una medida de éxito
Esto fue lo que llevó a la Junta de Andalucía a pintar una línea roja de gran grosor para separar los dos carriles en un tramo de cuatro kilómetros. Una medida que reforzaron con la instalación de cuatro radares pedagógicos.
Un año después de la ejecución de estas obras, los datos mostraron los buenos resultados. En 2024, en el mismo tramo de la A-355, fallecieron dos personas en siniestros de tráfico: un 80% menos que en el ejercicio anterior.

¿Qué significa la línea roja?
La marca vial, ubicada entre dos líneas continuas blancas, no es, únicamente, una señal de alerta. Tiene un doble propósito: remarcar la prohibición de los adelantamientos y llamar a una reducción de la velocidad.
Su presencia junto a las líneas continuas de color blanco no las invalida: deben espetarse sin excepción. También la prohibición de llevar a cabo un adelantamiento mientras estén presentes ellas o la línea roja. Incumplir esta norma implica una multa de 400 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir.
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