Todo lo que debes saber sobre la primera Harley-Davidson eléctrica

Se presentó como un prototipo hace ya cinco años y hoy es una realidad. Harley-Davidson afronta la mayor revolución de sus 115 años de historia y al LiveWire supone el inicio de un camino repleto de desafíos, pero también de oportunidades, para la legendaria marca estadounidense. Se trata la primera moto eléctrica producida en su historia aunque no será la última, el concepto de movilidad se encuentra en pleno proceso de transformación y en Harley aspiran a ser participes de esta nueva realidad, sin que ello suponga renuncia a sus orígenes.

Con la presentación oficial de la LiveWire ya se conocen todos los detalles de una de las motos que más expectación ha despertado en los últimos tiempos. Estas son las preguntas y respuestas claves de la primera Harley-Davidson sin emisiones.

¿Cuál es su estilo?

Se trata de una moto de concepción deportiva y urbana, lejos del enfoque habitual de la mayoría de los productos de la marca, mucho más rutero. La LiveWire apuesta por un diseño muy actual, unas dimensiones contenidas y un comportamiento ágil enfocado al disfrute de su conducción.

¿Qué potencia tiene su motor?

Su motor eléctrico de imanes permanentes ofrece una potencia nominal de 78 kW, unos 105 CV, con un par motor de 116 Nm. Como todos los motores de este tipo, la entrega del 100% de su par nominal es inmediata, lo que se traduce en unas prestaciones impresionantes: acelera de 0 a 100 km/h en sólo tres segundos y pasa de 100 a 130 km/h en 1,9 segundos.

¿Qué capacidad tiene su batería?

La batería de iones de litio de la LiveWire tiene una capacidad de 15,5 kWh y se encuentra situada en la parte central de la moto, rodeada por el chasis y envuelta por una carcasa de aluminio que contribuye a la disipación del calor. Además, cuenta con una batería adicional de 12V que se usa para el arranque y el reconocimiento de la llave manos libres.

¿Cuál es su autonomía?

Tema siempre controvertido en los vehículos eléctricos. Harley-Davidson se refiere a la autonomía de la LiveWire con datos de dos diferentes homologaciones. La más optimista señala 235 kilómetros en uno uso urbano y 152 kilómetros en un uso combinado con carretera; las pruebas más exigentes reducen estas cifras a 158 kilómetros en una utilización mixta. En todo caso, como es normal, la marca habla de que estos datos pueden variar dependiendo del tipo de utilización de la moto.

¿Cómo se recarga la batería?

La LiveWire es capaz de recuperar energía cinética cuando se deja de acelerar y la moto retiene o frena, con una capacidad de regeneración que se puede configurar por el piloto. Pero la verdadera carga de la batería se realiza a través de una toma que permite su conexión a un enchufe doméstico de 220 V, con una velocidad de recarga de 20 kilómetros por hora, por lo que precisa de unas ocho horas para completar el proceso. También ofrece la posibilidad de conexión a un punto de carga rápida DCFC, con el que la velocidad sube hasta 310 kilómetros por hora de carga, con lo que se alcanzaría el 80% de su capacidad en 40 minutos y el 100% en una hora.

¿Se maneja igual que cualquier otra moto?

No exactamente, al menos como las Harley-Davidson habituales. Las particularidades de la propulsión eléctrica modifican algunos de los conceptos clásicos de la conducción de una moto, acercándose al uso de un escúter. No tiene cambio de marchas ni embrague, así que el motorista sólo debe acelerar y frenar, además de habituarse a las sensaciones de su alta capacidad de retención. Sus vibraciones y temperatura son mínimas, al igual que el sonido: el clásico rugido de los motores de combustión deja paso a una especie de silbido que se incrementa a medida que se acelera, pero siempre en unos niveles muy bajos.

¿Qué equipamiento ofrece?

Como no podía ser de otro modo en una motocicleta tan avanzada, su equipamiento tecnológico es el más completo que se puede encontrar en una Harley-Davidson, tanto de seguridad como de conectividad. Dispone de antibloqueo de frenos con funcionamiento en curvas, control de tracción con la misma función, control del freno motor, siete modos de conducción, iluminación por LED, pantalla de instrumentación TFT a color de 4,3 pulgadas y conectividad con teléfonos inteligentes.

El equipamiento y la conectividad destacan en este modelo. / Harley

¿En qué colores se vende?

La pintura elegida para este modelo es especial, con un aspecto de metal anonizado y disponible en tres colores: el inevitable negro que caracteriza a la marca, junto a unos llamativos naranja y amarillo.

¿Se podrá personalizar?

Por supuesto, la personalización de las motos es una de las señas de identidad de Harley y no se iba a perder en la LiveWire. Desde un asiento biplaza a embellecedores decorativos, pasando por una cúpula deportiva, pedales de freno, manetas, espejos, iluminación… Elementos todos pensados para que cada usuario le pueda dar un toque particular a su moto.

¿Es su mantenimiento complicado?

Desde Harley aseguran que, al igual que en cualquier otro vehículo eléctrico, la LiveWire es una máquina sencilla de mantener: sin aceite de motor, ni bujías, filtros, embrague, cambio… Se someterá, como cualquier moto, a revisiones periódicas de elementos como la correa de transmisión, las pastillas de frenos o los neumáticos. La batería tiene una garantía de cinco años sin límite de kilometraje.

¿Dónde y cuándo se vende?

La LiveWire ya se puede reservar (previo pago de una señal) y llegará a 250 concesionarios de la marca antes de acabar el año. De ellos, 150 son de Estados Unidos y Canadá, mientras que el centenar restante se reparten por Europa, incluyendo los españoles seleccionados: Makinostra, en Madrid, y Harley-Davidson Barcelona. En el resto del mundo se distribuirá entre 2020 y 2021. Estarán especialmente cualificados para el mantenimiento de estas motos eléctricas y contarán al menos con un punto de carga rápida de 24 kW.  Inicialmente el número de unidades disponible será limitado.

¿Cuenta cuesta?

El precio recomendado para la LiveWire en los mercados europeos es de 33.700 euros, correspondiente a la versión básica en color negro y con un sobrecoste, no especificado, para las otras combinaciones cromáticas.