Se presentó hace pocos días, después de una expectación inusual por conocer el primer SUV medio de Maserati. El Grecale, como así se denomina en italiano al viento del noroeste mediterráneo es el hermano pequeño del Maserati Levante. O no tan pequeño, porque solo mide 15 centímetros menos de longitud.
En Milán, a 170 kilómetros al norte de Módena, la marca ha permitido probar las bondades de este nuevo SUV deportivo. En concreto, del Maserati Grecale GT, que da acceso a una gama compuesta por tres versiones: esta, con 300 CV; la Modena, con 330 CV, y la más alta y deportiva, con prestaciones extremas, denominada Trofeo y de 530 CV.
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Por 81.050 euros, el GT, según lo visto, ya ofrece la esencia de Maserati. Porque, para empezar, el interior cuenta con un diseño más artesano que industrial en componentes y ajustes, así como la tecnología de sus tres pantallas digitales y el nuevo reloj multifunción también configurable.
En un recorrido de solo 60 kilómetros y por unas carreteras estrechas no ha sido posible probar a fondo un coche como este. Pero, por lo que ha podido apreciar, los 300 CV del motor tetracilíndrico de dos litros (con sistema microhíbrido de 48V), mueve con bastante soltura el Grecale. Y además emite un sonido embriagador por sus cuatro salidas de escape.
El SUV sube de vueltas con alegría y el cambio automático de ocho velocidades ayuda a que la aceleración sea muy lineal. Y además sin tirones, dada su rapidez de reacciones. Dinámicamente, el Grecale es bastante superior al Levante, pero está algo más orientado al confort que a la deportividad pura.
En el modo Sport, de los cuatro que ofrece (Comfort, GT, Sport y Off-Road) mejora todos los parámetros para que se sienta más deportivo. Desde la dirección hasta la suspensión neumática (opcional en la versión GT) se endurecen para ofrecer sensaciones más próximas a la competición. También el sonido se hace más rudo y deportivo.
En el modo Sport cobra más sentido utilizar las levas posicionadas tras el volante de forma fija. En un SUV deportivo como este, probablemente haya quien las hubiera preferido ancladas al volante, ya que en los giros quedan alejadas de las manos y resulta más incómodo accionarlas.
Interior espacioso, pero sobre todo, de calidad
El interior del Grecale denota el gusto italiano por los acabados de calidad en sus coches de lujo, y en este sentido, no defrauda. De hecho, sorprende su perfecta conjunción entre la última tecnología de sus pantallas y el acabado artesanal de sus ajustes.
Por cierto, el cambio se maneja a través de unos de los pocos botones físicos que se ubican entre las dos pantallas centrales, muy al estilo Aston Martin (los botones, no la ubicación, porque la marca inglesa los dispone también en la consola central, pero más arriba).
Respecto al espacio, su distancia entre ejes permite disponer de muy buena habitabilidad a bordo, sobre todo en las plazas traseras. Uno de los puntos más destacables es su cómodo acceso, gracias a unos laterales de los asientos enrasados con la carrocería. El maletero de este GT es de 535 litros, 35 menos que la versión Trofeo, ya que no dispone de las baterías del sistema microhíbrido de esta versión.
El siguiente Grecale en el escalafón de potencia es el Módena, que tiene 330 CV, es decir, solo 30 CV más. Y por la diferencia de precio (15.000 euros), parece lógico pensar que la versión más vendida sea la GT, a pesar de que equipamiento es algo inferior.
Ya admite pedidos. Las primeras unidades llegarán en junio.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.