¿Puede un ‘pony’ ser el líder de la manada? Si ese pequeño caballo es un Ford Mustang, la respuesta es “sí”. En un escenario donde la electrificación marca el ritmo, la séptima generación se sale del camino establecido para mantener intacto su espíritu.
Con esta nueva etapa del Ford Mustang se confirma que el pony car por excelencia sigue siendo todo un icono. Fue presentada en 2022, aunque ha tardado en aterrizar en Europa: será, también, la primera que llegará a todos los mercados del planeta.
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El Ford Mustang 2024 conserva su tradicional silueta de GT: mantiene el capó alargado, los voladizos y esa zaga inclinada. Como manda la tradición, estará disponible con dos tipos de carrocería: coupé y descapotable.
Mide 4,81 metros de largo, 1,91 metros de ancho (sin retrovisores) y 1,39 metros de alto. Su batalla es de 2,71 metros y pesa 1.8080 kilos. La capacidad de carga del maletero se va hasta los 381 litros.
Un diseño evolutivo
La marca hace especial énfasis en que el diseño exterior de la séptima generación es una evolución y no le falta razón. Tomando el primer Ford Mustang como fuente de inspiración, conserva esa línea horizontal que une el capó con los hombros traseros. De paso, imprime un punto más de agresividad para ganar presencia.
En el frontal destacan dos aspectos. El primero de ellos son los faros, que ahora son más rectangulares y están divididos en tres secciones. El segundo es la parrilla, que es más imponente: está enmarcada por dos franjas laterales y una inferior. Completan el cuadro las salidas de aire laterales, que también son más grandes.
En la versión GT todos estos elementos tienen un aspecto más agresivo y están acompañados por un divisor frontal distinto. De camino a la zaga es posible contemplar que el nuevo Ford Mustang exhibe una serie de marcados pliegues en la carrocería que le dan un toque propio.
En la parte trasera se vuelve a reproducir un característico elemento de este pony car: sus faros verticales. La zona en la que se asientan luce, ahora, un pliegue más agudo con el que parece que el Ford Mustang 2024 tiene un spoiler integrado. Eso sí, en la versión GT puede estar acompañado por un alerón.
La verdadera revolución de la séptima generación del Ford Mustang reside en su interior. En el habitáculo vuelven a apostar por buenos materiales y la habitabilidad de la fila delantera es buena: también para los conductores y copilotos más altos. En la trasera la cosa cambia: es un 2+2, pero tiene espíritu de biplaza.
En el puesto de conducción, los asientos (que, opcionalmente, pueden ser Recaro) envuelven al conductor y le sujetan. Ante sí tendrá un volante con formas más cuadradas que en la generación previa y un salpicadero con un diseño más aséptico que, eso sí, conserva los botones de los principales ajustes.
El Ford Mustang estrena una pantalla que se divide en dos: un cuadro de instrumentos de 12,4 pulgadas y una central de 13,2. La primera de ellas muestra la información de forma clara y concisa, pero lo más curioso es que se puede personalizar y una de las opciones reproduce la estética de los primeros modelos.
La segunda alberga el sistema de infoentretenimiento SYNC 4 que cuenta con tecnología gráfica por cortesía del Unreal Engine 3D. No sólo es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, también con Alexa. Su funcionamiento es fácil porque es como el de una tablet: con toques, pellizcos en la pantalla y la posibilidad de arrastrar determinados elementos.
En el plano de seguridad, el Ford Mustang 2024 ha ampliado la lista de ADAS con la dirección asistida evasiva, asistente de centrado de carril, control de crucero adaptativo inteligente con función Stop & Go, asistente de frenado en marcha atrás o reconocimiento de señales de tráfico.
Los motores del Ford Mustang 2024
Ford ha introducido mejoras tanto en el hardware como en el software que se traducen en un sistema de inducción de aire de doble toma o un doble cuerpo de mariposa para el GT.
La gama mecánica estará integrada por dos viejos conocidos: el motor EcoBoost de cuatro cilindros y 2.3 litros y el Coyote, un V8 de cinco litros. El primero de ellos (316 CV y 474 Nm) es completamente nuevo, pero no llegará a España.
El mercado nacional sólo recibirá el V8, asociado al acabado GT. Desarrolla una potencia de 446 CV (que pueden ser 452 con el escape de alto rendimiento) y tiene un par máximo de 540 Nm. Su pareja de baile puede ser una caja manual TREMEC de seis velocidades o una automática de 10: ambas mandan esa fuerza al eje trasero.
El Ford Mustang Dark Horse
En la cúspide estará la versión más capaz, que también llegará a España. El Ford Mustang Dark Horse equipa el V8, pero su potencia crece hasta los 453 CV con un par máximo de 540 Nm.
Luce una estética más radical en la que destacan los faldones de mayor tamaño, las llantas de 19 pulgadas (montadas sobre unos Pirelli P Zero Trofeo RS) y el alerón trasero.
Teniendo en cuenta que es una versión enfocada al circuito, la puesta a punto se ha hecho pensando en este punto. De serie, lleva amortiguadores MagneRide y unos frenos Brembo con pinzas de seis pistones. A esto hay que añadir unas bielas heredadas del Shelby GT500 o el sistema de refrigeración extra para los frenos y el motor.
Prueba del Ford Mustang 2024
Sobre el asfalto, el Ford Mustang es la definición perfecta de un Gran Turismo (GT): proporciona al conductor la experiencia que imagina en su mente porque a nivel dinámico es un coche fantástico.
Lo primero que llama la atención al arrancar es el sonido de su V8: aunque esperado, es una melodía que nunca deja de reconfortar los oídos de quien está al volante que, además, puede regular el volumen del escape. Lo segundo más destacable es su entrega de potencia: al pisar el acelerador sorprende su contundencia, ligeramente excesiva cuando se demanda fuerza al salir desde parado, en un semáforo, al entrar en una rotonda…
Para esta prueba Ford ha planteado un recorrido que parte de los alrededores de Niza para recorrer un tramo de la Ruta Napoleón que abarca 80 kilómetros con el Ford Mustang GT (446 CV y 540 Nm). Un test en el que se atraviesan localidades como Grasse, autopistas y muchas carreteras secundarias.
Es en este escenario donde se pone a prueba el comportamiento del Ford Mustang en curva. Es fácil mantenerlo controlado en todo momento y sólo la incesante presencia de lluvia hace que, en algún momento, pierda algo de agarre en los giros más cerrados de 180 grados. Aparte de eso, tiene un carácter noble y es sencillo mantener la velocidad mientras el coche apunta hacia donde el conductor le pide.
Bien es cierto que, al tratarse de un Gran Turismo en las curvas más complicadas y exigentes, se vuelve un coche espeso: sus reacciones no son tan vivas como las de otros descapotables de menor tamaño. Es lógico: está pensado para enlazar giros suaves y no para ir de tramo.
Puede que su carrocería (coupé o descapotable, como era el caso de la unidad de prueba) invite a pensar que el Ford Mustang no es un coche ideado para viajar. Nada más lejos de la realidad: es un modelo confortable con el que es posible acumular kilómetros en autovías sin que pase factura al conductor o a su acompañante, ya que la fila trasera es testimonial.
Con esta generación, el manejo ha mejorado significativamente, aunque todavía transmite la sensación de ser un pony car con tracción trasera. También ha evolucionado la dirección que, comparada con un modelo convencional, es más directa y pesada: podría serlo, incluso, más para que la conexión entre el coche y el conductor estuviera más afinada. Y es que, en determinados momentos, sí se nota cierta desconexión: como si se hubiera apagado.
La suspensión trabaja correctamente las imperfecciones del asfalto, sobre todo las de las carreteras secundarias, dando pie a una conducción sólida: esto es gracias a la combinación de una amortiguación convencional con unas barras estabilizadoras más rígidas. Los frenos, por su parte, son precisos con una buena presión del pedal. En cuanto al consumo, la cifra final se quedó muy lejos de la homologada: 20,4 l/100 km frente a los 12 oficiales.
La prueba del nuevo Ford Mustang se llevó a cabo con un modelo equipado con la transmisión automática de 10 velocidades. Con una conducción estándar, funciona de manera suave: las cosas cambian cuando el conductor pide más. ¿La razón? Da la sensación de que duda a la hora de elegir la mejor relación y funciona mejor con el modo normal. A él se unen otros cinco: Sport, Deslizante, Drag, Pista y uno personalizado.
La gran ventaja del Ford Mustang 2024 es su polivalencia. Con él, es posible dibujar las curvas más sinuosas, circular con suavidad por la autopista, acelerar sin esfuerzo, moverse con soltura por la ciudad… Y todo a bordo de unos asientos que destacan por su notable comodidad. En definitiva, sigue siendo un placer para todos los estilos de conducción.
¿Cuánto cuesta el Ford Mustang en España?
Los pedidos del Ford Mustang ya están abiertos en el mercado español. Como se apuntaba antes, está disponible con carrocería coupé y descapotable, mientras que la oferta mecánica se reduce al V8 en la variante GT y en la Black Horse.
El precio de la primera de ellas arranca en 61.150 euros (una cifra que le convierte en el V8 más asequible en España) y el de la segunda en 74.150 euros.
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