A pesar de su nueva carrocería estilo SUV, que sigue los pasos de su hermano pequeño el Renault Austral y que acaba con las cinco generaciones anteriores del icónico Renault Espace y sus líneas de monovolumen, esta nueva creación francesa es un compendio de tecnología y buen hacer que seducirá a todo aquel que busque un SUV espacioso, moderno y tecnológico a buen precio.
Ya se habían revelado sus datos técnicos, pero ahora también se ha desvelado un precio que, para lo que ofrece y lo visto en Oporto (Portugal), parece más que razonable.
Y es que la gama, compuesta por tres acabados (Techno, Alpine e Iconic) comienza con un precio de 43.500 euros (46.000 y 48.000 para los dos superiores) ya sea para la versión de cinco o de siete asientos, es decir, esta última opción no tiene sobreprecio.
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Mecánica híbrida eficiente y eficaz
Todos cuentan con la misma mecánica denominada E-Tech full hybrid: un bloque híbrido compuesto por un motor de gasolina 1.2 de tres cilindros y 130 CV, junto a dos motores eléctricos.
El primero y principal de 50 kW (70 CV) que se utiliza para una conducción eléctrica y el segundo de 25 CV y que se utiliza para arrancar el motor de combustión y apoyar los cambios de marcha de la caja automática. Estos dos motores se alimentan gracias a una batería de 2 kWh. La potencia total asciende a 200 CV.
Y con ella alcanza una velocidad punta de 175 km/h y pasa desde parado a 100 km/h en 8,8 segundos. Casi lo mejor es que lo hace con un consumo bastante contenido que solo si nos empeñamos, superará los 7 l/100 km (homologa 4,7 l/100 km).
En marcha, muy agradable
Nos ha sorprendido. Y muy gratamente. La conducción del nuevo Renault Espace es muy, muy agradable. Y es que este motor híbrido hace poco ruido, genera pocas vibraciones y sus 200 CV empujan de una forma contundente y muy resolutiva.
Solo hemos detectado algún pequeño tirón muy puntual que provenía de la caja de cambios automática multimodo (con 15 combinaciones de desarrollo) y que la marca nos aseguró que provenían de unas unidades preserie que todavía debían tener algunos ajustes.
También la dirección nos ha parecido muy apropiada para este vehículo. No es que transmita demasiado lo que pasa bajo las ruedas delanteras, pero su guiado es muy bueno, a lo que sin duda colabora la dirección a las cuatro ruedas 4Control Advance, que gira las traseras hasta cinco grados en dirección contraria a las ruedas delanteras a baja velocidad y hasta un grado en su mismo sentido en carretera. Esto le permite también un diámetro de giro similar al de un Renault Clio, de solo 10,4 metros.
Las dos versiones superiores, Alpine e Iconic, cuentan con un eje trasero multibrazo que también les otorga algo más de agilidad y definición cuando aparecen los virajes. Y es que, con una longitud de 4,72 metros de largo; 1,84 metros de ancho y 1,64 metros de alto, es un SUV grande, pero al volante no lo parece.
La suspensión sujeta más que bien la carrocería y permite afrontar este tipo de carreteras con tranquilidad y confianza, algo que en otros SUV de su tamaño no ocurre. No es un SUV ligero, pero tampoco es de los más obesos de la categoría: su peso es 215 kilos inferior a su predecesor, para quedarse en 1.587 kilos.
Además, el equilibrio conseguido con la comodidad a bordo es muy bueno. Las carreteras rotas o los adoquines de las calles de Oporto, se filtran muy bien, dejando pasar al interior del habitáculo pocas incomodidades.
No es un deportivo, está claro, pero para contar con esta nueva carrocería de tipo SUV que, por cierto, cuenta con un espacio libre al suelo de 18 centímetros, se mueve muy bien y de forma ágil también en rápidos cambios de dirección. Mucho más de lo previsible.
Respecto a los frenos, las levas dispuestas tras el volante no se dedican a cambiar de marchas, sino que con ellas se puede regular el nivel de regeneración de la frenada (hasta cuatro niveles). Y en el nivel máximo casi sirve para, en conducción normal sobre todo en ciudad, apenas tener que tocar el pedal de freno. En carretera es también cierto que hay que acostumbrarse a su tacto. Al principio, esponjoso, y si se pisa más, mucho más contundente y no de forma proporcional.
Espace significa espacio
También es sobresaliente el espacio a bordo, como no podía ser de otra forma en esta sexta generación de este coche. Sobre todo en la segunda fila, que cuenta con una banqueta deslizable 26 centímetros, respaldo reclinable en 3 posiciones y hasta 31 grados, y que puede dejar un maletero de 777 litros.
La tercera fila tiene dos asientos extra escamoteables. No se puede negar, son pequeñas y, lo peor, el acceso a ellas solo es fácil para niños. Además, si se habilitan, el maletero no será capaz de albergar el equipaje de estos siete pasajeros, ya que se queda en solo 159 litros.
Hablando de litros, casi 40 repartidos en multitud de huecos por el habitáculo, lo que hace un viaje también muy apetecible en este sentido. También de lo más agradable resulta su techo solar, que no tiene travesaños intermedios, es decir, es de una sola pieza y cuenta con un tamaño de más de un metro cuadrado (de los más grandes del mercado). Es fijo y aunque no cuenta con cortinilla, su cristal filtra los rayos UV y la mayor parte de los rayos infrarrojos, reflejando el calor.
Y entre las 32 ADAS (ayudas a la conducción) y las más de 24 pulgadas de pantallas digitales (entre los relojes y la de infoentretenimiento) con el navegador Waze, por ejemplo, incluido; el puesto de conducción es también cómodo, funcional y tecnológico.
En otoño llegarán las primeras unidades, con etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas y procedentes de la fábrica española de Palencia. Sin duda, lo tiene todo a favor para convertirse en un superventas.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.