La luneta térmica se encuentra en el parabrisas trasero de la mayoría de los coches modernos. Consiste en una serie de líneas horizontales, generalmente de cobre, que están incrustadas en el vidrio.
Estas líneas son en realidad resistencias eléctricas que, al activarse, generan calor. Y ese calor resulta suficiente para desempañar el cristal trasero y, en algunos casos, para derretir pequeñas cantidades de hielo o nieve.
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El sistema está diseñado para ser eficiente y seguro. Las resistencias no alcanzan temperaturas extremadamente altas, lo que evita cualquier riesgo de quemaduras al tocar el vidrio. Además, la mayoría de los sistemas de luneta térmica están programados para apagarse automáticamente después de un cierto período, generalmente entre 10 y 15 minutos, o para apagarse y encenderse de forma automática, para evitar el sobrecalentamiento y el consumo innecesario de energía.
Importancia de la luneta térmica
La principal función de la luneta térmica es mejorar la visibilidad trasera del conductor. En condiciones climáticas adversas, como lluvia, nieve o niebla, el cristal trasero puede empañarse rápidamente, dificultando la visión. Esto no solo es incómodo, sino que también puede ser peligroso, ya que limita la capacidad del conductor para ver los vehículos que se aproximan por detrás.

Además de desempañar el cristal, la luneta térmica también puede ayudar a derretir pequeñas cantidades de hielo o nieve que se acumulen en el exterior del vidrio. Esto es especialmente útil en regiones donde las temperaturas invernales son extremas y la acumulación de hielo es común.
Mantenimiento y cuidado
Aunque la luneta térmica es un sistema robusto y duradero, requiere ciertos cuidados para mantener su eficacia. Es muy importante evitar el uso de objetos afilados o abrasivos para limpiar el cristal trasero, ya que podrían dañar las resistencias de cobre.
Si alguna de las líneas de la luneta térmica se daña, es posible que el sistema no funcione correctamente y que algunas áreas del cristal permanezcan empañadas.
También es muy importante tener mucho cuidado al pegar adhesivos o etiquetas por dentro del cristal, como el famoso de ‘Bebé a bordo’, ya que al retirarlos se podrían dañar las resistencias. Si se necesita colocar algo en el vidrio trasero, hay que asegurarse de hacerlo en áreas donde no haya líneas conductoras o donde pasen las menos posibles.

En caso de avería, es recomendable acudir a un taller especializado para su reparación, ya que los técnicos pueden identificar y reparar las resistencias dañadas, asegurando que el sistema vuelva a funcionar de manera óptima.
El futuro
Se están desarrollando tecnologías que permiten un control más preciso y la activación automática basada en sensores de humedad y temperatura. Estas innovaciones prometen hacer que los sistemas de luneta térmica sean aún más eficientes y fáciles de usar en el futuro.
Algunos fabricantes de automóviles ya ofrecen lunetas térmicas delanteras, que funcionan de manera similar a las traseras pero están diseñadas para desempañar el parabrisas delantero. Estos sistemas utilizan resistencias más finas y dispuestas verticalmente para no obstruir la visibilidad del conductor y así evitar también la puesta en marcha del aire acondicionado a la máxima potencia y orientado hacia el parabrisas.
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