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Cuando la economía no supone un límite, personalizar un coche puede implicar millonarios desembolsos: sobre todo cuando se trata de matrículas únicas. Las más valiosas suelen pertenecer a familias que, difícilmente, se deshacen de ellas. Eso sí, hay excepciones como la protagonizada por la placa más cara de Australia.
La matrícula NSW 1 es la más cara de Australia: NSW son las siglas de New South Wales, es decir, el estado de Nueva Gales del Sur. En una subasta organizada por Lloyds, alguien ha pagado por ella 11.505.000 dólares australianos (6,99 millones de euros, según el cambio actual) más una prima del 7,5%.
Esta cifra ha superado el récord del país en lo que a subasta de matrículas se refiere: en 2017, pagaron 1,48 millones de euros por la matrícula NSW 4. A pesar de la cifra, el récord mundial lo sigue teniendo la placa 1 de Emiratos Árabes Unidos. En 2008, se vendió por 18,88 millones de euros.
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¿Por qué la matrícula NSW 1 es tan especial? Porque no ha sido puesta a la venta públicamente en más de un siglo y no había sido vista desde los años ochenta.
La placa fue emitida para el primer Departamento de la Policía de Nueva Gales del Sur y fue adquirida por Sir Frederick Stewart en los años 30. La pregunta es lógica: ¿quién era? El fundador de Australian National Airways, la principal aerolínea entre 1930 y 1950, que hizo su fortuna en el mundo ferroviario y en el de transporte de pasajeros por carretera.
Sir Frederick Stewart falleció en 1961 y la matrícula la heredó su mujer: Lady Majorie Stewart. En aquel momento pertenecía al Oldsmobile de su marido, pero decidió transferirla a su Ford Fairmont Ghia LTD de 1981. Cuentan que rechazó una oferta de 460.000 euros actuales en 1988.
Lady Majorie Stewart falleció en el año 2000 y desde entonces, los compradores han estado esperando su momento: muchos dieron por hecho que la venta no tardaría en producirse, pero no ha sido así. La matrícula iba a permanecer en la familia Stewart otros 24 años más.
Cuando la placa NSW 1 ha estado disponible, las ofertas no tardaron en llegar… y en crecer. Los fanáticos de la personalización querían volver a ver la matrícula en un coche en movimiento al precio que fuera. Y ha sido el más alto en la historia de Australia.
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