Una recomendación de la Guardia Civil para evitar problemas en los aparcamientos de los centros comerciales ha sido uno de los tres artículos más leídos esta semana en EL MOTOR, junto con la llamativa experiencia de un mecánico con el coche de un cliente.
Además, la desconcertante historia de una conductora a la que no renovaron el carnet porque estaba oficialmente muerta completa el trío de los artículos más vistos por los lectores.
Más información
Va al taller por un ruido metálico: el mecánico no se lo creía
Un conductor llevó su coche al taller por ruido metálico que se producía al acelerar y su causa se ha convertido en un vídeo viral que ya supera los dos millones de reproducciones. El mecánico, @chrisbuilt92 en Instagram, no esperaba encontrar lo que vio en la primera inspección que hizo.
Subió el Ford Focus al elevador y descubrió que los bajos estaban completamente corroídos. Tanto es así que al mover la placa que protege la parte delantera, se observa que está a punto de desprenderse debido a su estado. Su pregunta es inevitable: “¿Alguna vez has visto un coche tan oxidado?”.
Vuelve el ‘método de la siembra’
La Guardia Civil ha informado, a través de sus redes sociales, del nuevo lugar en el que se mueven ahora quienes intentan robar en los coches: el aparcamiento de los centros comerciales.
Los ladrones emplean el ‘método de la siembra’ para distraer al conductor de diferentes maneras con un único objetivo: robar sus pertenencias y, en los casos más extremos, el propio vehículo.
Los delincuentes actúan en pareja. El primero hace creer al conductor que se le ha caído algún objeto al suelo: puede ser cuando está guardando la compra en el maletero, cuando está a punto de subir al coche o cuando ya está dentro.
Con la atención puesta en lo que, supuestamente, se ha caído, aparece el segundo delincuente que abrirá el maletero o la puerta del pasajero para robar objetos de valor o llevarse el coche.
Va a renovar el carnet y se lo deniegan: estaba muerta
Nicole Paulino sabía que tenía que renovar su carnet y para ello, acudió a las oficinas de Tráfico, en Maryland, Estados Unidos. Allí le dijeron que no podían llevar a cabo el trámite. ¿La razón? En la base de datos aparecía como fallecida: “Resulta que estoy muerta: me sorprendí porque estoy aquí, estoy viva”, explicaba a Telemundo 44.
Fue la Administración del Seguro Social (SSA) la encargada de esclarecer lo sucedido. Al parecer, una funeraria se equivocó al comunicar el fallecimiento de otra persona: facilitó el número un del Seguro Social equivocado.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram