Se llama CX-60 y es el primer modelo híbrido enchufable que Mazda presenta en el mercado europeo. Con un tamaño de casi 4,75 metros, el nuevo SUV japonés cuenta con un motor de gasolina 2.5 Skyactiv-G atmosférico y cuatro cilindros, que se combina con un motor eléctrico de 100 kW para ofrecer 327 CV de potencia y un par motor de 500 Nm. Con esto se convierte en el modelo de carretera más potente de la historia de Mazda. El acabado de acceso Prime Line partirá de un precio de 50.268 euros.
Gracias a su batería de 17,8 kWh, su autonomía eléctrica es de 68 kilómetros en uso urbano y de 63 kilómetros en modo combinado (ciudad y carretera). La pila se carga por completo en unas cuatro horas con un cargador de corriente alterna a 7,2 kW.
Más información
El nuevo Mazda CX-60 homologa un consumo de 1,5 l en los 100 primeros kilómetros, y sus emisiones de CO2 se quedan en 33 g/km. Las prestaciones resultan muy interesantes, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y tiene una velocidad punta limitada a 200 km/h.
El SUV japonés integra la nueva plataforma RWD de la marca, diseñada para modelos con tracción trasera, aunque este PHEV cuenta con tracción total permanente con transferencia de par entre ejes.
Sin embargo, más adelante llegarán tres variantes con tracción trasera: este año se sumará a la gama un motor diésel e-Skyactiv D 3.3 de seis cilindros (y dos versiones de potencia) y en 2023 se estrenará un motor de gasolina e-Skyactiv G de 3.0 litros, también de seis cilindros. Todos ellos contarán con un sistema híbrido ligero de 48 V denominado Mazda M Hybrid Boost.
Las tres motorizaciones se asocian a una también nueva transmisión automática de ocho velocidades que, según la marca nipona, cuenta con la mejor relación prestaciones/eficiencia por su número de marchas.
También es de nueva factura el Kinematic Posture Control, el sistema de control de par que frena la rueda interior trasera en las curvas para bajar el centro de gravedad, minimizar la transferencia de masas y mejorar la estabilidad.
Por supuesto, habrá diferentes modos de conducción. El selector Mazda Intelligent Drive (Mi-Drive) permite elegir entre cinco: Normal, Sport, Off Road (todoterreno), Towing (remolque) y EV (este último solo con la motorización híbrida enchufable que primero llegará a España).
El hermano mayor del Mazda CX-5
El Mazda CX-60 mide 4.745 milímetros de largo (170 milímetros más que el Mazda CX-5), casi como un BMW X4, es decir, a medio camino entre un BMW X3 y un BMW X5. Es un poco más ancho que el CX-5 (1.890 milímetros, 45 más que su hermano de gama) y tiene una altura casi idéntica (1.680 milímetros). La distancia entre ejes es de 2.870 milímetros y en el maletero hay espacio para 570 litros de carga, hasta 1.726 si se abaten los asientos traseros.
Carrocería esculpida
Llama la atención del exterior del Mazda CX-60 su falta de aristas laterales, pero con la curvatura que presentan las puertas, la marca pretende reflejar las luces de manera que parezca un coche diferente en dependencia del momento o de las condiciones meteorológicas del día. Aquí tiene que ver la filosofía japonesa de diseño denominada KODO, que pretende dar vida a los coches y que no se vean solo como un producto industrial.
En su parte delantera llaman la atención los faros minimalistas que agrupan también las luces antiniebla, con unos intermitentes que se introducen en la parrilla hacia el centro del vehículo. Las llantas serán de 18 o 20 pulgadas.
Mazda añade un nuevo color, el Rhodium White, llamado a convertirse en un nuevo color emblemático junto con el Machine Grey o el más conocido (y reconocido como uno de los mejores rojos del mercado) Soul Red Crystal. Además de estos, otros cinco colores completan la gama cromática.
Un interior artesano y de primera calidad
En su interior llama la atención, y mucho, el esmero que se ha puesto en los acabados y la elección de los materiales. Y es que, según Mazda, la mayor calidez solo la pueden crear las manos humanas.
Por eso, en las versiones superiores, Homura y Takumi, el fabricante ha creado un efecto premium de carácter artesanal que no se encuentra ni en los SUV alemanes más demandados.
Pero antes de hablar de esto hay que detenerse en el nuevo sistema de personalización del conductor, que, mediante una cámara, detecta la altura de los ojos del conductor y, a partir de ahí, ajusta de forma automática el asiento, la altura del volante, los retrovisores, la pantalla del Head Up Display e incluso la configuración del sistema de sonido y la climatización. Esta tecnología será opcional.
Volviendo a los materiales del interior, se han tejidos muy variados, como el presente en los famosos kimonos utilizados en diversas artes marciales orientales. Además, Mazda estudia la viabilidad de producir un tipo de cuero de origen no animal, que procedería de árboles como el mango.
Si se trata de pantallas digitales, el fabricante japonés ha mejorado el tamaño y la distribución de la información en su Head Up Display. Y también opta ahora por relojes digitales tras el volante, además de incorporar una gran pantalla táctil central de 12,3 pulgadas.
Disponible en cuatro acabados (Prime-Line, Exclusive-Line, Homura y el más alto de gama, denominado Takumi), ya se pueden hacer pedidos del nuevo buque insignia de Mazda, que representa una nueva era para la marca y que se podrá ver circulando por España en verano. Más adelante llegará el Mazda CX-80, algo más largo (todavía no se sabe cuánto) y con siete asientos dispuestos en tres filas.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.