El BMW Serie 7 se estrenó en 1977 y desde entonces ha sido el buque insignia de la marca alemana. Comenzó su andadura compitiendo con las berlinas más lujosas, como el Cadillac estadounidense y el también alemán Mercedes Clase S. Pero el Serie 7 siempre ha destacado por un dinamismo superior al de otros coches de su categoría.
Desde su aparición, el Serie 7 ha evolucionado incorporando los últimos avances en el sector del automóvil. Y así durante seis generaciones diferentes hasta llegar a nuestros días, en los que ya anuncia para 2023 la llegada del i7 xDrive60 eléctrico. Tendrá 544 CV y una autonomía oficial por encima de los 600 kilómetros.
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Pero si el Serie 7 impresiona por su potencia y tecnología en los tiempos de la electrificación, también lo hizo su primer antecesor. La berlina de 1977, entre otros avances, protagonizó el decisivo paso de los carburadores a la inyección electrónica y demostró su vanguardismo al ser el primer coche con ordenador de a bordo. Y también despuntó al incorporar por primera vez un cuentakilómetros electrónico, dirección de asistencia variable con la velocidad y retrovisores exteriores de ajuste eléctrico.
La segunda generación del Serie 7, presentada en 1986, supuso toda una demostración de poderío. Disponible por primera vez con carrocería normal y otra más grande de batalla larga, ofrecía un plantel de motores impresionante, con seis, ocho y hasta doce cilindros y con una potencia que llegaba en la versión más poderosa a 300 CV. Y su seguridad de marcha mejoró espectacularmente al ofrecer la posibilidad de equipar el sistema de control de estabilidad (ASC), una opción determinante en un coche de ese tamaño y potencia.
El primer coche de hidrógeno
En 1994, la prestigiosa berlina se actualizó con importantes innovaciones. Mejoró aún más la seguridad activa con los últimos dispositivos electrónicos como los frenos antibloqueo (ABS) o el control dinámico de estabilidad (DSC). Y también fue pionero de la moderna conectividad, al incorporar un sistema de navegación integrado con una pantalla multifunción en color. En cuanto a la mecánica, la novedad vendría de un nuevo motor 730d turbodiésel que completaría la gama de gasolina ya existente.
Con el nuevo siglo, el Serie 7 partió de cero, y en 2001 llegó una cuarta generación que reseteó toda la tecnología de a bordo. Exhibiendo un estilo de diseño muy diferente al anterior, la berlina se equipó con innovaciones vanguardistas como el primer sistema de luces automáticas que circuló por Europa y un inédito sistema de visión nocturna.
Un ligero chasis de aluminio, nuevos motores V8 con regulación continua de las válvulas y un potente V12 de 445 CV se encargaron de mantener al Serie 7 en la cúspide en cuanto a rendimiento y liderar las ventas en su categoría. Y por si fuera poco, la versión Hydrogen 7 se convirtió en el primer coche de hidrógeno fabricado en serie.
Hacia la electrificación
En 2015, llegó el actual Serie 7, destinado a protagonizar la transición energética hacia la electrificación. Una fabricación con materiales compuestos (plástico y fibra de carbono) y la introducción en la oferta del primer motor híbrido enchufable se combinaron con tecnologías visionarias como el control gestual o la iluminación por láser.
La electrificación, la tracción integral inteligente (xDrive) o los nuevos asistentes de conducción autónoma han llevado recientemente al Serie 7 a otro nivel en espera del próximo paso, para llegar el año que viene a la propulsión 100% eléctrica.
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.