Porsche desempolva su proyecto secreto K1

Se trata de un monovolumen de seis plazas que podría convertirse en un futuro modelo familiar sin emisiones y autónomo.

Porsche K1

De los numerosos proyectos que Porsche desarrolla en secreto, acaba de conocerse la última evolución del llamado K1, un desarrollo que rompe por completo la línea deportiva que rige tradicionalmente a la marca, y que se viste de rojo para ganar prestancia.  

El K1 no es un prototipo nuevo, ya que data de 2018. Entonces ya comenzaron a conocerse algunos detalles del Vision Renndienst (‘asistencia de carreras en alemán’), un insólito estudio de diseño en formato monovolumen. 

Prototipo K1

A pesar de incorporar en sus formas exteriores detalles que aportan ADN de anteriores modelos de la marca alemana, el prototipo K1 rompe con todo lo visto anteriormente en el catálogo de Porsche. Y como deja claro el propio fabricante, se inspira en las míticas y prácticas furgonetas Volkswagen Combi de los años cincuenta. 

Inmersas en pleno proceso de electrificación y a las puertas de la conducción robotizada, las categorías que estaban hasta ahora claramente definidas se van desdibujando, y se van superponiendo unas a otras sin ningún miramiento.

Así, y refiriéndose al Vision Renndienst, algunos concesionarios estadounidenses ya hablan de un nuevo estilo que fusiona el concepto de crossover de carrocería elevada con el de la berlina tradicional

Y si por el momento se trata solo de un proyecto, ya presenta soluciones muy realistas. Por ejemplo, el emplazamiento del conductor en posición central y un futurista espacio interior. El habitáculo se aprovecha al máximo gracias al reducido tamaño de la mecánica eléctrica y al alojar las baterías bajo el piso. 

Asiento del conductor giratorio y tres filas de asientos

Este sorprendente concept car prosigue su desarrollo en el centro de diseño de Weissach (Alemania) y también anticipa los planes de la marca en cuanto a la futura conducción autónoma.

Aunque cuenta con funciones de conducción automática, el K1 dispone todavía de volante para manejarlo de forma manual, dispuesto en el centro del salpicadero para percibir mejor el entorno.

Los mandos son de funcionamiento háptico (se pueden manejar con simples gestos de las manos), y el cuadro digital presenta relojes que simulan a los analógicos para conservar la estética deportiva de Porsche. Dos grandes pantallas laterales suministran el resto de la información necesaria a bordo. 

Puesto de conducción del Porsche Vision Renndienst.

Cuando se conecta la conducción robotizada y el vehículo toma el control, el asiento del conductor puede pivotar 180º para ver a los dos pasajeros centrales y disfrutar del trayecto de una forma más relajada.

Y en la parte trasera, otra fila más de asientos permite que viajen confortablemente otros tres pasajeros, compartiendo un espacio minimalista pero altamente digitalizado mediante la última tecnología. 

A los seguidores más puristas de la marca no les agradará demasiado este proyecto de furgoneta, en algunos aspectos similar a la ID.Buzz de Volkswagen, grupo al que pertenece Porsche. Pero todos los fabricantes van a verse obligados a evolucionar al mismo ritmo que las necesidades de estos nuevos tiempos.

La firma alemana de deportivos no se va a librar de unos profundos cambios, similares a los que ya decidió en su día contra todo pronóstico. Como la revolucionaria introducción de motores diésel en su gama o el desarrollo de nuevos modelos del tipo SUV con carrocerías elevadas de todo terreno.

El prototipo K1, junto a la Volkswagen Combi en la que se inspira.

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Juan Luis Soto

Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.

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