Más coches eléctricos, más conectados y con más funciones de conducción autónoma. Pero cada marca con sus propios ritmos y prioridades. Es lo que muestra el Salón del Automóvil de Tokio 2017, que confirma la apuesta de las marcas japonesas por liderar las tres revoluciones tecnológicas simultáneas que afronta la industria global del automóvil: electrificación, digitalización y automatización de la conducción.
Y todo con un protagonista destacado entre los modelos de serie, el nuevo Nissan Leaf, la segunda generación del coche eléctrico más vendido de la historia, 280.000 unidades, que llegará a España en enero, ahora con 378 kilómetros de autonomía oficial (entre 290 y 300 en uso real).
Nissan Leaf: 378 kms de autonomía y piloto automático
En Tokio se aprecian con claridad las diferentes hojas de ruta de cada fabricante. Y son de lo más variado. Nissan parece la más decidida a acelerar en la electrificación y la conducción autónoma. Toyota en cambio sigue apostando más por los híbridos y el coche de hidrógeno. Y entre medias de las dos corporaciones líderes hay de todo: Mitsubishi, pionera de los eléctricos y cada vez más integrada en la alianza Renault-Nissan, mantiene las prioridades de la última y explota su liderazgo en los SUV enchufables o PHEV.
Mazda en cambio, aliada con Toyota para afrontar su electrificación, sigue primando el diseño y la evolución de los motores térmicos como rasgos diferenciadores. Honda por su parte parece sumarse con claridad al coche eléctrico, lo mismo que Suzuki, aunque ésta más tímidamente. Y por último, Subaru es la que adopta un perfil más clásico en la mecánica y resalta en Tokio su particular deportividad.
Todas estas políticas y tendencias se reflejan en los modelos y prototipos que se presentan en la muestra de la capital japonesa. Así, con una de las puestas en escena más espectaculares, destaca el Nissan IMx, un espectacular prototipo de diseño futurista que sirve de escaparate a la movilidad autónoma o Intelligent Movility que propone la marca japonesa. Y combina la visión en 360 grados que le proporciona un equipo formado por 12 cámaras, 9 radares, 6 láseres y 13 sensores sonar, con las funciones que aporta el uso de la inteligencia artificial para gestionar y resolver con seguridad cualquier situación en el tráfico diario.
Por lo demás, el Nisan IMx anuncia 600 kilómetros de autonomía eléctrica y aparte de un envoltorio vanguardista que ensaya el nuevo lenguaje de diseño de la marca, incluye por dentro un puesto de conducción escamoteable que permite al conductor decidir si se sienta al volante o deja al coche que tome los mandos.
Toyota es mucho más discreta y aparte del espectacular Concept i, que estrenó ya en enero en el CES de Las Vegas, presenta dos prototipos híbridos. El más original es el TJ Cruiser Concept, un híbrido por partida doble, tanto en el diseño, que combina rasgos de furgoneta de trabajos profesionales combinados con el ADN de de SUV, como por su mecánica de gasolina con apoyo eléctrico.
El otro es el GR HV Concept, un pequeño cupé de 4,39 metros de largo también con mecánica híbrida que podría anunciar el sustituto del actual GT86 (se esta desarrollando en común con BMW junto al nuevo Z4) o un adelanto del próximo Supra. Y como colofón, esta también el Fine-Comfort Ride, un extravagante monovolumen de 4,8 metros de largo con seis plazas que propone nuevas soluciones para vivir y distribuir el espacio interior e incorpora una mecánica de hidrógeno capaz de recorrer 1.000 kilómetros sin repostar.
En el caso de Mitsubishi, su gran estrella es el E- Evolution Concept, un prototipo de todoterreno ultradeportivo que combina una futurista carrocería de línea cupé con las suspensiones altas de los SUV. Y todo con tres motores eléctricos que aportan tracción 4×4, versiones 100% eléctrica o híbrida enchufable PHEV y funciones de conducción autónoma con aplicación de inteligencia artificial (IA) para que el conductor decida cuando conduce o cuando prefiere disfrutar el ocio a bordo.
Mazda, en cambio, centra sus dos propuestas en el diseño para mostrar su nuevo lenguaje estético. La primera es el Vision Coupé Concept, un cupé estilizado y elegante que recoge los principales códigos del lenguaje de diseño KODO en su fase 2, que es la que aplicarán los próximos modelos de la marca.
El otro prototipo es el KAI Concept, que muestra ya esos conceptos en la realidad para ofrecer una elegancia sorprendente que adelanta detalles de un futuro coche de serie. En este caso se trataría del sustituto del actual Mazda 3, previsto para 2019, que incorporará también el revolucionario motor Skyactiv X. Este propulsor combina las virtudes de las mecánicas de gasolina y las diésel, y con un cilindrada de 2 litros rinde 190 CV y tiene como objetivo lograr reducciones de hasta el 30% en el consumo para dejarlo en apenas 3,5 litros (menos de 95 g/km de CO2).
Honda por su parte completa en Tokio la trilogía de prototipos eléctricos que comenzó en el CES de Las Vegas con el NeuV y siguió en el salón de Fráncfort con el Urban EV Concept, mostrando en Tokio el Sports EV Concept, un sencillo y minimalista cupé biplaza eléctrico de mentalidad urbanita y cierto aire retro que busca demostrar la compatibilidad de ambos conceptos. Presenta también dos escúteres, el PCX Electric y el PCX Hybrid. Y culmina el despliegue con la versión PHEV o híbrida enchufable del Clarity, su berlina de hidrógeno, pero ahora con mecánica 1.5 de gasolina y apoyo eléctrico que suman 215 CV y dispone de unas baterías de 17 kwh que permiten recorrer 76 kilómetros solo con electricidad.
Subaru propone el VIZIV Performance Concept, otro prototipo en formato berlina deportiva que muestra los nuevos códigos del lenguaje de diseño Dynamic&Solid de la marca japonesa. Y muestra también el BRZ STi de 207 CV, una evolución más potente de su deportivo.
Por último, la propuesta más llamativa de Suzuki es el e-Survivor, un mini todoterreno eléctrico que adelanta cómo podría ser la evolución del Jimny actual con mecánica eléctrica. Así, esta deconstrucción del pequeño 4×4 japonés elimina todo lo superfluo, incluidos el techo y las puertas, para adoptar una carrocería muy sencilla, casi de buggy. Y añade un interior futurista, con una pantalla central en forma de balón de cristal transparente, y cuatro motores eléctricos, uno por rueda, que aportan tracción 4×4.
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