Con los avances tecnológicos que está experimentando la industria de la automoción, la posibilidad de un coche eléctrico sin enchufe es algo que se puede vislumbrar en un futuro no muy lejano, pero que hoy por hoy no es posible.
Todos los modelos 100% eléctricos los emplean para recargarse, pero ya se está trabajando con tecnologías que podrían hacer que se prescindiese de ellos.
Recarga inalámbrica
La primera de ellas es la recarga inalámbrica, algo que lleva estudiándose desde hace prácticamente una década. Dada la posición en la que se encuentran las baterías de los coches eléctricos, en la parte inferior central del vehículo, existe la posibilidad de situarlos encima de plataformas y que se lleve a cabo una recarga por inducción.
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Se trata de un modo más práctico y menos engorroso que la utilización de cables, pero cuenta con desventajas como una menor velocidad de recarga y una pérdida de eficiencia durante el proceso. Sin embargo, marcas como Volvo ya la están probando e incluso se estudia la posibilidad de crear carreteras que recarguen los coches mientras estos circulan por ellas.
Energía solar
Otra opción radica en la energía solar. No es algo que se haya utilizado de manera habitual en modelos de producción, pero lanzamientos recientes como el Aptera 3 o el Lightyear 0 cuentan con grandes superficies de su carrocería recubiertas de placas solares que se encargan de acumular energía que, además, es gratuita.
Sin embargo, es una tecnología que todavía está en desarrollo. Actualmente es el modelo de Lightyear el que más destaca, ya que la compañía afirma que sus paneles pueden acumular al día electricidad suficiente como para recorrer hasta 70 kilómetros.
Intercambio de baterías
Una tercera vía es la de que los coches eléctricos directamente no tengan que recargarse, si no que, simplemente, cambien su batería gastada por otra que este cargada, lo que haría los enchufes prescindibles si la red de suministro fuera muy amplia.
Sin embargo, es algo muy lejano ya que a día de hoy solo hay un fabricante que apueste por esta tecnología, la firma china NIO. Ya ha desarrollado y cuenta con varias estaciones operativas de la Power Swap Station 2.0, una suerte de cabina donde se introduce el coche (por el momento solo el NIO ES8) y es el propio sistema automatizado el que en cuestión de minutos reemplaza una por otra.
Coches electrificados
El caso es distinto si hablamos de los coches híbridos, pues presentan distintos grados de electrificación y los hay tanto con enchufes como sin ellos.
Los únicos que utilizan esta tecnología son los coches híbridos enchufables, los que emplean baterías de mayor tamaño y pueden circular en modo cero emisiones. Por ello, necesitan una mayor cantidad de energía que no es posible recuperar mediante técnicas como la frenada regenerativa y es necesario enchufarlos a la red.
Con los microhíbridos y los híbridos convencionales la situación es la opuesta, puesto que su apoyo eléctrico es mucho menor y no necesitan (ni tienen la opción siquiera) conectarse para rellenar sus baterías, que tienen capacidades mucho más comedidas.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.