Por qué de pronto el coche puede gastar más gasolina de lo habitual 

Los diferentes modelos de automóviles homologan de fábrica unos consumos oficiales, medidos en unas condiciones determinadas que, aunque no sean las reales, dan una idea aproximada de su eficiencia respecto a los demás.  

Sin embargo, a lo largo de los kilómetros el conductor comprueba cual es el gasto habitual de su vehículo y ante cualquier incremento surgirá la sospecha de que algo no va bien. Las causas de un aumento en el consumo pueden ser diversas y suelen afectar a varios componentes clave en la puesta a punto general. 

La razón principal de un excesivo consumo suele ser originarse en los neumáticos. Una presión de inflado por debajo de lo recomendado suele incidir negativamente en el gasto de combustible, por lo que será conveniente reestablecerla antes de cualquier otra verificación mecánica. Lo ideal es comprobar la presión una vez al mes, lo que también mejorará la seguridad en la conducción. 

  Asimismo, el uso de neumáticos de invierno en la estación cálida también tendrá efectos negativos sobre el consumo, por lo que se recomienda desmontarlos cuando finalice el invierno. 

Causas mecánicas

Otro de los elementos del coche que puede aumentar anormalmente el consumo de combustible es el filtro de aire. Es un componente muy importante para el correcto funcionamiento del motor ya que asegura la limpieza de la mezcla en la combustión y evita que el motor se desgaste prematuramente.  

Cuando el filtro está sucio, impide que el motor funcione bien y, además de perder potencia, consumirá y contaminará más. Pero ponerle remedio es sencillo porque no es una pieza cara y la operación para sustituirla es bastante fácil. 

Si las causas anteriores han sido ya descartadas, lo más probable es que el consumo excesivo esté provocado por una falta de puesta a punto, un fallo que afecta sobre todo a los modelos más antiguos con motores de carburación pero que también habrá que tener en cuenta en los que llevan inyección electrónica. 

La importancia de las revisiones

Si este es el caso, se hace imprescindible el paso por el taller para verificar mediante aparatos especiales la puesta a punto de la alimentación, el encendido y el sistema de escape (válvula de recirculación de gases, filtros de partículas…). Cumplir puntualmente con las revisiones periódicas del vehículo en los plazos indicados por el fabricante evitará en la mayoría de los casos este incremento anormal en el consumo, además de alargar la vida de la mecánica.  

Y atención, porque a la hora de realizar el mantenimiento del coche, un uso de aceite inadecuado también puede hacer que gaste más de lo normal. Sustituir el lubricante recomendado por el fabricante por otro más denso provocará que el motor baje su rendimiento y gaste más cantidad de combustible, por lo que siempre habrá que reponerlo y sustituirlo por alguno que cumpla las mismas especificaciones que el de origen.

Usar bien el aire acondicionado

Otra causa que aumenta significativamente el consumo habitual del coche es el uso del aire acondicionado. Utilizarlo solo cuando es necesario y regular adecuadamente su potencia ayudará a ahorrar mucho combustible durante el periodo estival. Aparcar en la sombra y ventilar el coche antes de iniciar la marcha también ayudará a contener su gasto de energía. 

Asimismo, algunos accesorios como las barras de transporte en el techo o los portabicis aumentan la resistencia aerodinámica en carretera y, si no se van a utilizar, es conveniente desmontarlos y guardarlos en el domicilio para no incrementar innecesariamente el consumo durante los viajes. 

Por último, el peso es otro enemigo de la eficiencia, por lo que no es conveniente transportar objetos que no sean necesarios en el interior del vehículo. Utilizar el maletero como almacén no es buena idea porque obligará a la mecánica a un esfuerzo inútil y que incrementará el gasto a la hora de repostar combustible.