El titular que inaugura esta prueba puede tener dos interpretaciones. La primera de ellas es literal: el Lexus LM es una fantasía donde el espacio adquiere una mayor importancia. La segunda es figurada: una furgoneta que parece llegada de otro planeta del espacio donde el lujo es lo habitual. Así es el Lexus LM.
No es esta una prueba al uso, puesto que, por una vez, priman más las sensaciones de los ocupantes de las filas traseras que las del conductor. El Lexus LM es un vehículo asentado en la plataforma GA-K, la misma que usan los Lexus RX y NX. Mide 5,13 metros de largo, 1,89 de ancho y 1,94 metros de alto; su distancia entre ejes es de tres metros, pesa 2.350 kilos y en su interior todo parece pensado para la comodidad y el disfrute de sus ocupantes.
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Razón por la que este análisis arranca con el habitáculo del Lexus LM, que, en realidad, significa Luxury Mover. El acceso se lleva a cabo accionando un pestillo eléctrico, que abre suavemente: una vez dentro, la puerta se cierra con un botón que está tanto a disposición del conductor como de los pasajeros.
El habitáculo emula un ‘jet’ privado. No es una mera sensación: Lexus ha trabajado con fabricantes de aviones, así como con algunos de sus clientes más exclusivos para darle forma. Sus ocupantes se encontrarán con un excelso nivel de calidad en sus materiales y acabados: metales sólidos, madera recreada a través de la impresión 3D, suave cuero, gruesas alfombrillas…
Para obtener mayor intimidad dentro del Lexus LM, una mampara separa la primera de la segunda fila. Además de subirla o bajarla para crear un espacio hermético, se puede oscurecer. Tanto los dos techos corredizos como las cuatro ventanas laterales tienen persianas para aislarse del mundo exterior. También se puede ambientar con las 14 tonalidades de la iluminación clasificadas en cinco temas anímicos distintos: regenerador, relajante, excitante, centrado y estimulante.
Un jet privado dentro de un coche
La fila trasera, en la versión de cuatro plazas, está compuesta por un par de asientos que Lexus llega a definir como “tronos”. No es una palabra elegida al azar: son como los de la primera clase de un avión o como los de un jet privado.
Se pueden reclinar hasta quedar totalmente horizontales, cuentan con reposapiés elevables y calefactables, disponen de hasta siete modos de masajes y, también, están equipados con calefacción y aire acondicionado (incluyendo los reposabrazos). Todos estos ajustes se controlan con mandos específicos o con los teléfonos inteligentes situados en la consola central.
El interior del Lexus LM cuenta, al mismo tiempo, con un sensor de infrarrojos que mide la temperatura corporal de los ocupantes en cuatro áreas específicas para ajustar,en consecuencia, la calefacción y ventilación de los asientos. El uso de la tecnología nanoe X2 ayuda al asistente climático a regular la humedad del ambiente.
Tiempo para trabajar y para desconectar
Los asientos del Lexus LM están equipados con unas pequeñas mesas de magnesio, que convierten el interior en una oficina sobre ruedas. Tanto es así que, escondidos en el reposabrazos central hay dos puertos HDMI, y se puede usar la pantalla trasera para trabajar.
Eso sí, esa superficie LCD de 48 pulgadas (que se divide en dos partes de 24) no sólo está pensada para las obligaciones: también es posible ver series, películas… Debajo de la pantalla, hay dos pequeños compartimentos de almacenamiento y una nevera. La guinda del pastel corre a cargo del equipo de sonido Mark & Levinson con 23 altavoces.
Prueba del Lexus LM
El Lexus LM está equipado con el mismo motor del Lexus RX: el 350h. Cuenta, por lo tanto, con un bloque eléctrico híbrido autorrecargable de 2.5 litros cuya potencia máxima es de 250 CV (184 kW) con un par máximo de 239 Nm. La caja de cambios es automática de tipo CVT y cuenta con el sistema de tracción total electrónica E-Four de la marca.
Con estas cifras, en términos de rendimiento, hay una buena combinación ya que el conductor obtiene una correcta dosis de potencia (250 CV), par (239 Nm) y uns destacable cifra de consumo. La cifra homologada es de 7,3 l/100 km y durante la prueba se ha registrado 7,4 l/100 km.
La entrega de potencia es tan progresiva como suave cuando el motor no está obligado a llevar a cabo un esfuerzo extra. Si esto ocurre, tanto el conductor como el copiloto serán conscientes de ello porque el sonido del motor se cuela sin problemas en la parte delantera: algo característico de las cajas de cambio CVT de Toyota y Lexus.
Es aquí donde los 250 CV se quedan cortos para un vehículo de 2.350 kilos: también es cierto que su escenario habitual no serán las carreteras convencionales plagadas de desniveles de la ruta, sino la ciudad.
Circular por la ciudad
Teniendo en cuenta que el Lexus LM mide 5,13 metros de largo, maniobrar con él en la ciudad no es fácil. Eso sí, a baja velocidad, por las calles de cualquier urbe, entra y sale del modo eléctrico de manera casi imperceptible para maximizar la eficiencia. En este escenario, la dependencia del motor eléctrico se convierte en un punto a favor para la comodidad de todos sus ocupantes: reduce, casi a cero, el ruido y las vibraciones del tren motriz.
No es un coche rápido: pesa 2.300 kilos y pasa de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos. A un modelo concebido para el transporte de pasajeros no se le pide velocidad punta, pero bien es cierto que esfuerzo que debe hacer el tren motriz para impulsar al Lexus LM es, quizás, su único punto débil.
Cuando se deja la ciudad atrás, es fácil percibir que el Lexus LM ofrece una calidad de conducción notable. Aunque su centro de gravedad es alto, los japoneses han hecho un buen trabajo a la hora de contener un vehículo de estas dimensiones: incluso cuando la carretera se complica y se percibe una inclinación mínima de la carrocería.
Aquí la plataforma GA-K juega un papel crucial para asentar una furgoneta con espíritu de turismo: el conductor no tiene la sensación de estar a los mandos de algo tan grande y aunque pueda parecer torpe debido a ello, no es así. La dirección es razonablemente directa y da la información necesaria para colocar correctamente un vehículo de estas dimensiones en la carretera.
La conducción del Lexus LM es suave y serena: dispone de levas para hacer que el manejo sea un poco más atractivo. Hay, también, distintos modos de conducción: al Eco y al Confort se une uno más deportivo y uno exclusivo. Se trata del Confort Rear, que crea una configuración específica para la dirección, el acelerador y la suspensión adaptativa enfocadas en la comodidad de los pasajeros. Eso sí, no hay un botón físico para activarlo y hay que cambiar a través de la pantalla táctil: no es lo ideal.
La suspensión variable adaptativa del Lexus LM garantiza una buena calidad de conducción y de marcha: filtra con suavidad las imperfecciones del asfalto, incluso cuando la carretera empeora, para que nadie tenga noticias de ellas. Además, reduce los cambios de postura del conductor y de sus acompañantes durante las aceleraciones y las frenadas porque monitorea las posiciones del pedal del acelerador y del freno.
Esa contención es extensible a las frenadas: tanto en curvas como cuando la situación obliga a pisar el pedal izquierdo con fuerza, el Lexus LM no lanza a sus pasajeros. Todo lo contrario: apenas se mueven fruto de la inercia… y de algunas mejoras como la rigidez torsional, que en este modelo es un 50% mayor. Una vez más, esto se traduce en una mejor dinámica.
La vida desde la fila trasera de un Lexus LM
Asegura Lexus que ha trabajado, de manera especial, el aislamiento acústico de la zona trasera y esta prueba lo confirma. En el interior no hay rastro de los ruidos exteriores: no penetra el viento y tampoco los sonidos de la carretera. Para ello, el LM cuenta con un sistema que funciona igual que la cancelación de ruido de unos auriculares.
Sólo se cuelan los más fuertes y lo único que se percibe es un ligero murmullo, una licencia que los ingenieros se han permitido para conectar a los pasajeros con el mundo exterior. Lo mismo sucede en la parte delantera, donde sólo irrumpe el motor cuando debe trabajar más de la cuenta para mover el Lexus LM.
La ergonomía merece una mención aparte. No sólo en el confort, también en la usabilidad. Cada botón de ajuste transmite una elevada sensación de calidad y permite acomodar fácilmente el asiento, el volumen o la climatización con un sencillo movimiento: los principales controles no quedan relegados a una pantalla ni a botones hápticos, algo que, hoy en día, también es un lujo.
¿Y el conductor del Lexus LM?
Aunque el Lexus LM es un vehículo para disfrutar desde la fila trasera, la marca japonesa hace especial hincapié en que no se han olvidado del conductor. La zona delantera tiene un diseño más sencillo, pero igual de lujoso.
Al acceder al puesto de conducción, la persona que va al volante se encontrará con un asiento cómodo y mullido: el mismo que el del Lexus RX. Desde ahí, parece que el Lexus LM es más grande de lo que, en realidad, es. Razón por la que el fabricante japonés ha puesto especial énfasis en aquellas ayudas a la conducción relacionadas con la facilidad de uso del vehículo. La gama es amplia y a esto se une un radio de giro de 11,6 metros: una cifra impresionante teniendo en cuenta las dimensiones del modelo.
El puesto de conducción del Lexus LM
Destaca, al mismo tiempo, la excelente visibilidad del Lexus LM fruto de un enorme parabrisas que parece extenderse hasta la carretera. Y todo enmarcado en un ambiente repleto de materiales nobles: detalles metálicos en tono bronces, cuero, textiles de suave tacto y madera impresa en 3D.
Las considerables dimensiones del salpicadero obligan al conductor a acostumbrarse a unas medidas inusuales. Y lo mismo sucede con el retrovisor interior, que es digital para salvar la barrera que puede suponer la mampara que separa la fila delantera de la trasera en el Lexus LM.
Detrás del volante multifunción (ajustable en altura y profundidad) aparece un cuadro de instrumentos digital con la información necesaria, sin datos extra, y a su derecha una pantalla de 14 pulgadas. Compatible con Apple CarPlay y Android Auto, alberga un sistema de infoentretenimiento fácil de usar: la curva de aprendizaje no es aguda y su funcionamiento es fluido. En la consola central se ubica la palanca de la transmisión automática, que en este caso conserva la forma tradicional: no se ha convertido en uno o varios botones.
¿Cuándo llegará y cuánto costará el Lexus LM?
Las primeras unidades del Lexus LM llegarán a España a finales de octubre. Dentro de las fronteras nacionales, el objetivo de la marca pasa por vender 150 unidades en un plazo de doce meses: de momento, van por la mitad. En Europa aspiran a matricular 800 ejemplares.
Por ahora, su clientela está equilibrada: el 50% son particulares y el otro 50% son flotas. De momento, la versión 6+1 copa el 60% de las compras y la versión de cuatro plazas se queda con el 40%. Porcentajes que, dentro de un año, podrían ser del 70 y el 30%, respectivamente.
Unos y otros deben tener en cuenta que, a España, el Lexus LM llegará con una única opción de motorización y un solo acabado disponible: el Luxury. Con este punto de partida, la versión de 6+1 plazas arranca en 125.000 euros y la de cuatro plazas está disponible desde 150.000 euros.
Conclusión: ¿para quién es el Lexus LM?
Con el LM, Lexus pretende cambiar las reglas con las que juegan los vehículos de lujo. Y es que de un tiempo a esta parte, esa parte de su personalidad se ha diluido porque han tenido que apostar por reforzar su presencia en el segmento de moda, el de los SUV, para no ver cómo su trozo de pastel disminuía en beneficio de la competencia.
Ahora, con el Lexus LM pretende recuperar su posicionamiento como marca premium en una parte del mercado donde no hay competencia. Existen otras opciones más asequibles que, con especificaciones comparables pueden llegar a su nivel, como la Mercedes Clase V, pero su punto de partida es la base de una furgoneta con todo lo que ello implica a nivel de conducción y confort para el pasajero.
Razón por la que la marca japonesa tiene claro que su clientela no sólo son flotas o servicios de shuttle, también cuentan con clientes particulares, directivos, ejecutivos, gente VIP y famosos. Perfiles que no buscan lujo al volante, sino en la parte de atrás.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.