El DS 7, un puerto con nieve y la importancia de llevar los neumáticos adecuados 

Un trayecto a bordo del DS 7 es el arte francés de viajar: así lo asegura la marca. Es, por lo tanto, difícil imaginar a un SUV prémium que aspira a competir con la tríada alemana en una carretera de alta montaña cuajada de irregularidades… y de nieve. Quizás no sea ese el papel ideal para el modelo francés, pero tiene cualidades para interpretarlo.

Desde que el DS 7 llegó al mercado español en abril de 2018, se ha convertido en un modelo clave para la marca. En 2023, sus 2.321 matriculaciones representaron el 57% de las ventas del fabricante francés en España. En los dos primeros meses del año, suma 491 matriculaciones.

El DS 7 es el mismo modelo que EL MOTOR puso a prueba en 2022. En esta ocasión lo único que cambia es el escenario y cómo se ha preparado el coche para enfrentarse a él. Las carreteras nevadas próximas a la estación de esquí de Baqueira-Beret (Lleida) se convirtieron en un improvisado lugar para poner a prueba el comportamiento de la tracción total y de los neumáticos elegidos para la ocasión.

Muchos kilómetros antes de llegar al puerto de la Bonaigua (Lleida), toca subir a bordo del DS 7 E-Tense 4×4 360 Performance (61.250 euros). Dentro de su buena habitabilidad, conviene destacar un par de aspectos. El primero de ellos es que, pese a estar homologado para cinco pasajeros, lo ideal es que la fila trasera la ocupen únicamente dos personas para tener total confort y todas las comodidades del vehículo.

La vida a bordo del DS 7

El segundo es que los mejores asientos son los delanteros. La razón es que tanto el puesto de conducción como el del copiloto cuentan con calefacción, ventilación y masaje. Centrando la atención en el primero de ellos, el conductor tiene entre sus manos un volante multifunción, achatado en su parte inferior, que no interfiere en el cuadro de instrumentos digital.

Esta pantalla se puede personalizar para ofrecer al conductor información a demanda. La central, de 12 pulgadas, alberga el sistema de infoentretenimiento cuyo funcionamiento no es muy intuitivo en algunos aspectos. Se echan de menos, también, más controles físicos para la climatización, por ejemplo, y cuesta acostumbrarse a que algunos ajustes están fuera de su sitio habitual, porque DS los ha colocado en la consola central.

Un híbrido enchufable de 360 CV

Superado este aprendizaje, que puede complicar la conducción en los primeros compases, llega el momento de poner a prueba el DS 7 en una prueba que, a posteriori, se convertirá en dos. Bajo el capó hay un esquema híbrido enchufable, que está compuesto por un bloque de gasolina 1.6 de 200 CV y dos motores eléctricos de 110 CV (delantero) y 113 CV (trasero). La potencia conjunta es de 360 CV con un par máximo de 520 Nm.

Completa esta configuración una batería de 14,3 kW, que, según el ciclo WLTP, promete una autonomía de 56 kilómetros. Se puede recargar, como máximo, a 7,4 kW en corriente alterna, aunque para que esté a punto hay que esperar un par de horas.

En lo que parecía que iba a ser la única prueba del DS 7, el SUV prémium francés (a medio camino entre los segmentos C y D) deja claro que, ante todo, es un coche confortable en el que practicar una conducción tranquila y cómoda. Entrega, eso sí, una potencia suficiente para los momentos en los que así se demanda.

Esta versión, la de 360 CV, ofrece un mayor dinamismo y deja claro que el coche ha ganado precisión sobre las carreteras sinuosas. No en vano, su suspensión cuenta con unos reglajes más deportivos y el chasis ha sido rebajado en 1,5 centímetros.

A esto hay que sumar que las vías están ensanchadas para mejorar la consistencia del apoyo (2,4 centímetros delante y uno detrás) y que ha sido equipado con unos frenos más grandes y potentes con los que se nota menos esa frenada asistida tan característica de los híbridos enchufables.

Concebido para largos viajes

La dirección del DS 7 es ágil y precisa, pero es fácil percibir cierto retraso en la reacción del coche cuando el conductor pisa el acelerador buscando esa potencia extra: se debe a que el motor de combustión tarda en reaccionar. Tampoco ayuda que el cambio, automático de ocho velocidades, carezca de un modo manual puro.

En carreteras de montaña, el DS 7 contiene bien los movimientos de la carrocería, pero es en autovía donde muestra lo mejor de sí. Es un SUV concebido para grandes viajes cuyo confort de marcha es notable. A ello contribuye la amortiguación predictiva de serie DS Active Scan Suspension, que, con sus dos cámaras, es capaz de leer la carretera para adaptarse a ella. Su presencia se traduce en un habitáculo muy bien aislado, tanto de las vibraciones mecánicas como de los ruidos exteriores.

Un puerto nevado con el DS 7

Autovía y carreteras secundarias debían haber sido el escenario de la prueba protagonizada por el DS 7 E-Tense 4×4 360 Performance. Sin embargo, el navegador, cuyo funcionamiento no termina de ser fluido, diseñó una ruta que incluía una sorpresa: el puerto de la Bonaigua.

Situado entre las montañas del Pirineo catalán, su punto más alto está a 2.072 metros… y para circular por él, las cadenas eran obligatorias. En este caso no fueron necesarias, porque el DS 7 calzaba unos neumáticos Michelin CrossClimate 2 SUV, es decir, unos all season que cuentan con certificación invernal: M+S y el pictograma 3PMSF.

Gracias a ellos fue posible circular con seguridad en un escenario que incluía nieve, ventisca y una carretera de montaña cubierta por los copos. En estas situaciones, es fundamental contar con las ruedas adecuadas: no en vano, el DS 7 dejó atrás a tres coches que no podían seguir circulando y sólo perdió algo de tracción en un par de curvas.

Una situación en la que no se atisbó peligro alguno. Los neumáticos all season se caracterizan por mantener las prestaciones en condiciones de baja temperatura: mayor capacidad de tracción y adherencia en superficies deslizantes. Cualidades que también exhibe en el asfalto de la ciudad, ya que con ellos es posible circular todo el año sin tener que sustituirlos cuando termina la temporada invernal.

La tracción total del DS 7

A los neumáticos all season hay que sumar una conducción adaptada a la nieve (a baja velocidad, ejecutando las maniobras con suavidad y aumentando la distancia de seguridad) y el sistema de tracción total del DS 7, que aporta mayor adherencia y motricidad en terrenos difíciles, un plus de aceleración, así como un mayor nivel de seguridad.

DS ha trabajado especialmente esta tecnología para lograr un funcionamiento intuitivo, eficiente y con la mayor coordinación entre tecnologías y motores. En la versión de 300 CV, el motor arranca en tracción total y la puede mantener hasta los 135 km/h. No obstante, si el coche recorre 300 metros y no detecta problemas de adherencia, entra en acción el modo 4×2.

El motor de 360 CV, el de la prueba, reparte siempre la potencia entre los dos ejes a no ser que se superen los 190 km/h o que el conductor decida activar la tracción delantera. Además, en función de la adherencia, la gestión electrónica del par motor hace que el delantero sea de 300 Nm y el trasero de 166 Nm.