Peugeot Inception o cómo será un futuro ya no tan lejano

Inception, o inceptio en latín, significa ‘el comienzo’. Una auténtica declaración de intenciones del prototipo que acaba de presentar Peugeot. Y es que este vehículo incorpora una serie de innovaciones que, aunque parezcan sacadas de una de las películas de la saga ‘Star Trek’, la marca pretende incorporar (si no todas al menos algunas de ellas) a la producción a partir de 2025. Un año que se antoja muy cercano para llevar a la serie las inusuales soluciones que presenta.

Sea como fuere, este concept se basa en la plataforma del Grupo Stellantis STLA Large, sobre la que se ha construido una berlina baja (mide 1,34 metros de alto) y, eso sí, bastante larga, con cinco metros de longitud.

Por supuesto, es un vehículo 100% eléctrico que cuenta con tecnología de 800V que le permitirá 30 kilómetros de autonomía con solo un minuto de carga, o 150 kilómetros con una parada de cinco minutos. Esta batería tiene una capacidad de 100 kWh, lo que permite una autonomía de 800 kilómetros, debido también a una aerodinámica muy estudiada que le permite un consumo ínfimo de 12,5 kWh cada 100 kilómetros, según la marca.

Además, con una potencia de 500 kW (680 CV) podrá pasar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos.

Un diseño llamativo

El prototipo es llamativo sobre todo por su gran caparazón acristalado, de nada menos que 7,25 metros cuadrados de superficie y que cuenta con un tratamiento multicromo (con óxidos de metal) que ya utiliza la NASA en los visores de los cascos de sus astronautas y que le dan ese reflejo cálido de tonos amarillos.

La pintura de su carrocería está compuesta por pigmentos metálicos y cuenta con un frontal donde la nueva firma lumínica de Peugeot se materializa en sus tres emblemáticas garras. Toda esta parte se compone de un solo cristal con el logo de la marca en el centro.

En su lateral cuenta con una denominada Tech Bar que no es otra cosa que una pantalla que recorre horizontalmente la puerta y que emitirá diferentes mensajes cuando los pasajeros se acerquen. El Peugeot Inception también reconocerá al conductor y ajustará la posición del asiento, los grados del climatizador o sus preferencias multimedia antes incluso de que tome asiento.

Ya en la zaga, las tres garras vuelven a hacer su aparición, con un efecto tridimensional que hace que parezcan entrar en el coche gracias a su disposición en dos capas de vidrio. Por su parte, las ruedas denominadas Aerorim y de 20 pulgadas, cuentan con un diseño de simetría axial al estilo de las que ya luce el Peugeot 408. Pero casi lo más interesante de estas futuristas llantas es que el emblema del león central está iluminado y permanece estático aunque giran las ruedas.

Interior de nave espacial

El famoso i-Cockpit de Peugeot es completamente nuevo, gracias a un nuevo sistema de control denominado Hypersquare. Para empezar, este sistema sustituye el clásico volante por un mando de dirección de tipo ‘by-wire‘ (sin columna de dirección) que permite la conducción con las yemas de los dedos en sus celdas circulares situadas en cada una de sus cuatro esquinas y que activa los controles del vehículo al presionar con el pulgar, al estilo de un smartphone.

El centro neurálgico del Hypersquare es una pantalla tipo tableta dedicicada a mostrar la información de control. Los pictogramas de climatiazión, radio, etc… se muestran en dos paneles laterales para facilitar el acceso al control elegido.

También cuenta con una pantalla flexible circular de infoentretenimiento a 360 grados con diversa información para los pasajeros. Todo el cuadro de mandos se sitúa en la parte inferior del parabrisas, para dejar mejor visión de la carretera. Y, además, durante la transición a su Nivel 4 de conducción autónoma, todo el sistema de control Hypersquare se retira y una gran pantalla panorámica emerge desde el suelo para ofrecer una nueva experiencia a los pasajeros. Lo dicho, de ciencia ficción.

Respecto a sus asientos, son más alargados, y su estructura se ajusta lo más posible al cuerpo. Ofrecen una posición de confort que, con el reposacabezas, no sobrepasa en altura la línea de cintura de la carrocería con el fin de liberar espacio.

Recubiertos en un terciopelo compuesto de poliéster reciclado, se extiende hasta el suelo para completar una continuidad entre asiento y suelo. Además, su acolchado de plumas ajustable sobre los hombros y denominado Air Quilting puede aumentar el confort con las órdenes del conductor, gracias a sus bolsillos inflables.

En resumen, un prototipo de lo más futurista que, por lo menos, tiene la intención de incorporar algunos de sus tecnológicos elementos a los coches que se conducirán, según la marca, en solo dos años.

Un sistema de sonido ‘premium’ de alta fidelidad, junto a tejidos moldeados térmicamente al vacío o estructura de asiento y consola en acero galvanizado; completan un interior futurista hasta en su fabricación.