Apareció en el escenario automovilístico en 2016 y su estética diferente, arriesgada y futurista tuvo un éxito inmediato a nivel mundial, también en España.
De hecho, en el mercado español, el Toyota C-HR lleva más de 100.000 unidades vendidas desde entonces y acumula cerca de un 12% de las ventas en el segmento de los C-SUV o SUV compactos en lo que va de año.
Un coche de éxito que ahora llega con su segunda generación, tras una leve actualización de la primera en 2019. Esta es totalmente nueva y se ha desarrollado por y para Europa. De hecho, solo se venderá en el Viejo Continente.
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Mismas medidas, pero muchas diferencias
En este extenso artículo ya se muestran las ingentes novedades que incorpora esta nueva generación del Toyota C-HR, pero no está de más recordar y resumir las principales.
Para empezar, y aunque mantiene las mismas medidas de su predecesor, con 4,36 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,56 metros de alto, además de una distancia entre ejes de 2,64 metros, se ha aumentado ligeramente el maletero, con 11 litros más en la versión 1.8 hasta llegar a los 388 litros, y de seis más en el motor de dos litros.
También, y casi lo principal, porque es lo que entrará por los ojos, sus líneas siguen siendo futuristas y tecnológicas, pero se han definido algunos contornos como el de las puertas delanteras, ahora con polígonos con forma de diamante. Con un frontal muy tecnológico, con rasgos del nuevo Toyota Prius, en su línea lateral destacan las manetas de las puertas, ahora enrasadas, o unas llantas de hasta 20 pulgadas.
En la zaga llaman la atención la luneta trasera especialmente inclinada y, sobre todo, la nueva firma lumínica: una línea de tres luces de led que une ambos extremos, pero interrumpida en el centro para exhibir el nombre del coche.
Dentro, más digitalizado
Porque, para empezar, ya exhibe un cuadro de instrumentos digital tras el volante o una pantalla de infoentretenimiento de 12,3 pulgadas, ambas de mejor lectura y manejo que en la primera generación, como era de esperar.
La parte trasera, algo angosta en la primera generación, se ha mejorado ligeramente bajando la línea de cintura de las ventanillas traseras y con la incorporación de un techo solar térmico (sin cortinilla) que amplía el espacio para las cabezas de estos pasajeros. Pero sigue siendo un SUV de corte deportivo en el que esta zona todavía produce algo de agobio si el trayecto se alarga.
Seguridad mejorada
El nuevo Toyota cuenta con la última versión del Toyota Safety Sense, cuyas funciones la marca ha ampliado de una forma considerable.
Uno de los elementos que más llaman la atención es el Control de Estabilidad Predictivo, que se anticipará a la posible pérdida de control y trayectoria del vehículo, tomando las medidas necesarias para evitar una salida de la vía.
Mecánicas híbridas y una esperada novedad
El Toyota C-HR 2024 tendrá tres motores: dos híbridas y, la gran novedad, una híbrida enchufable que llegará a partir de Semana Santa del año que viene.
Las dos primeras son la 2.0 (200H) de 200 CV que también estará disponible con tracción total AWD-i, con un sobreprecio de 3.000 euros y la 1.8 (140H) de 140 CV. La enchufable tendrá 220 CV y una autonomía eléctrica prevista de unos 66 kilómetros, aún no homologada.
En marcha
En la isla de Ibiza se ha podido rodar con las dos versiones híbridas y lo primero que hay que decir es que la diferencia real de potencia no hace honor a esos 60 CV que separan ambas versiones.
Ya con la de 140 CV se tiene más que suficiente para rodar con agilidad casi en cualquier escenario. Con cuatro modos (Eco, Normal, Sport y Custom o personalizable) es fácil y cómodo circular con todos ellos, observando, como es lógico, una mayor reactividad al acelerador en el más deportivo.
También es notable la mejora en la amortiguación, con un comportamiento más afinado tanto a la hora de sujetar la carrocería en las reviradas carreteras del interior ibicenco como a la hora de superar algunos rotos o badenes de la carretera.
Sin embargo, continúa con el cambio por variador continuo que ya montan otros modelos de la marca e incluso la primera generación del C-HR. Es cierto también que el ruido es menor y la aceleración se ha mejorado a la hora de pedir potencia al motor, pero enturbia un poco el agrado general que el conductor y pasajeros recibirán a bordo de este coche.
Y es que incluso la dirección tiene un guiado muy satisfactorio incluso circulando a buen ritmo, con un tacto de frenado muy bueno y un paso del motor de combustión al eléctrico y viceversa que prácticamente no se nota a bordo, ahora ni incluso a nivel sonoro.
Precios y acabados
También sorprende para bien en este sentido, sobre todo en la versión de acceso, denominada Active al igual que el anterior C-HR, ya que parte de 31.750 euros para la versión de 140 CV, como se ha comentado, ya suficiente para prácticamente cualquier menester.
Si se sube un escalón en equipamiento, el Advance con este mismo motor estará en 32.500 euros, la versión que Toyota prevé será la más vendida, por conjugar esa suficiente mecánica con un equipamiento más jugoso.
Con este acabado, ya aparece el motor 200H, que partirá de un precio de 35.000 euros. Con el equipo Advance Plus, el primer motor tendrá un precio de, también, 35.000 euros; el de 200 CV subirá hasta los 37.500 euros.
El tope de gama lo escenifica el acabado GR Sport, que costará 38.500 euros en la versión de 200 CV con tracción delantera y de 40.500 con tracción integral.
Habrá, eso sí, una versión Premiere Edition que, con el motor de 200 CV y tracción delantera, tendrá el equipamiento más completo y especial, para quien quiera tener el mejor C-HR del mercado. A cambio, deberá desembolsar 43.900 euros.
Ya se pueden hacer pedidos a través de su web o concesionarios. Las primeras unidades se comenzarán a entregar en dos semanas. Y seguro que van a ser varios miles.
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