El futuro de la movilidad es ahora. En estos momentos se está gestando el cambio que va a finalizar en una movilidad marcada por los combustibles limpios, la electricidad procedente de fuentes renovables y, en definitiva, una forma de desplazarse sostenible, innovadora e inteligente.
Mucho se ha escrito sobre cómo va a ser la forma de transporte de personas y mercancías dentro de 50 años, es una pregunta difícil de responder, pero seguro contará con estos parámetros: conectada, autónoma y compartida, en la que el coche particular no tendrá apenas peso. Estos son algunos de los datos que se extraen tras la visita a Zaragoza, al espacio Mobility City.
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Recuperar un icono de la ciudad
La Fundación Ibercaja es la responsable de que la ciudad de Zaragoza haya recuperado una de las joyas arquitectónicas de la Exposición Internacional del Agua de 2008. El puente Zaha Hadid, una de las obras más destacadas de la reconocida arquitecta iraquí y un proyecto único en Europa, es el corazón del innovador Mobility Museum, el primer Museo Tecnológico de la Movilidad en el siglo XXI.
En palabras de José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja: “la Fundación Ibercaja adquirió el compromiso de devolver el uso ciudadano del Pabellón Puente tras la finalización de la Expo. Desde entonces, se ha hecho un importante trabajo del que ha resultado su puesta en marcha como museo de la movilidad, recuperando una joya arquitectónica firmada por la prestigiosa arquitecta Zaha Hadid. Para la entidad que dirijo es motivo de orgullo y gran satisfacción”.
Para Jose Luis Rodrigo es un edificio que es más que un puente: “el puente es una perfecta metáfora. Un puente es unión, es movilidad. Y un puente sobre un accidente insalvable como es el río Ebro tiene un significado aún más especial. Permite acercar a las personas. Además de conocer el museo, el puente es un espectáculo en sí mismo”.
Lo primero que llama la atención del visitante tras acceder al puente reconvertido en museo son sus intrincadas pero bellas formas. Zaha Hadid, como arquitecta, ha sido una fiel seguidora del deconstructivismo. Este movimiento se caracteriza por la fragmentación, el proceso de diseño no lineal, el interés por la manipulación de la superficie de las estructuras, en definitiva, por las formas no rectilíneas.
Un paseo por la historia de la automoción
Se trata de un espacio ideal para albergar exposiciones, ya que el continente es tan impactante como el contenido. La visita comienza ascendiendo por una de las rampas del museo, al llegar a la cima se accede a un gran espacio en el que se dan la mano el pasado y el presente de la automoción.
En él se encuentran expuestos algunos de los modelos de coches más icónicos de la industria. Desde el Bugatti T-37A de 1927, el primer deportivo de la marca, hasta el actual Veyron. También son impresionantes dos ejemplos de alto diseño de la firma Mercedes-Benz, por un lado, el triciclo Motorwagen de 1886 frente al 300 SL ‘Alas de Gaviota’ de 1955.
Por el camino también se pueden observar el Hispano Suiza 15/45 Alfonso XIII de 1914, uno de los grandes hitos de la industria automotriz española. También, un ejemplar del Jaguar D-Type de carreras de 1955 o el primer Porsche que salió de la fábrica de Stuttgart, el idolatrado 365 SC Coupe de 1965. Cerca se ubica otro icono, el Aston Martin DB5 de 1964, el archiconocido coche de James Bond.
Para concluir, otros mitos de los años 80 atraen las miradas de los visitantes, el fabuloso DMC DeLorean que marcó a toda una generación en la saga de películas de “Regreso al Futuro” y el DeTomaso Pantera, un deportivo de coste razonable (unos 10.000 euros de la época) capaz de competir con el Chevrolet Corvette en Estados Unidos.
Interactividad
Otra de las piedras de toque que más interés despiertan en el Mobility Museum son los elementos interactivos. En el puente de Zaha Hadid se pueden encontrar desde simuladores de conducción, en el que los visitantes pueden configurar un tipo de vehículo y jugar con él (solos o contra el resto de puestos de conducción) para experimentar en diferentes escenarios.
Las ciudades inteligentes del futuro también tienen cabida en la visita. Unas gafas de realidad virtual darán al usuario un paseo por una de estas sofisticadas urbes. Durante cinco minutos se podrá explorar el entorno con diferentes soluciones de movilidad: desde un aerodeslizador con forma de patinete, hasta un coche volador, pasando por un módulo de transporte colectivo. Ejemplos de movilidad compartida. Se deja un medio de locomoción y se coge otro.
A lo largo del recorrido también se encuentran diferentes pantallas gigantes interactivas en las que los visitantes, por ejemplo, pueden ir adecuando su ciudad ideal y la forma en la que se moverán por ella. Una manera de ir entendiendo los cambios que se avecinan.
Labor pedagógica
Aunque, quizás, lo más destacable sea la pedagogía que el centro trata de inculcar a quiénes atraviesan sus puertas. De una manera amena, sin sobrecargar de información al visitante, se muestra cómo está cambiando la forma de moverse y también cómo se relaciona el individuo con la ciudad, centro neurálgico de la movilidad del futuro.
Además, también se puede aprender de otra manera de movilidad humana, como es la conquista del espacio. En este caso, hay una zona destinada a la conquista de Marte. En él se puede observar desde trajes espaciales hasta las cápsulas y sondas que harán del planeta rojo la futura casa de la raza humana.
Además, innumerables empresas están presentes en la última gran sala del edificio. Un enorme pasillo de líneas curvas fluidas —que comunica los dos lados del río— hace las veces de pabellón de exposiciones en el que las corporaciones que operan en el ecosistema de la movilidad muestren su visión sobre el futuro y exhiban sus apuestas más innovadoras y vanguardistas.
Así, el visitante puede observar los últimos avances y modelos de fabricantes tan reconocidos como: BMW, Citroën, Hyundai, Volvo, Mercedes-Benz, Porsche u Opel. Del mismo modo, otros operadores del universo de la automoción también exponen sus descubrimientos, como el shuttle autónomo de ZF, el innovador cargador para coches eléctricos de la compañía V2G, el sistema de propulsión para pilas de combustible de Mann Hummel, la cápsula de Hyperlooptt o el aerotaxi de Umiles Next.
Gran afluencia de visitantes
Esta apasionante exposición está calando entre el público. La asistencia ya supera las 100.000 personas y es un punto de encuentro para los colegios. Gracias a la forma tan amena y didáctica de comunicar, así como de mostrar ese brillante recorrido por el pasado, el presente y el futuro de la movilidad, los más jóvenes (y también los adultos) podrán entender esta época de cambio.
El coordinador de Mobility City, Jaime Armengol, expone lo que está suponiendo esta muestra: “los contenidos del museo se dividen en dos grandes ámbitos. En uno se observa la evolución de la movilidad, desde la óptica de los medios de transporte: vehículos e infraestructuras. En otro pueden conocerse innovaciones y experimentar, gracias a una amplia dotación de simuladores, gafas de realidad virtual, mesas interactivas… Todo ello con contenidos exclusivos”.
Continúa: “además, hemos decidido mantener las dos exposiciones iniciales, sobre la evolución del automóvil y sobre la aspiración de la humanidad de colonizar Marte, dado el éxito que han tenido desde la apertura del espacio en marzo. Esperemos no solo seguir atrayendo nuevos visitantes, sino que confiamos en que muchos de los que ya han venido repitan”.
Para concluir, habla del talento que actualmente existe en España. Empresas que se están poniendo a la cabeza de sus áreas: “La movilidad es una de las tendencias de cambio más claras. Se está configurando un nuevo sector económico, por adición de otros sectores que ya estaban muy maduros: automoción, telecomunicaciones, energía, infraestructuras…”.
Concluye: “El concepto de movilidad como servicio supone una disrupción importante, y como ocurre en estos casos son necesarias nuevas soluciones. Normalmente, por su tamaño y audacia, muchas de estas soluciones vienen bajo el brazo de los emprendedores. Mobility City es un lugar de encuentro entre estas pequeñas empresas, los grandes jugadores del sector”.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.