Por qué los SUV son esenciales para las marcas y el mercado

El mercado de los SUV mantiene su consistencia desde que la tendencia de este tipo de carrocerías sobreelevadas empezó a ganar terreno a otras más convencionales. Su implantación supuso la puntilla para los otrora exitosos monovolúmenes e incluso los modelos compactos se resienten ante el avance de los todocaminos.

Ningún fabricante ha permanecido ajeno al fenómeno, hacerlo hubiera supuesto una suerte de suicidio comercial. En lo que va de año (de enero a septiembre) las matriculaciones de SUV en España representan el 57,5% del total, según los datos facilitados por las asociaciones del sector. La mayor parte de ellos, casi un 30% y más de 175.000 unidades, corresponde a modelos de tamaño medio, el denominado segmento C.

Son datos que refrenda la trascendencia de los SUV para la actividad de cualquier empresa de automoción. Para algunas, además, la eclosión de esta tipología se ha traducido en un impulso definitivo y prácticamente regenerador. Es el caso de Peugeot, que desde que lanzó la primera generación del actual 3008 en 2016 ha facturado más de 190.000 todocaminos en España, superando con claridad al resto de las carrocerías.

Una oferta consistente

Peugeot traslada el concepto allure (que se podría traducir del francés como encanto o fascinación) a toda su gama SUV, compuesta en estos momentos por el 2008 (segmento B), 2008 (C) y 5008 (E). Tres coches de diferente tamaño para satisfacer las principales exigencias y necesidades de sus clientes, al margen de una oferta de motorizaciones que apuntan en la misma dirección de la diversificación.

El 2008, fabricado en la planta del grupo Stellantis en Vigo, está disponible con tres motores de gasolina (100 o 130 CV), un diésel (130 CV) e incluso una opción completamente eléctrica de 100 kW de rendimiento (136 CV).

La electrificación también se encuentra presente en el 3008, en su caso a través de la tecnología híbrida enchufable y potencias de 225 o 300 CV. La aceptación entre los clientes españoles es tal que durante los últimos tres años se ha convertido en el PHEV más vendido en el mercado nacional en cualquiera de sus segmentos.

El 5008 es, por el momento, el único SUV de la familia Peugeot que se limita a la combustión pura. Lo hace con un motor de gasolina de 130 CV (con caja de cambio manual o automática) y otro diésel de la misma potencia y también cambio automático. Sin embargo, el año próximo llegará a los concesionarios una opción de hibridación ligera confiada a un sistema de 48 voltios con un motor eléctrico integrado en la caja de cambios.

Evolución

Peugeot quiere mantener esta apuesta firme por los SUV, apalancando su crecimiento en cualidades como el diseño innovador, la eficiencia o la evolución paralela de su precio en relación con su posicionamiento de calidad y tecnología. El próximo hito en ese camino hacia este objetivo debe ser un renovado 3008.

El todocamino de tamaño medio tiene ya seis años de vida y, en un proceso habitual de renovación, a no mucho tardar debería producirse la llegada de un coche completamente diferente y muy probablemente ya con una versión eléctrica pura. Todo para seguir ocupando un lugar destacado en la pugna por las matriculaciones de SUV que se mantendrá como prioritarias para cualquier marca.