El SUV eléctrico que sube de potencia y alarga su autonomía

La segunda entrega del Peugeot e-2008 llega con innovaciones de calado que afectan sobre todo a su mecánica. Con esta variante, el segundo modelo 100% eléctrico de Peugeot (el primero fue el utilitario e-208) sube de potencia desde los 136 CV actuales hasta los 156 CV y mejora su autonomía, que pasa de 340 a 406 kilómetros.

Fabricado en la planta española de Stellantis en Vigo, estará disponible en septiembre con precios entre los 39.640 y 46.140 euros, según el acabado. 

El Peugeot e-2008 es un SUV a batería de formato compacto con 4,30 metros de longitud y que llegó en 2020 para cubrir la oferta 100% electrificada del 2008, un modelo superventas dentro de la categoría más demandada en Europa. Y ahora, su variante sin emisiones recibe importantes mejoras que, entre otras, potencian su respuesta en carretera y prolongan el radio de acción de su batería.  

Nuevo motor más potente

En lo estético, la evolución del e-2008 se hace notar por un nuevo diseño de su calandra, paragolpes, y una firma lumínica diferente con seis luces diurnas que le otorgan más presencia sobre la carretera y refrescan su imagen. 

Sin embargo, los cambios más importantes no se ven, ya que atañen a su mecánica. Para empezar, el e-2008 recibe un nuevo motor eléctrico, desarrollado por Stellantis en colaboración con el fabricante especializado Nidec. Activando el modo de conducción más exigente, rinde 156 CV, 20 CV más que la versión eléctrica actual. 

Por otro lado, la batería también cambia incorporando una tecnología más avanzada que mejora la autonomía hasta los 406 kilómetros, siendo incluso más pequeña al componerse de 17 módulos en lugar de 18 y más ligera al pesar cinco kilos menos. Su proveedor sigue siendo el fabricante chino CATL, pero la composición de sus materiales ha variado en calidad y proporción, aumentando su capacidad de 50 a 54 kWh y posibilitando al nuevo e-2008 una autonomía acrecentada hasta los 406 kilómetros (WLTP). 

Pantalla más grande

La evolución del SUV eléctrico ha aprovechado para mejorar de paso el equipo de a bordo, mediante una nueva pantalla central multimedia más grande y que incrementa su superficie desde las siete pulgadas hasta alcanzar las 10.

Además, sus gráficos son ahora más modernos y la cartografía del navegador abarca toda la pantalla para ofrecer una mejor visualización. Y, al igual que en el nuevo 308, permite personalizar la información, recibir actualizaciones automáticas y replicar Apple CarPlay y Android Auto sin necesidad de conectar el móvil mediante un cable. 

Al volante del nuevo e-2008, la mejora de potencia se aprecia sobre todo en carretera durante las recuperaciones y a la hora de ascender puertos de montaña. La mecánica se nota más desahogada que antes en sus respuestas y es más fácil dosificar las aceleraciones, gracias también al cambio que dispone de levas de accionamiento manual en el volante. 

Tres modos de conducción

En el modo Eco, el que menos energía gasta, el motor solo rinde 82 CV y la respuesta es demasiado discreta para mantener buenas velocidades de crucero y es más recomendable usarla solo en los trayectos cortos o en la ciudad.

Sin embargo, en el modo Normal, el SUV compacto de Peugeot ya consigue unas aceleraciones suficientes para afrontar la carretera, aunque en su caso la potencia no sobrepase los 109 CV. Con el coche cargado al máximo o con las exigencias propias de las carreteras de montaña, el modo Sport ya rinde 156 CV, más que suficientes para garantizar cualquier necesidad de respuesta. 

Versátil y dinámico

En cuanto a la eficiencia, el dato anunciado por la marca se confirma en condiciones reales ya que, en un extenso recorrido de prueba de 220 kilómetros sobre todo tipo de vías y con grandes desniveles, el consumo se estabilizó en 15,3 kWh/100 kilómetros, acercándose bastante a la autonomía declarada en los datos de homologación.  

Por lo demás, el e-2008 conserva la versatilidad y dinamismo que caracterizan al modelo. De dimensiones contenidas y fácil de conducir, en ciudad se hace muy manejable. Y, en carretera, un equitativo reparto de pesos al 50% entre ambos ejes, una dirección precisa y una destacable rigidez del chasis aportan la agilidad y consistencia suficientes para hacer muy agradable su conducción sobre cualquier tipo de carretera.