¿Por qué cada día se venden más motos y menos coches?

El sector del automóvil digiere con cierta preocupación la caída sostenida de ventas en el mercado español, que acumula unas perdidas del 5,7% en los seis primeros meses del año. Por el contrario, las matriculaciones de motos se encuentran en constante crecimiento hasta alcanzar el 11,3% en ese mismo primer semestre de 2019. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Existe algún tipo de relación entre tendencias tan dispares?

Desde la Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas (ANESDOR) sí encuentran elementos confluyentes que tienen que ver principalmente con la evolución del modelo de movilidad en las grandes ciudades españolas. Así lo explica su secretario general, José María Riaño: “La coyuntura económica es más favorable de lo que se preveía tan sólo unos meses atrás, pero lo determinante en nuestra opinión es la transformación que se está viviendo en la movilidad urbana, donde las ventajas de la moto son muy apreciadas y propician un mayor uso de este vehículo para los desplazamientos diarios”.

Los datos en este sentido se presentan incontestables. En lo que va de año las ventas han crecido (media del 11,3%) cada uno de los meses y en cada una de las 17 comunidades autónomas, hasta alcanzar unas matriculaciones totales de 96.776 unidades, de las que 8.737 corresponden a ciclomotores. Precisamente este segmento de hasta 50cc disfruta de una especie de segunda juventud, con un incremento del 30% que el secretario general de ANESDOR justifica de este modo: “Los ciclomotores atravesaron una etapa bastante difícil pero ahora asistimos a su recuperación. Y creemos que se debe a sus ventajas para el tráfico urbano, un vehículo ligero y accesible, que no es una bicicleta pero tampoco una moto y permite alcanzar velocidades de hasta 45 km/h, más que suficiente para la ciudad”.

Esa implantación como solución al tráfico urbano la apuntala igualmente que el 55,5% de las ventas correspondan a la tipología del escúter, la más polivalente y funcional para tal uso. Además, por encima de la mitad del mercado (51,8%) son modelos de hasta 125cc, que se pueden conducir con el carnet B de coche, sin necesidad de ninguno específico de moto. Y en ese entorno también se encuadra un crecimiento del 27,2% de las mecánicas eléctricas, hasta llegar a las 4.627 unidades.

La motocicleta en general y el escúter en particular más exitosos en el primer trimestre de este año ha sido el Honda PCX 125, con 3.295 matriculaciones. Por lo que se refiere a las motos de mayor cilindrada, el privilegio corresponde a la Kawasaki Z 900 (1.564), entre las destinadas a un uso en el campo se impone la KTM EXC 300 (375) y entre las eléctricas, el escúter Silence S02 (1.670).

Las motos ya están clasificadas por sus emisiones.

Desde ANESDOR no atisban inquietudes que puedan modificar el buen momento de forma de las motos en España, habida cuenta de que las incertidumbres entre los potenciales compradores de automóviles, lejos de minimizarse, se amplifican con los constantes cambios legislativos que se producen en ayuntamientos como el de Madrid. Así, sus estimaciones apuntan a un cierre del ejercicio con 190.500 unidades (17.500 ciclomotores), con un crecimiento previsto del 9,8% que incluso podría llegar a los dos dígitos.

En este escenario, la asociación considera esencial afrontar una serie de desafíos para gestionar con eficacia ese incremento de motos en las calles de las grandes ciudades. Sus propuestas concretas pasan por la necesidad de un plan estratégico para la seguridad de los motoristas, considerados usuarios vulnerables junto a los peatones y ciclistas; un tratamiento equitativo de la motocicleta en los episodios de alta contaminación de las grandes ciudades y la creación de espacios de aparcamientos acordes con esta nueva realidad y ajustados a las últimas tendencias en materia de regulación del estacionamiento en los núcleos urbanos (cada día más restrictivas con la ocupación de las aceras).

Con todo, desde ANESDOR reivindican que las motos deben jugar un papel fundamental para el cumplimiento de las exigencias y necesidades medioambientales, como el vehículo eminentemente ecológico que es gracias a sus menores emisiones tanto de CO₂ como de partículas.