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Si bajar los tiempos de recarga de los vehículos a pilas es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la electrificación, la firma india de motos OLA parece haber encontrado la manera de superarlo.
Gracias a la inversión que ha realizado en la empresa israelí de baterías StoreDot, que ya cuenta con mucha experiencia en el desarrollo de las pilas de nueva generación de estado sólido, va a ser capaz de ofrecer recargas ultrarrápidas.
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El trabajo de ambas compañías se basa en la eliminación del litio de las pilas. Este metal precioso, presente en la mayoría de las baterías actuales, genera algunos problemas.
El principal es que se ha disparado su precio . La guerra Rusia-Ucrania ha desatado una subida en el coste que lo ha acabado situando por encima del importe del oro. Rusia es el mayor exportador del mundo de este metal. En la actualidad, los costes de producción de estas baterías suponen la mitad del precio de un vehículo eléctrico. Otra dificultad es el ciclo de vida de las baterías de iones de litio: a mayores cargas, más rápido se degradan.
La solución que han encontrado estas dos empresas es emplear una nueva tecnología de ánodo de silicio. Gracias a este método van a desaparecer muchos de los problemas actuales. Con el ánodo de silicio se eliminan los inconvenientes de la carga a alta velocidad, evitando que, por ejemplo, las baterías se dilaten y acaben perdiendo rendimiento.
Además, al eliminar el litio y sustituirlo por otros metales como el estaño y el germanio (mucho más baratos) y reestructurar el diseño de las celdas, se van a conseguir recargas completas de tan solo cinco minutos. Las cargas hasta el 80% se efectuarían en tres minutos.
Son tiempos de reabastecimiento muy cercanos a los actuales de combustible en las gasolineras. Las dos empresas esperan tener listo el primer escúter urbano con esta novedosa batería en 2024. Y aunque no es una batería pensada para una moto grande, ofrecerá unos 160 kilómetros de autonomía.
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